Los compromisos de Tina Modotti
JOSU BILBAO FULLAONDO Cuando uno toma en sus manos un libro de fotograf¨ªas, no es frecuente encontrar entre sus p¨¢ginas una especial profusi¨®n de datos sobre el autor. Generalmente el mayor espacio se cede a las im¨¢genes y queda un peque?o apartado para quien las realiz¨®. Se trata de una f¨®rmula aceptada donde se prioriza el inter¨¦s de un trabajo que es eminentemente visual, pero que deja un vac¨ªo sobre las causas profundas que impulsaron su realizaci¨®n. No es frecuente que por s¨ª solos los motivos ic¨®nicos desvelen su contenido. En su ambig¨¹edad, plantean dudas que es necesario resolver con una oferta de datos concretos, que permitan explorar con menor dificultad los espacios, situaciones y momentos que nos presentan. Para la comprensi¨®n de todo este entramado, una herramienta de indudable valor es el conocimiento de las vivencias del autor. Son motor activo de sus impulsos, factores que despu¨¦s de una reflexi¨®n, y en ocasiones de forma improvisada, marcan las repuestas que ofrece de su entorno. Por todo ello, resulta al menos reconfortante cuando uno encuentra libros como este Tina Modotti, porque ayuda a comprender con mayor precisi¨®n el trabajo fotogr¨¢fico que llev¨® a cabo esta mujer. Escrito por la alemana Christiane Barckhausen-Canale, es una biograf¨ªa detallada que acaba de publicar la editorial Txalaparta de Tafalla. En esta ocasi¨®n no se hace una disecci¨®n maniquea de la protagonista, lo que otros autores han denominado "a?os luminosos", los de M¨¦xico y la fotograf¨ªa, y "a?os oscuros", los de su trabajo en el Socorro Rojo Internacional. Es una visi¨®n global. A lo largo de 170 p¨¢ginas se establece una conexi¨®n entre vida familiar, inquietudes intelectuales, relaciones amorosas, solidaridad con los m¨¢s desfavorecidos y fotograf¨ªa, que abre las v¨ªas de interpretaci¨®n suficientes como para explicarse holgadamente el contenido de su obra. Tina Modotti (1896-1942) naci¨® en una familia humilde de la ciudad italiana de Udine. Con 17 a?os, despu¨¦s de haber trabajado cuatro en una fabrica textil, embarc¨® hacia San Francisco (EEUU) donde la reclamaba su padre, obrero y militante socialista, instalado all¨ª desde 1905. Tras varios a?os viviendo como costurera, se cas¨® con el dise?ador de tejidos de origen franc¨¦s Roubais de l"Abrie. Fue en el taller de su marido donde se le abri¨® un mundo de relaciones que la llevaron a interpretar peque?os papeles cinematogr¨¢ficos en Hollywood. Tambi¨¦n all¨ª conoci¨® al fot¨®grafo Edward Weston (1887-1958), de quien fue modelo, amante y disc¨ªpula. Era 1921 cuando dio sus primeros pasos como reportera. En 1923, se traslad¨® a M¨¦xico, donde trabaj¨® para diversos peri¨®dicos y revistas hasta 1930. Expulsada de este pa¨ªs por su intensa actividad pol¨ªtica en el partido comunista se traslad¨® a Berl¨ªn, Par¨ªs y Mosc¨². Luego, durante la guerra civil, vino a Espa?a, de donde volvi¨® al pa¨ªs azteca en 1939, para morir tres a?os m¨¢s tarde. La fotograf¨ªa de Tina Modotti se distanci¨® notablemente de quien fue su maestro. ?l se preocup¨® de la fidelidad y la nitidez de sus reproducciones, no introdujo la proximidad con el objeto. Ella s¨ª, era m¨¢s vital. Sin olvidar sus influencias, tuvo m¨¢s apego a la realidad y fotografi¨® la vida en la calle. Acentu¨® los verdaderos problemas de las personas para presentarlos de manera descarnada. Las mujeres mejicanas, los ni?os, las manifestaciones de obreros, el detalle de una flor o de los vasos de vino, unas monjas en Alemania, daban pie a im¨¢genes, seg¨²n sus propias palabras, "honradas, sin trucos ni manipulaciones", premisas que dieron pie a que su nombre se uniera a los autores m¨¢s relevantes de la fotograf¨ªa latinoamericana. Llegada de lejos, la figura de Tina, recogida con destreza en los murales del pintor Diego Rivera, particip¨® en el renacer de los aspectos m¨¢gicos de la cultura mexicana. Una trayectoria humana de compromiso, dedicada a los dem¨¢s, que se podr¨ªa resumir en aquello que ella escribi¨®: "Estoy siempre luchando para adaptar mi vida a mi temperamento y a mis necesidades; en otras palabras, pongo demasiado arte, demasiada energ¨ªa en mi vida, y por eso no me queda mucho por darle al arte".
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