Miles de iran¨ªes toman las calles para celebrar el triunfo sobre Estados Unidos
La noche se convirti¨® en una fiesta. Los iran¨ªes tomaron las calles de sus ciudades para celebrar el triunfo futbol¨ªstico sobre Estados Unidos. La manifestaci¨®n de alegr¨ªa se convirti¨® tambi¨¦n en una reivindicaci¨®n de sentimientos hasta ahora reprimidos por la moral imperante tras la Revoluci¨®n Isl¨¢mica. Los polic¨ªas, desbordados por los acontecimientos, miraban sin intervenir o se un¨ªan al jolgorio.Fue como una gigantesca boda. Coches tocando el claxon, banderas, globos, trompetas y un punto de transgresi¨®n. La prohibida m¨²sica occidental sonaba a todo volumen. Los chicos bailaban en medio de la calle. Las muchachas, con los pa?uelos resbalando sobre el pelo, tocaban las palmas mientras llevaban el ritmo con los pies. Ni?os, j¨®venes, mayores. Familias, parejas, grupos de amigos. Todos compart¨ªan un estado de gracia que trascend¨ªa barreras sociales y convenciones.
?Por esta noche, somos libres?, proclamaba Shayest¨¦, una veintea?era a¨²n incr¨¦dula de la experiencia que estaba viviendo. ?Ma?ana volveremos a la realidad, pero hoy nadie puede pararnos?, a?ad¨ªa en medio de la batahola. Llevaban d¨ªas esperando este momento, pero no terminaban de cre¨¦rselo. ?Despu¨¦s de lo que ha pasado en el Parlamento (la destituci¨®n del ministro de Interior), tal vez los jugadores se sientan deprimidos?, hab¨ªa temido Morteza al conocer el rev¨¦s propinado por los conservadores al Gobierno del reformista Mohamed Jatam¨ª. Pero si los duros ganaron la partida en la C¨¢mara legislativa, donde tienen mayor¨ªa, el sector pro Jatam¨ª barri¨® en las calles. Su desenfado y ganas de disfrutar dec¨ªan mucho de lo que esta poblaci¨®n -dos tercios de la cual tienen menos de 25 a?os- espera del futuro inmediato. El presidente Jatam¨ª entendi¨® el mensaje y por eso logr¨® sus votos. En la madrugada, en un gesto inusual por estos pagos, se dirigi¨® al pa¨ªs en directo por televisi¨®n para felicitar a los jugadores, a los j¨®venes y a todos los iran¨ªes que han rezado por ellos.
Jatam¨ª tambi¨¦n pidi¨® contenci¨®n porque estamos en v¨ªsperas del d¨ªa que conmemora la muerte del profeta Mahoma, una fecha triste para los musulmanes. Pero la jornada de luto del martes quedaba demasiado lejos a¨²n. La plaza de Tajrish, las calles Shiariat¨ª y Jord¨¢n, la popular Vali-e Asr. Toda la ciudad estaba colapsada a las cuatro de la madrugada, hora local. ?Ir¨¢n, Ir¨¢n, Ir¨¢n?, coreaban decenas de grupos en cada uno de los cruces. Muchos, deseosos de prolongar el sue?o, tomaban fotos o grababan en v¨ªdeo. Los m¨¢s t¨ªmidos se limitaban a amontonarse a las puertas de las casas y jalear a quienes pasaban por delante.
Los dos goles iran¨ªes han dado un impulso a la autoconfianza y el orgullo nacionales. Las relaciones con Estados Unidos son otra cosa. De madrugada los esl¨®ganes hablaban de que Ir¨¢n le hab¨ªa ?hecho un gran agujero? a la gran potencia, una expresi¨®n bastante fuerte en farsi.
M¨¢s informaci¨®n en la p¨¢gina 51
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