Ortuondo cede y desactiva la crisis con sus socios sobre las incompatibilidades
El alcalde de Bilbao, el peneuvista Josu Ortuondo, lleg¨® tarde ayer a la reuni¨®n espont¨¢nea del tripartito bilba¨ªno que se celebr¨® a primera hora de la tarde en Sabin Etxea (sede del PNV) para tratar de desbloquear el conflicto surgido a ra¨ªz del amago nacionalista de prorrogar la situaci¨®n de privilegio de los funcionarios del consistorio de la capital vizca¨ªna a la hora de compatibilizar su trabajo en el Ayuntamiento con otros fuera del mismo. Ortuondo, en poco menos de un minuto, desautoriz¨® al concejal de Recursos Humanos, el peneuvista Vicente Bilbao, y al sindicato ELA (mayoritario en el comit¨¦ de empresa del Ayuntamiento) y tranquiliz¨® a sus socios, PSE-EE e Izquierda Unida, asegur¨¢ndoles que el pr¨®ximo martes todos los funcionarios recibir¨¢n su correspondiente notificaci¨®n para que abandonen todos aquellos trabajos remunerados que est¨¦n efectuando fuera del consistorio. Durante la ¨²ltima semana, el concejal peneuvista encargado de Recursos Humanos hab¨ªa insinuado la intenci¨®n de prorrogar la situaci¨®n de privilegio de los funcionarios del consistorio bilba¨ªno sobre incompatibilidades. En junio de 1997 -a¨²n en tiempos de la coalici¨®n entre nacionalistas y Partido Popular- se acord¨® una moratoria de un a?o para que los funcionarios abandonaran sus otras fuentes de ingresos. El PNV, con el silencio anuente del PP, intent¨® que esta situaci¨®n se dilatara en el tiempo, concretamente hasta que viera la luz la Ley del Estatuto B¨¢sico de la Funci¨®n P¨²blica, en el Congreso de los Diputados. Esta apuesta no satisfac¨ªa a los otros dos socios actuales de gobierno municipal: por un lado, se dejaba de cumplir un acuerdo del pacto suscrito el pasado mes de enero sobre incompatibilidades y, adem¨¢s, se entraba en una profunda contradicci¨®n, ya que, por un lado, el consistorio abogaba por un jornada de 35 horas semanales (y 32 para los trabajos p¨²blicos) y, por el otro, permit¨ªa que sus funcionarios pudieran trabajar a dos bandas. Sentencias desfavorables Una sentencia en Leioa y otra en Galdakao ya hab¨ªan obligado a estos municipios a revisar su pol¨ªtica al respecto, pero, adem¨¢s, la citada ley no est¨¢ ni siquiera en periodo de tr¨¢mite en Madrid, con lo que tardar¨ªa m¨¢s de un a?o, como m¨ªnimo, en hacerse realidad. Ni los socialistas ni Izquierda Unida est¨¢n dispuestos a esperar tanto tiempo, ya que han entrado en el Gobierno municipal el pasado enero y las pr¨®ximas elecciones municipales son en mayo de 1999. Para neutralizar esta divisi¨®n en el tripartito, Ortuondo no perdi¨® el tiempo y, a¨²n a costa de dejar a uno de sus concejales y al sindicato mayoritario en mala posici¨®n, prefiri¨® llegar al final de la legislatura sin fisuras en su pacto. El alcalde se retira de la pol¨ªtica en este mandato y aspira a salir por la puerta grande, sin disputas que ensombrezcan su gesti¨®n. Con la negativa de socialistas e Izquierda Unida por sabida, el concejal Bilbao intent¨® paralizar el asunto de las incompatibilidades ampar¨¢ndose en un informe de la asesor¨ªa fiscal municipal que avalaba la continuidad del pacto alcanzado con el Partido Popular el pasado verano. El PNV no pod¨ªa llevar este asunto a pleno, ya que, por un lado, sus socios de gobierno votar¨ªan en contra y pondr¨ªan al tripartito al borde de la ruptura y, como otro motivo de indudable peso, una decisi¨®n plenaria podr¨ªa ser recurrida con grandes posibilidades de naufragio. Este problema ha dejado una visible grieta en el PNV de Bilbao, que ya ha mostrado divisiones en otras cuiestiones, como el futuro de la Alh¨®ndiga, y que tiene como trasfondo la lucha interna por encontrar un sustituto para Josu Ortuondo como cabeza de cartel para las pr¨®ximas elecciones municipales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.