Primarias de Sevilla

En la edici¨®n de EL PA?S Andaluc¨ªa del d¨ªa 20 aparec¨ªa un art¨ªculo firmado por el militante socialista Emilio Carrillo, coordinador de la candidatura de S¨¢nchez Monteseir¨ªn, en el que, bajo el t¨ªtulo de Alguien quiere, por f¨ªn, ser alcalde de Sevilla, se vierten aut¨¦nticos insultos -subliminales, eso s¨ª, pero insultos al f¨ªn- contra el otro candidato socialista en la primarias del PSOE para la alcald¨ªa de Sevilla, Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla. En dicho art¨ªculo se insin¨²a algo as¨ª como que Rodr¨ªguez de la Borbolla antepone sus intereses personales a los de su partido y su ciudad y que viene a ser una especie de vividor de la pol¨ªtica al que no le interesa ganar las elecciones y llevar a cabo un proyecto progresista para Sevilla sino tan s¨®lo seguir disfrutando de sus actuales cargos. Carmen Hermos¨ªn y Manuel Chaves, los m¨¢ximos responsables del Partido en Sevilla y Andaluc¨ªa respectivamente han recomendado reiteradamente y con gran sentido com¨²n a los dos candidatos que concurren a las primarias que no se descalifiquen entre s¨ª. Los dos son socialistas, los dos son buenos candidatos y los dos podr¨ªan ser dos excelentes alcaldes para nuestra ciudad. Se equivoca Carrillo al plantear una guerra de buenos y malos. En el proceso de primarias s¨®lo se trata de que los militantes decidan qui¨¦n puede ser mejor candidato para un objetivo concreto en un momento concreto. Al querer favorecer a su candidato insultando a otro compa?ero, Emilio Carrillo incurre en un exceso de celo que s¨®lo perjudica al PSOE y a su candidatura, sea quien sea el candidato ganador. Pi¨¦nselo bien ¨¦l y reflexione tambi¨¦n quien le haya autorizado -si es que alguien lo ha hecho- a publicar tan desafortunado art¨ªculo. Por supuesto, la opini¨®n de Emilio Carrillo a favor de la candidatura de Monteseir¨ªn es absolutamente respetable. Pero no son ¨¦sas las formas. Yo, por ejemplo, soy de la opini¨®n de que el mejor candidato a la alcald¨ªa de Sevilla en este momento es Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla y no siento la menor necesidad de desprestigiar a nadie.-