Lorca
"El poeta se convierte en Naturaleza y obra como ella"Williams C. Williams
Que nuestro poeta mayor del siglo XX naciera en el que ahora es tambi¨¦n d¨ªa mundial del medio ambiente me parece afortunada y hasta l¨®gica coincidencia.
A lo largo del viernes 5 de junio se celebr¨®, con m¨¢s opacidad que nunca, la fecha m¨¢s emblem¨¢tica para los defensores de la naturaleza de todo el planeta. Hay muy poco de lo que alegrarse. Si miramos a los ¨²ltimos 365 d¨ªas, resulta casi imposible encontrar un a?o anterior con una mayor acumulaci¨®n de heridas para los procesos vitales, las comunidades vivas y los recursos b¨¢sicos. Un a?o en consecuencia p¨¦simo para la humanidad. Esa, que seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, pierde anualmente unos 40 millones de sus componentes a causa de la degradaci¨®n ambiental. Ese viernes, por nuestro inmediato y triunfal derredor pol¨ªtico, iban y ven¨ªan algunas t¨ªmidas manifestaciones de algunos descarados ecologistas. Al menos unos pocos no quieren que se entierre con los lodos lo que desenterr¨® a los lodos de Do?ana. La operaci¨®n de limpieza debe ser sincr¨®nica a una acci¨®n judicial y otra pol¨ªtica que preserven ese otro ecosistema amenazado que llamamos dignidad humana. Que los responsables de este desastre, y no son pocos, quieran el olvido debe avivar nuestra memoria. Esta ocasi¨®n de comenzar a tomarse en serio a la base de lo viviente no puede quedar contaminada de nuevo por el oportunismo.
El caso es que el pasado d¨ªa 5 de junio fueron escasas las menciones directas hacia el derredor en casi todo el pa¨ªs que, por suerte, recibi¨® una magn¨ªfica alta dosis de recuerdos indirectos sobre la naturaleza a trav¨¦s del centenario de Garc¨ªa Lorca. La poes¨ªa de Federico se impregna con la alegr¨ªa de lo espont¨¢neo, los ciclos renovadores, las canciones del paisaje, con el sencillo, pero crucial, mundo rural y su cultura. Su poes¨ªa es un borbot¨®n de entusiasmo por lo vivo, lo continuando, y lo que perdura por la pasi¨®n de vivir. Lorca est¨¢ siempre en los bandos de lo palpitante. Es poeta de lo popular y nada lo es tanto como lo natural.A cada paso en sus versos encontramos vegetaci¨®n, agua, luz, jard¨ªn, huerta, r¨ªo, olivos, cielo, animales, en suma la adolescencia com¨²n de la humanidad, es decir esa naturaleza que se nos quiere olvidar. En su creaci¨®n aparecen continuamente esos elementos porque son sencillamente la base de toda inspiraci¨®n po¨¦tica, Si durante su vida f¨ªsica supo estar al lado de los m¨¢s d¨¦biles, hoy entender¨ªa que la naturaleza, lo que tan a menudo miraba, es lo m¨¢s agredido. Ante un espect¨¢culo como el que ha embadurnado la transparencia, esa que siempre sostuvo a su palabra y a su vital entusiasmo,se rebelar¨ªa. Protestar¨ªa airado como lo han hecho tantos poetas todav¨ªa vivos. Para Lorca la muerte siempre levanta "brisa triste". Por eso cabe preguntarse qu¨¦ no se estar¨¢ levantado con la muerte de selvas enteras, de ese r¨ªo que fecundaban la matriz de toda una marisma, de los mares, de los aires, de esos procesos dedicados a renovar incesantemente el misterio de la multiplicidad vital.
Recordemos, como uno de los mil posibles ejemplos, su canto al agua, esa que se ha hecho de plomo y cadmio en nuestra Andaluc¨ªa: "Y la canci¨®n del agua/ Es cosa eterna./Es la savia entra?able/que madura los campos/Es la sangre de poetas/ que dejaron sus almas/perderse en los senderos/ de la Naturaleza/" Naturaleza escrita con may¨²scula, como hicieron Machado y Unamuno y la mayor parte de los poetas. Naturaleza con letra capital como hoy no quieren que se haga los libros de estilo: Acaso porque alguien ha dictado que es cosa menor la m¨²sica de lo viviente, que resulta despreciable lo que madura a los campos, trivial los motivos de la belleza. Incluso esa alegr¨ªa, tan lorquiana, de lo que permite volver a empezar carece de unos m¨ªnimos de respeto por parte del poder. Si el agua es la verdadera base de todo lo viviente y, sin duda, la "sangre de los poetas", la l¨®gica conclusi¨®n es que la poes¨ªa est¨¢ tambi¨¦n amenazada por la degradaci¨®n ambiental. Por eso recordar a Lorca es acordarse de la Naturaleza que le explica y nos explica. "Verde que te quiero verde". Y no de ese plomizo gris que la codicia incompetente ha desparramado sobre la vida y sobre la poes¨ªa, que son lo mismo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.