Una candidata dem¨®crata cobr¨® de Philip Morris por un debate

La ex congresista dem¨®crata, que ahora busca ser candidata de su partido para competir por un puesto del Senado estadounidense, Geraldine Ferraro, acept¨® 20.000 d¨®lares (3.600.000 pesetas) de la empresa tabaquera Philip Morris por participar en un debate televisivo en febrero del a?o pasado, seg¨²n se hizo p¨²blico el viernes. Su oponente en un debate de la CNN fue Robert Novak, antiguo ejecutivo de la propia Philip Morris en Florida.

El descubrimiento puede hacer da?o a Ferraro, favorita en la carrera por las primarias dem¨®cratas, porque muchos de sus votantes recelan de la industria tabaquera. Incluso puede hacerle m¨¢s dif¨ªcil atacar al senador republicano Alfonse D"Amato por haber recibido 56.200 d¨®lares (8.598.600 pesetas) de la misma industria desde 1991.

El abogado del Estado de Nueva York Mark Green, que tambi¨¦n lucha por la candidatura dem¨®crata, afirm¨® que Ferraro no deber¨ªa haber sacado "provecho pol¨ªtico o personal del tabaco". "Hay que preguntarse en qu¨¦ estaba pensando [Ferraro] cuando acept¨® 20.000 d¨®lares de esta industria justo cuando los dem¨®cratas, desde el presidente Bill Clinton hasta el congresista Waxman y yo mismo, estamos intentando doblegar a las tabaqueras para que no favorezcan el consumo entre los m¨¢s j¨®venes", a?adi¨®. El congresista por California Henry Waxman es el responsable de que la legislaci¨®n anti-tabaco haya llegado al Congreso estadounidense.

Ferraro "defiende la legislaci¨®n anti-tabaco y es partidaria de aumentar los impuestos sobre las cajetillas", contest¨® su jefe de campa?a, David Eichenbaum. "Si su posici¨®n no fuera esa, ser¨ªa diferente, pero el hecho es que siempre ha mantenido una f¨¦rrea posici¨®n contra los intereses de la industria tabaquera", explic¨®.

Lucha entre dem¨®cratas

Las declaraciones de Green representan el ¨²ltimo ataque entre los candidatos dem¨®cratas al Senado, una situaci¨®n que preocupa a los l¨ªderes del partido porque puede estallar en una verdadera lucha interna antes de que las primarias se celebren. Y eso que los candidatos se han empe?ado en evitar los ataques personales. El tercer candidato, el congresista Charles Schumer, uno de los que pueden beneficiarse del desliz de Ferraro, declin¨® comentar los honorarios de ¨¦sta. Lo mismo hizo el oponente D"Amato.El incidente hace pensar adem¨¢s que las finanzas personales de la candidata pueden convertirse en uno de los temas principales de la campa?a electoral. Eso fue lo que ocurri¨® cuando Ferraro perdi¨® las primarias para el Senado en 1992; entonces sus oponentes centraron el debate en los negocios de su marido, John Zaccaro.

El pago de Philip Morris se hizo p¨²blico gracias a la propia Geraldine Ferraro que, como todos los candidatos, congresistas y senadores, debe declarar anualmente y por medio de un documento sus ingresos.