?Como no caigan Lorca y el 98...!
Los pasillos de las facultades parec¨ªan ayer a mediod¨ªa enormes garitos de apuestas. Dos alumnas del colegio vizca¨ªno Trueba apostaban porque Plat¨®n fuera el elegido en la prueba de Filosof¨ªa de la selectividad. Dos de sus compa?eras, en cambio, deseaban que fuera Descartes. Unos 14.000 adolescentes empezaron ayer en Euskadi de selectividad, que acabar¨¢n esta tarde. Fueron los protagonistas del principio del fin: los vascos son la primera remesa de estudiantes que hace este curso el examen de ingreso a la Universidad, que el a?o que viene ser¨¢ diferente. Por aquello de los aniversarios, la Generaci¨®n del 98 y Federico Garc¨ªa Lorca eran los temas que m¨¢s boletos ten¨ªan entre el alumnado reunido en los pasillos de la Facultad de Ciencias de la Universidad del Pa¨ªs Vasco (UPV), que hoy se examinar¨¢ de literatura entre otras materias. "Como casi todo hemos estudiado sobre todo esos temas, seguro que no caen", auguraba Janire Sagarduy, alumna del instituto de Derio. Sentada en el suelo junto a tres compa?eras de clase y reci¨¦n terminado un bocadillo tra¨ªdo de casa, Janire intentaba sonsacar a su profesor de Filosof¨ªa que pululaba por all¨ª dando ¨¢nimos a sus estudiantes. "No os enroll¨¦is, sed muy precisas", les recomendaba ¨¦l, tras advertir que el profesor que iba a corregir la pruebas aborrece las divagaciones. El millar de docentes que corregir¨¢n unos 135 ex¨¢menes por cabeza son los otros protagonistas de la selectividad en Euskadi. Janire, Maitane Martell, Cristina Molano y Saioa Gana promet¨ªan volver a la bas¨ªlica de Bego?a si aprobaban la sele. Ya le llevaron unas velas a la patrona de Bilbao cuando pasaron COU. Por si acaso, una estudiante de la ikastola Astileku, Naiara Tamayo, llevaba en el bolsillo de su cazadora vaquera una hojas de laurel que por la ma?ana le hab¨ªa dado su madre. "Los de casa pasan m¨¢s nervios que nosotras", confesaba esta joven de 18 a?os con las u?as de pintadas de colorines y el cabello te?ido de rosa. Un joven que prefiri¨® no identificarse consultaba una trabajada, y plastificada, chuleta instantes antes de entrar al examen de la tarde. "Es que Filosof¨ªa es demasiado para estudiar", explic¨®. Orgulloso, dijo que llevaba los bolsillos repletos de ellas. Una multitud llenaba los pasillos de muchas facultades desde las nueve de la ma?ana, mezcl¨¢ndose con los escasos universitarios que aguardaban para someterse a su vez a los ex¨¢menes de junio. Nervios, apresuradas consultas a los apuntes y caras que denotaban pocas horas de sue?o eran el denominador com¨²n en todos los puntos de Euskadi donde hubo selectividad. Era como "jug¨¢rselo todo a una carta". M¨¢s bien "casi todo", apuntaba una chica a la que su 8,2 de media en el Bachillerato le daba cierta tranquilidad. Seg¨²n se acercaba la hora l¨ªmite para entregar los cuestionarios de la ma?ana, los pasillos fueron llen¨¢ndose. El des¨¢nimo de algunos, conscientes de no haber tenido su mejor d¨ªa, contrastaba con el ¨¢nimo de otros o de algunas parejas que aprovechaban el receso para besarse. Josu Ochoa estaba relajado. Alumno del instituto Los Herr¨¢n, en Vitoria, cre¨ªa haber superado esta primera. Su seguridad en este aspecto contrastaba con sus dudas sobre qu¨¦ carrera a cursar, Empresariales o Ingenier¨ªa T¨¦cnica. Su compa?era Mar¨ªa ?ngeles Garc¨ªa lo tiene claro: "Biolog¨ªa, seguro; eleg¨ª esta carrera hace mucho tiempo".
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