Alicante y teatro
El se?or Julio A. M¨¢?ez (EL PA?S, 7 de junio) se queja de la miseria teatral en que se encuentra sumida la ciudad de Valencia. Por Alicante la cosa no va mejor. La persona que hasta ahora ha sido la responsable de la programaci¨®n del Teatro Principal, aunque no se ha distinguido por su brillantez, ha hecho su trabajo de manera aceptable. Las perspectivas para la pr¨®xima temporada no invitan a ilusionarse. Se encargar¨¢n de gestionar esta sala el concejal de Cultura, Pedro Romero, que quienes tenemos algo que ver con la educaci¨®n y la cultura ya conocemos su talante, y una se?ora que ya trabaja en el teatro y que detesta el valenciano. A estas alturas no consiente que se le dirijan en esta lengua. Adem¨¢s insta a sus interlocutores a que le hablen en castellano porque estamos en Alicante. Siempre he cre¨ªdo que las personas encargadas de gestionar alg¨²n proyecto cultural tendr¨ªan que ser, entre otras cosas, cultas, tolerantes y de mentalidad abierta. Mucho me temo que estas cualidades no son precisamente las de estas personas. Para mi desgracia, acabo de ver en TV-3 un reportaje sobre el Festival Internacional de Teatro de Sitges.- .
Franco en la A-7
El pasado 12 de octubre de 1997 hice una reclamaci¨®n en el ¨¢rea de servicio de Cabanes, que fue firmada por buena parte de las personas que estaban conmigo. El motivo del presente escrito es manifestar nuestro cabreo por la falta de una contestaci¨®n y explicaci¨®n por escrito por los hechos que a continuaci¨®n relato Al utilizar las instalaciones del ¨¢rea de servicio el pasado mes de octubre, lo que nos molest¨® profundamente fue el hecho de encontrarnos en sus estanter¨ªas con botellas de vino etiquetadas con las im¨¢genes de Franco y el escudo preconstitucional, y de Fraga y Aznar. En el primer caso porque es una parte de la historia que todos preferimos olvidar y sobre todo a su protagonista, y en los otros dos porque hacer publicidad de l¨ªderes de una formaci¨®n pol¨ªtica concreta no creemos que sea lo m¨¢s propio de una empresa concesionaria del Estado, en todo caso, h¨¢ganla de todos los partidos. Reiteramos que esta situaci¨®n, propia de cualquier bar de fan¨¢ticos, no puede producirse en un establecimiento p¨²blico de obligado uso para los usuarios de la autopista A-7, y esperando que sean retiradas esas botellas, por el espect¨¢culo tan lamentable que est¨¢n ofreciendo, as¨ª como una disculpa por escrito. Agradeciendo la atenci¨®n prestada.- . .
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