El neoexpresionista Anselm Kiefer muestra 50 obras en Madrid sobre la soledad y las estrellas
El artista considera la astrof¨ªsica como un recordatorio de la marginaci¨®n humana
Obsesionado por la naturaleza, por los mitos y tradiciones de la antig¨¹edad, por la historia de los hombres y por el Universo, se enfrenta a la charla con toda la calma del mundo, como si un poco m¨¢s all¨¢ no hubiera una legi¨®n de especialistas desembalando, arrastrando, montando e instalando su primera exposici¨®n antol¨®gica en Espa?a: medio centenar de obras monumentales que son un ant¨ªdoto contra la vacuidad y el horror de la vida humana.Pregunta. En su obra se percibe una voluntad humanista.
Respuesta. Mi humanismo es autom¨¢tico.
P. Me cuesta creerlo. ?Por qu¨¦ le interesan la astrof¨ªsica, la astrolog¨ªa, la filosof¨ªa?
R. Porque es nuestra vida. Es poes¨ªa. Todo el mundo empieza pregunt¨¢ndose por su psicolog¨ªa; despu¨¦s, por la filosof¨ªa, por su pueblo, por la Tierra, por el Universo. Esto es lo natural. Pascal o Einstein son tambi¨¦n fil¨®sofos.
P. Ellos intentaron cambiar el mundo. ?Y usted?
R. Los marxistas pensaban que al artista le correspond¨ªa ese papel, pero yo soy m¨¢s modesto. Yo reclamo las ?apariciones?, en un sentido fenomenol¨®gico. Me siento como un canal a trav¨¦s del que discurren las ideas. Intento comprender y comprenderme a m¨ª mismo, pero no me pregunto qu¨¦ puedo aportar a la sociedad, porque me parece poco f¨¦rtil.
P. ?Qu¨¦ papel desempe?a la tradici¨®n en su obra?
R. Creo que la historia es el futuro.
P. ?No el pasado?
R. La historia no es algo que ya est¨¢ hecho, es algo tan fluido como el nacimiento de las estrellas.
P. ?Por qu¨¦ est¨¢ tan fascinado con las estrellas?
R. El inter¨¦s no es s¨®lo m¨ªo. Las estrellas est¨¢n ah¨ª y nos recuerdan constantemente nuestra peque?ez, nuestra marginaci¨®n.
P. Una reflexi¨®n po¨¦tica.
R. Las estrellas influyen en nuestro destino. La astronom¨ªa y la astrolog¨ªa, toda la astrof¨ªsica y la teor¨ªa del big-bang nos demuestran que a todo macrocosmos corresponde un microcosmos. El cosmos no es estable. Imagine un poco de ceniza. Esa ceniza se concentra y a causa de la gravedad se hace una reacci¨®n nuclear, estalla y de ah¨ª nace un nuevo sol. Una estrella que brilla. Despu¨¦s se colapsa y muere, se convierte en un agujero negro y se acab¨®. Siempre es as¨ª: nacimiento, muerte, nacimiento... como sobre la Tierra. Igual que nosotros. En el macrocosmos y en el microcosmos. En el siglo XVII, Robert Fludd dijo que cada color y cada planta de la Tierra tienen como correspondencia una estrella en el cosmos. Es una frase muy bella.
P. Me sorprende el t¨ªtulo Almac¨¦n de estrellas de uno de sus cuadros.
R. Se llama Almac¨¦n de estrellas y en ¨¦l aparece una serie de n¨²meros y letras que significan el nombre, el calor, la densidad o el tama?o de las diversas constelaciones. Lo tom¨¦ del cat¨¢logo de la NASA. Pero el cuadro tiene adem¨¢s otro t¨ªtulo, Campamento bajo las estrellas, que se refiere a los n¨®madas y a la noche.
P. ?Y esa gran caja llena de guisantes qu¨¦ significa?
R. Se titula Leviat¨¢n y hace referencia a un episodio autobiogr¨¢fico. En Alemania, en los a?os ochenta, el Estado decidi¨® hacer un censo de todos los ciudadanos. Yo rehus¨¦ dar mis datos y entonces me amenazaron con multas y hasta con la c¨¢rcel. Fui a los tribunales y llegu¨¦ hasta el Tribunal Supremo.
P. ?Qui¨¦n gan¨®?
R. No me dieron la raz¨®n, pero tampoco me cobraron las multas ni entr¨¦ en la c¨¢rcel.
P. ?Y los guisantes qu¨¦ tienen que ver con esto?
R. En Alemania hay un proverbio sobre la estupidez de querer controlarlo todo. Como contar guisantes.
P. Usted compara al Estado con Leviat¨¢n, el monstruo marino que aparece en las Escrituras.
R. As¨ª es. El fil¨®sofo Hobbes sostiene que el Estado es ambiguo: por un lado protege a sus hijos y por otro los devora.
P. Veinte a?os de soledad es otro de sus t¨ªtulos sumamente sugestivos. Pero reconozca que la lista de los materiales con los que est¨¢ hecha la obra es bastante llamativa: planchas de plomo del tejado de la catedral de Colonia, esperma...
R. Lo de las planchas de la catedral no tiene misterio: se cambiaron y yo las compr¨¦. No era cuesti¨®n de misticismo; la idea de tener ese material me atra¨ªa.
P. ?Y lo del esperma?
R. Es m¨ªo. Es mi propio semen. Son peque?as manchas, blancas, marrones, que aparecen sobre una treintena de libros blancos que forman parte de la obra.
P. ?Qu¨¦ ha querido decir?
R. Habla de la soledad, que es una palabra ambigua, al mismo tiempo triste y agradable. Tambi¨¦n tiene que ver con el lujo. Cada eyaculaci¨®n son millones y millones de posibilidades desperdiciadas. Es el lujo total y es un sin¨®nimo del arte. Porque cada obra significa otras muchas que no se han hecho.
P. ?Por qu¨¦ es tan ir¨®nico?
R. Porque la realidad es sumamente cruel. Si se toman las cosas en serio no se puede sobrevivir.
Babelia
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