Los convocantes del mitin por las 35 horas hacen un ¨²ltimo llamamiento a Comisiones Obreras y UGT

Los convocantes del acto a favor de la jornada de las 35 horas hicieron ayer un postrero llamamiento a CC OO y UGT. In¨²til, posiblemente, pero lo cierto es que Izquierda Unida, el Movimiento contra la Europa de Maastricht, USO y CGT apelaron ayer a los principios m¨¢s liberales de UGT y CC OO para que se unieran a la concentraci¨®n que tendr¨¢ lugar ma?ana en la Plaza Mayor de Madrid, a favor de la jornada semanal de 35 horas.CCOO respondi¨® lamentando que un acto que tendr¨ªa que tener car¨¢cter unitario haya de terminar marcando a¨²n m¨¢s las diferencias entre la izquierda.

Nadie sabe si, al final, se llenar¨¢ la Plaza Mayor. Nadie sabe, de verdad, qui¨¦nes van a acudir a la convocatoria a favor de la jornada de 35 horas semanales. Pero no importa, porque, en definitiva, quienes han enarbolado la bandera de la unidad no consideran el acto del s¨¢bado como un test que haya de decidir d¨®nde est¨¢ la fuerza de la izquierda.

El PSOE y los sindicatos mayoritarios han preferido quedarse al margen de la convocatoria. CCOO aboga por abrir negociaciones con el Gobierno y la patronal para terminar consiguiendo un marco normativo que permita la reducci¨®n de jornada.

Respaldo de los trabajadores

Tenga o no tenga raz¨®n, lo cierto es que Izquierda Unida ha sido la ¨²nica fuerza que le ha echado coraje a un llamamiento que, tal vez, pueda mostrar al final su propia debilidad. ?Qui¨¦n sabe? A la vista de las cosas, lo cierto es que la fuerza que lidera Julio Anguita ha puesto su alma en el tablero y est¨¢ dispuesta a perder su poder de convocatoria. O a ganarlo por completo. Depende de la respuesta que los trabajadores den a esta llamada que en Europa ha revolucionado las relaciones entre las fuerzas pol¨ªticas y sindicales.A veces las derrotas son la m¨¢s bella victoria. Y ayer, en una rueda de prensa ca¨®tica, lo que s¨ª quedaba claro es que la voluntad se centra en luchar unitariamente por conseguir las 35 horas. Hubo tambi¨¦n algunas cr¨ªticas hacia los sindicatos mayoritarios por parte de Marcelino Camacho, antiguo secretario general de CC OO, que mezclaba al "hom¨ªnido que andaba a cuatro patas" con el "hombre de la revoluci¨®n cient¨ªfico-t¨¦cnica", pero en sus confusas palabras pod¨ªa leerse el deseo de que hoy en Espa?a pudiera vivirse una situaci¨®n semejante a la que al final del siglo XIX vivieron las clases obreras cuando reivindicaban la jornada semanal de 48 horas.

IU ha tenido, al menos, el coraje de explicar p¨²blicamente por qu¨¦ defiende un proyecto que ya est¨¢ en los decretos gubernamentales de pa¨ªses cercanos al nuestro. Hay que reconocer que nadie sabe, sin embargo, qu¨¦ razones asisten a los socialistas o a CC OO o UGT para no unirse a la convocatoria del s¨¢bado para exigir la jornada por ley de las 35 horas semanales. Nadie lo sabe. Habr¨¢ que pensar que por encima de razones laborales y sociales hay otras de car¨¢cter pol¨ªtico que impiden la unidad de acci¨®n en un tema que ocupa buena parte de la preocupaci¨®n de los trabajadores espa?oles.

En cualquier caso, nadie sabe qui¨¦nes acudir¨¢n el s¨¢bado a la Plaza Mayor. ?Y eso importa? La victoria final se nutre de este tipo de derrotas.