Homofobia

Toda colectividad hist¨®ricamente marginada o en alg¨²n sentido perseguida en Espa?a (los homosexuales, los jud¨ªos, los protestantes, los musulmanes, los catalanes, por ejemplo) tiende a reaccionar con alarma ante cualquier dato relacionable con su problem¨¢tica. Pero nadie parece saber o tener en cuenta que Camilo Jos¨¦ Cela, en su libro Reloj de arena,Pasa a la p¨¢gina siguiente

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reloj de sol, reloj de sangre , publicado en Barcelona en 1989, describe en primera persona del plural, y no para condenarla, la sodomizaci¨®n activa, por parte de un grupo de amigos, de un adolescente indio. No estimo ¨¦sta la forma de escribir de un hom¨®fobo. E, inversamente, nadie parece advertir la homofobia de Andr¨¦s Trapiello al se?alar con el dedo a Jaime Gil de Biedma por su ocasional trato carnal con un chico de 13 a?os en Manila y encontrar, en cambio, natural¨ªsimo el continuado trato carnal de Antonio Machado con una Leonor que acababa de cumplir 15 a?os; eso s¨ª que es homofobia, esa diferencia de pesos y medidas seg¨²n el sexo. Y homofobia es, por lo dem¨¢s, la de Antonio Machado al escribir: ?La pederastia -actividad er¨®tica desviada y superflua- es la compa?era inseparable de la gimn¨¢stica?.- .