Roger Shattuck plantea los l¨ªmites del saber en su libro "Conocimiento prohibido"
El escritor revisa mitos y obras universales en un ensayo literario, cient¨ªfico y moral
?Existe un l¨ªmite para el conocimiento humano? Roger Shattuck, catedr¨¢tico de Literatura de la Universidad de Boston, se atreve a responder a esta pregunta en Conocimiento prohibido (Taurus) por medio de un erudito y fascinante viaje en el que repasa mitos y obras b¨¢sicas de la literatura universal. Desde Ad¨¢n y Prometeo hasta Fausto, el Doctor Jekyll y Frankenstein. Desde Milton hasta Camus y Sade. Roger Shattuck va incluso m¨¢s all¨¢ al plantear la cuesti¨®n en el campo de la ciencia, con la bomba at¨®mica y la gen¨¦tica como elementos de reflexi¨®n y al proponer un pacto que limite la investigaci¨®n.
?Lo que hago en mi libro?, comentaba Shattuck en Barcelona, ?es explicar que desde el Renacimiento y la Ilustraci¨®n hemos superado los l¨ªmites del conocimiento. Y me pregunto: ?podemos seguir as¨ª y sobrevivir como seres humanos??.En opini¨®n de Shattuck, que ayer particip¨® en Madrid en un encuentro con el escritor Antonio Mu?oz Molina, deber¨ªa haber unos l¨ªmites e incluso frenarse la investigaci¨®n en el campo de la ciencia. ?En este aspecto?, dice, ?he llegado a plantear que se establezca una especie de juramento cient¨ªfico similar al hipocr¨¢tico de los m¨¦dicos. Algunos se lo tomaron como una propuesta light , pero la hice totalmente en serio?.
La primera parte de Conocimiento prohibido, una obra a medio camino entre el ensayo literario, cient¨ªfico y moral, se centra en las narrativas literarias y se inicia con la revisi¨®n del mito de Prometeo. ?Lo que indico en el libro es que hemos olvidado el aut¨¦ntico significado de este mito?, se?ala Shattuck. ?Se suele citar a Prometeo como el h¨¦roe que roba el fuego de los dioses, pero se olvida que va acompa?ado de Pandora. Cuando ella abre la caja provoca toda clase de desgracias. O sea: que al robar el fuego, al transgredir los l¨ªmites, causa el mal?.
Aunque el subt¨ªtulo de Conocimiento prohibido es en la edici¨®n de Taurus De Prometeo a la pornograf¨ªa, Shattuck aclara que hab¨ªa pensado en principio Una historia de historias, ya que, afirma, ?las historias ejercen un papel m¨¢s importante que las ideas abstractas en mi libro?.
Entre las historias que Shattuck revisa, todas muy ilustrativas de lo que pretende explicar, est¨¢ la de Fausto, que pasa de ser un criminal condenado en la literatura de la Edad Media a un criminal redimido en la obra de Goethe. ?Esta obra de arte marca una ruptura y es el s¨ªmbolo de que a partir de ahora todo es posible y de que nos podemos saltar todos los l¨ªmites?, afirma.
Tambi¨¦n el mito de Frankenstein (?el cient¨ªfico que no se responsabiliza de su creaci¨®n?) es considerado por Shattuck, junto con el de Fausto, como una aportaci¨®n moderna a la mitolog¨ªa. La dualidad de Doctor Jekyll y Mister Hyde ser¨ªa un tercer mito moderno muy interesante (?las dos caras de un mismo hombre?).
Roger Shattuck repasa tambi¨¦n en su libro el cambio de moralidad que suponen obras como El extranjero, de Albert Camus, y Billy Budd, de Herman Melville. ?Mersault, el protagonista de El extranjero, es culpable?, explica, ?pero Camus consigue enga?ar al lector para que sienta simpat¨ªa por ¨¦l. Para m¨ª, por tanto, es un caso claro de conocimiento prohibido, de transgresi¨®n de unos l¨ªmites morales?.
Sade es el centro del cap¨ªtulo m¨¢s largo de la obra de Shattuck. ?El subt¨ªtulo del libro habla de pornograf¨ªa?, dice, ?pero lo que me interesaba en realidad era la asociaci¨®n de sexo con violencia y crueldad, que es lo que encontramos en Sade?.
Visi¨®n deformada de Sade
Para Shattuck, ?es peligroso considerar a Sade un gran escritor, ya que puede darse la tendencia de imitar a sus personajes, lo que siempre es peligroso?. ?No soy partidario de quemar a Sade?, a?ade, ?pero s¨ª advierto a los intelectuales que dan una visi¨®n deformada de su obra?.La parte de Conocimiento prohibido dedicada a la ciencia parte de una an¨¦cdota que Shattuck vivi¨® a los 21 a?os, durante la II Guerra Mundial. Estaba en Okinawa, preparado para viajar hacia Jap¨®n en una misi¨®n en la que se calculaba que habr¨ªa un 50% de v¨ªctimas, cuando la bomba de Hiroshima provoc¨® el fin de la guerra. ?Me salv¨¦ gracias a la bomba?, indica, ?pero m¨¢s adelante particip¨¦ en marchas contra las armas nucleares?. La reflexi¨®n de Shattuck sobre los l¨ªmites del conocimiento se extiende en el libro a las armas nucleares y a la gen¨¦tica. ?Algunos pensar¨¢n que soy un moralista pasado de moda?, acepta Shattuck, ?pero creo que todos somos moralistas, y lo de pasado de moda siempre es relativo?.
Babelia
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