El "caso Arrosagaray"
Durante el debate en el pleno del Parlamento vasco se apel¨® por igual a la fractura ideol¨®gica del pa¨ªs que al sentimiento colectivo favorable a las selecciones vascas, algo razonable en la pasi¨®n futbol¨ªstica (con precedentes hist¨®ricos), pero discutible en el resto de deportes. El caso del equipo Euskadi en ciclismo, revela la dif¨ªcil convivencia entre la competici¨®n y los sentimientos. Aprobada la ley, como paraguas protector del entusiasmo, se esperan acontecimientos. Los primeros en ser llamados ser¨¢n las federaciones de m¨¢xima implantaci¨®n en el Pa¨ªs Vasco, aquellos en los que la actividad espa?ola es testimonial y s¨®lo amparada por la jurisdicci¨®n (pelota, remo -en cuanto al banco fijo-, lucha sambo o surf). De hecho el caso de ¨¦sta ¨²ltima ya fue invocado por la parlamentaria de HB Jone Goirizelaia al recordar la creaci¨®n urgente de una federaci¨®n espa?ola ante la aparici¨®n de la federaci¨®n vasca de surf. El reto de la parlamentaria de HB ten¨ªa sin embargo otra fecha fija: octubre de este a?o, en M¨¦xico, donde se celebrar¨¢n los Mundiales de Pelota. "Ah¨ª veremos si es posible participar con una selecci¨®n vasca que integre a Navarra e Iparralde". No ser¨ªa el primer intento. Origen o destino La participaci¨®n de selecciones vascas tiene un primer problema de definici¨®n: la presencia de navarros y vascofranceses ampl¨ªa el conflicto a dos estados. La seleccci¨®n vasca de f¨²tbol, consigui¨® reunirlos a todos en un amistoso frente a Bolivia. Lizarazu se visti¨® la zamarra verde. Sin embargo, la petici¨®n de la parlamentaria de HB los inclu¨ªa a todos. El mundo de la pelota vivi¨® un caso a la inversa. El palista Arrosagaray, de Valcarlos (Navarra), compet¨ªa por la federaci¨®n francesa.Por razones de cercan¨ªa, cursaba sus estudios en Bayona, lo que le convirti¨® en un palista franc¨¦s. Francia gan¨® un Campeonato del Mundo gracias al punto de Arrosagaray en pala corta. A cambio, otro pelotari profesional vasco-franc¨¦s Pampi Laduche, disput¨® campeonatos espa?oles manomanistas, sin que se quebrara ninguna estructura. En el caso de la selecc¨ª¨®n vasca de f¨²tbol, las primeras reticencias para contar en los encuentros amistosos con futbolistas navarros provinieron de Osasuna, que hubo de reconducir su postura ante la actitud de los propios afectados y del entorno general. El car¨¢cter amistoso de los acontecimientos favoreci¨® muchos consensos. El caso m¨¢s singular se ha producido en la lucha sambo, donde la seleccci¨®n vasca ha adquirido rango per se en competiciones internacionales de car¨¢cter oficial, en las que ha participado de forma separada a la selecci¨®n espa?ola. Una situaci¨®n an¨®mala que ha sido tolerada sin mayores problemas. En Catalu?a tambi¨¦n se han tolerado distintos campeonatos internacionales de categor¨ªas inferiores, en algunas ocasiones mediante el cambio de denominaci¨®n que inclu¨ªa el termino "regiones" para asimilar la condici¨®n europea. Arrosagaray vivi¨® el caso a la inversa.
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