Resultados previsibles

Aunque el Palau no se llen¨® para este homenaje a Matilde Salvador, s¨ª hubo calor en el p¨²blico cuando tras finalizar el concierto la entra?able figura de la compositora castellonense hizo acto de presencia sobre la plataforma de la sala Iturbi. El concierto hab¨ªa discurrido por las sendas previsibles, habida cuenta de la m¨²sica programada y de los int¨¦rpretes en acci¨®n. La airosa Marxa del Rei Barbut abri¨® fuego con sus ir¨®nicos gui?os, y en esta versi¨®n ya se advirti¨® que el estado actual de la Orquesta de Valencia dista mucho del que la formaci¨®n ten¨ªa hace s¨®lo un a?o. Un detalle, sobre el que volveremos con mayor amplitud, que en absoluto deber¨ªan pasar por alto los responsables de la agrupaci¨®n sinf¨®nica. Gloria Fabuel cant¨® una amplia selecci¨®n de melod¨ªas cuyas virtudes expresivas quedaron m¨¢s bien desdibujadas como consecuencia de los graves problemas que presenta la voz de la soprano valenciana. De la cantata Les hores, el bar¨ªtono Carlos L¨®pez y el Cor de Val¨¨ncia dieron una versi¨®n ajustada al esp¨ªritu de la m¨²sica. Les hores se mostr¨® como una partitura nada f¨¢cil de interpretar, en el sentido m¨¢s profundo del t¨¦rmino. La tesitura vocal result¨® inc¨®moda para Carlos L¨®pez, como anteriormente le sucediera a Gloria Fabuel en varias de las canciones, al incidir la escritura musical en la peligrosa zona de paso. El Cor de Val¨¨ncia cant¨® en un matiz generalmente de mezzoforte, con escapadas al forte no siempre bien empastadas con el sonido orquestal. La direcci¨®n de Garc¨ªa Asensio fue plana y poco diferenciada.