Fiesta "naranja" bajo control
Los aficionados holandeses y brasile?os devuelven el ambiente festivo a Marsella
Marsella se ti?¨® ayer de color naranja y se sumergi¨® por primera vez en la fiesta del Mundial. Unos 20.000 holandeses fueron llegando desde la noche del viernes a la ciudad sin que se produjeran incidentes. Tras el paso traum¨¢tico de los hooligans, Marsella retom¨® el tono l¨²dico y abandon¨® el clima de guerrilla urbana, desatado especialmente horas despu¨¦s del Inglaterra-T¨²nez. Miles de holandeses ataviados con camisetas y sombreros de copa de tonos naranjas y con la cara pintada de blanco, rojo y azul -los colores de su bandera- mataron las horas en la playa de El Prado, jugando a la petanca o durmiendo junto a los jardines del estadio del Vel¨®dromo.La pantalla gigante se instal¨® de nuevo junto al mar y se organiz¨® esta vez la fiesta de la m¨²sica. "Bienvenidos a la fiesta", rezaba un cartel en el Port Vieux. El lema parec¨ªa el lunes una broma de mal gusto, pero el viernes se hizo realidad. Miles de holandeses y brasile?os, instalados ya en la ciudad aguardando el Brasil-Noruega, se confundieron en las terrazas del puerto. Marsella no se f¨ªa. La polic¨ªa les vigilaba desde cerca. El Ayuntamiento decret¨® de nuevo una ley seca y prohibi¨® la venta de alcohol desde las 14.00 horas del viernes hasta la noche de hoy. Y en previsi¨®n de posibles incidentes tras el encuentro, los bares dejaron de vender alcohol a media noche.
El Ministerio de Interior accedi¨® a dos peticiones de la alcald¨ªa: sufragar los da?os causados por los hooligans y enviar una dotaci¨®n extra de 1.500 polic¨ªas. Pero un punto de resquemor ha quedado en la ciudad: enfurecidos por lo ocurrido, los taxistas fijaron para el fin de semana una tarifa ¨²nica de 100 francos (2.500 pesetas) independientemente de la carrera. Y nadie oculta un punto de verg¨¹enza: trascendi¨® ante todo el mundo la falta de integraci¨®n de la numerosa colonia magreb¨ª que vive en los barrios del norte y que se enfrent¨® a los hooligans despu¨¦s de que estos despreciaran a los tunecinos.
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