Sofocante selectividad
El calor agudizo el 'sufrimiento' de los estudiantes durante la primera jornada de la prueba m¨¢s temida
Los aspirantes a estudiar en la universidad no s¨®lo tuvieron que v¨¦rselas ayer con las preguntas sobre enlaces de hidr¨®geno, el teatro espa?ol entre 1900 y 1936l o las as¨ªntotas de una funci¨®n matem¨¢tica. El calor se convirti¨® en el enemigo m¨¢s evidente para muchos de los 36.000 estudiantes que iniciaron el examen de selectividad en los seis campus p¨²blicos de la regi¨®n. El suplicio, seg¨²n todos los pron¨®sticos, se prolongar¨¢ durante hoy y ma?ana. Pese al calor, apenas hubo que lamentar media docena de mareos y lipotimias sin mayor trascendencia.Las universidades madrile?as supieron afrontar la avalancha de alumnos sin que nada se descabalara. La jornada discurri¨®, en todos los campus, con notable tranquilidad: alg¨²n mareo aislado, alguna hemorragia nasal, alg¨²n ag¨®nico sofoco por llegar a la facultad con la hora pegada. Eso, y muchos, muchos nervios. Pero todo dentro del gui¨®n establecido.
Tranquilidad
Ni siquiera en la universidad Rey Juan Carlos, que ayer se estrenaba en estas lides de la organizaci¨®n, hubo lugar para el sobresalto. En realidad, la entrada a las aulas discurri¨® tranquila salvo para una joven que olvid¨® su carn¨¦ de identidad en casa, informa Susana Moreno. La estudiante se angusti¨® al comprobar que no pod¨ªa examinarse sin el documento, pero una profesora que la conoc¨ªa pudo solucionar el embrollo. A los pocos minutos, una mujer entraba en la Escuela de Inform¨¢tica de la Rey Juan Carlos sin aliento y preguntando por su hija, con el DNI de la joven, el libro de familia y el n¨²mero de identificaci¨®n fiscal en la mano.Los ¨²nicos que disfrutaron de una jornada un poco m¨¢s llevadera fueron los privilegiados a los que les correspondi¨® una facultad equipada con aire acondicionado. A¨²n son las menos, pero existen.
En la Aut¨®noma, por ejemplo, la suerte sonri¨® a los alumnos que se acomodaron en Derecho, Filosof¨ªa y Letras, Biol¨®gicas y Psicolog¨ªa; estas tres ¨²ltimas facultades, eso s¨ª, s¨®lo para los que se sentaron en la planta baja...
La valeriana y la tila constituyeron el ant¨ªdoto favorito de los alumnos contra los nervios. De ellos, los hab¨ªa templados -pocos-, ojerosos -en buen n¨²mero- y al borde del histerismo, en el caso de los m¨¢s desinhibidos. "Estaba deseando salir de casa", confesaba Carlos, de 18 a?os reci¨¦n cumplidos, a primera hora de la ma?ana en la Ciudad Universitaria, al pie de la facultad de Ciencias de la Informaci¨®n. Y se explicaba: "Despu¨¦s de tres semanas estudiando ocho o diez horas al d¨ªa, lo que m¨¢s deseo es soltarlo todo. Y que pase lo que tenga que pasar". Pocos pasos m¨¢s all¨¢, Mar¨ªa ensayaba una sonrisa que le sal¨ªa m¨¢s bien desencajada. "Ya le¨ª en el peri¨®dico del domingo eso de que el ¨²ltimo d¨ªa no se debe estudiar. Lo siento, he desobedecido...", confesaba.
Valorar la vocaci¨®n
La Complutense recibi¨® a los estudiantes que se examinaban en sus clases (unos 18.000, la mitad de todo Madrid) con una edici¨®n extra de su peri¨®dico oficial, Gaceta Complutense. En el n¨²mero se ofrece informaci¨®n sobre cada una de las facultades, sus direcciones en Internet, un plano a doble p¨¢gina de la Universitaria y una entrevista en la que su vicerrectora de alumnos, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez-Pacheco, esboza alguna de las ideas que ayer reiter¨® durante todo el d¨ªa. Por ejemplo, que la selectividad deber¨ªa poder repetirse "cuantas veces quisiera el alumno", adem¨¢s de "encontrar una forma de valorar su vocaci¨®n".Quienes ayer se examinaban siguiendo el modelo de la LOGSE (unos 3.000, lo que supone la d¨¦cima parte del total) estrenaron el sistema de las etiquetas con c¨®digo de barras para poder identificar sus ejercicios.
En la correcci¨®n tambi¨¦n entra en vigor la regla del 0,25: la calificaci¨®n de cada pregunta debe ser m¨²ltiplo de esta cifra, para simplificar y homogeneizar las calificaciones. A ello hay que a?adir un nuevo redondeo: si la nota total de un examen es, por ejemplo, de 7,25 o 7,75, se anotar¨¢ 7,3 y 7,8.
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