Mitterrand prometi¨® a Gonz¨¢lez en noviembre de 1983 expulsar a etarras
Felipe Gonz¨¢lez aludi¨® ayer en el Supremo a dos documentos, a los que ha tenido acceso EL PA?S, que cuestionan la tesis de que el secuestro de Segundo Marey fue ordenado por el Gobierno para forzar la liberaci¨®n de cuatro polic¨ªas espa?oles detenidos en Francia y presionar a sus autoridades a colaborar contra ETA. Por el contrario, argument¨®, la guerra sucia estuvo a punto de dar al traste con la excarcelaci¨®n de los agentes y con un compromiso adquirido por el presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand, para expulsar etarras.
El Gobierno, sostuvo ayer Felipe Gonz¨¢lez, nunca pudo ordenar la captura de Segundo Marey para intercambiarlo por los cuatro polic¨ªas espa?oles que el 18 de octubre de 1983 fueron detenidos en Francia acusados del intento de secuestro del militante de ETA pol¨ªtico-militar Jos¨¦ Mar¨ªa Larretxea.Entre otras razones, argument¨®, porque Marey fue secuestrado el 4 de diciembre y la liberaci¨®n de los cuatro agentes estaba decidida desde 13 d¨ªas antes. En estas circunstancias, el secuestro s¨®lo pod¨ªa dificultar las gestiones encaminadas a su excarcelaci¨®n.
Para avalar esta tesis, el ex presidente se present¨® ante el tribunal con la copia de un escrito firmado el 21 de diciembre de 1983 por el procurador de la Rep¨²blica, equivalente franc¨¦s al fiscal, en el que ¨¦ste declaraba "no oponerse a la puesta en libertad del inculpado" Jes¨²s Guti¨¦rrez Arg¨¹elles, el inspector espa?ol detenido en Francia, "bajo reserva de la fijaci¨®n de una fianza que garantice su presentaci¨®n y el pago de las costas".
El fiscal acept¨® conceder al acusado la libertad que reclamaba bas¨¢ndose en la lentitud del procedimiento y en la necesidad de que la detenci¨®n preventiva resultara proporcional a "la gravedad de los hechos cometidos y a su previsible sanci¨®n".
La labor diplom¨¢tica del Gobierno espa?ol no fue ajena a esta decisi¨®n. Dos d¨ªas antes del pronunciamiento del fiscal, el 19 de noviembre de 1983, Gonz¨¢lez mantuvo una entrevista telef¨®nica con el presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand.
Seg¨²n el resumen confidencial de aquella conversaci¨®n que ese mismo d¨ªa transmiti¨® por t¨¦lex el jefe del Gobierno espa?ol a otras autoridades del Estado, a trav¨¦s del Gabinete Telegr¨¢fico de La Moncloa, el "asunto de los cuatro polic¨ªas" fue el primero abordado entre ambos.
"Las autoridades francesas han intentado que (los polic¨ªas espa?oles) no pasen a la fase judicial y despu¨¦s, que no pase de un juicio de faltas, pero el juez no lo ha tenido en cuenta", escribi¨® Gonz¨¢lez. Mitterrand "est¨¢ preocupado por el asunto, que considera muy importante para nuestras relaciones, y seguir¨¢n intentado una soluci¨®n", agreg¨®.
Respecto a la lucha contra el terrorismo, Mitterrand le dijo, seg¨²n la nota, que "ha prohibido la concesi¨®n de cartas de residencia para los etarras y que est¨¢ dispuesto a expulsar a los que les comunicamos del territorio franc¨¦s, ayudando lo m¨¢s intensamente que pueda a la cooperaci¨®n, pero sin hacer declaraciones p¨²blicas sobre el tema. Reiter¨® varias veces su disposici¨®n".
El grueso de la conversaci¨®n vers¨®, sin embargo, sobre las negociaciones para el ingreso de Espa?a en la Comunidad Econ¨®mica Europea, que acabar¨ªa consum¨¢ndose en 1986. Mitterrand, seg¨²n Gonz¨¢lez, "est¨¢ totalmente decidido a que se progrese en la integraci¨®n de Espa?a en la CEE, comprometi¨¦ndose ¨¦l personalmente", aunque "se ha preocupado porque, a las dificultades que ya tienen, se a?aden las que puedan, l¨®gicamente, derivarse de una excesiva agitaci¨®n del tema en los medios de comunicaci¨®n, que genere un sentimiento de rechazo hipernacionalista en Francia. No puede dar la imagen de actuar bajo presi¨®n".
Las dificultades para la adhesi¨®n de Espa?a a la CEE, seg¨²n le dijo Mitterrand a Gonz¨¢lez, eran de orden econ¨®mico y pol¨ªtico; las primeras, centradas en la agricultura, y las segundas, en la divisi¨®n de los partidos franceses, tanto de la mayor¨ªa gubernamental como de la oposici¨®n.
"?l est¨¢ completamente dispuesto a comprometerse con el proceso de adhesi¨®n", escribi¨® el presidente espa?ol tras su entrevista telef¨®nica con el jefe del Estado franc¨¦s; "propone la intensificaci¨®n de encuentros ministeriales, a ser posible discretos. Reitera que no se a?adan dificultades a las que ya existen, y repite varias veces su inter¨¦s de tener un encuentro conmigo para charlar ampliamente. En los pr¨®ximos d¨ªas propondr¨¢ fechas para ese encuentro, que piensa que ser¨¢ m¨¢s eficaz si lo hacemos privadamente".
La nota concluye, como resumen, que Mitterrand "da la impresi¨®n de estar preocupado por el incidente de los cuatro polic¨ªas, que realiza gestiones sin que los jueces le hayan hecho caso hasta el momento. Es claro que ha cambiado su actitud en cuanto al tema del terrorismo, por lo que puede abrirse una v¨ªa de cooperaci¨®n mucho m¨¢s eficaz, que incluye desde la negativa de la carta de residencia hasta la expulsi¨®n de Francia de los dirigentes etarras. Pretende que no haya publicidad y me reitera que todo me lo dice como amigo, para que conozca su actitud".
En relaci¨®n con la CEE, escribe Gonz¨¢lez, "sin bajar la guardia sobre las dificultades econ¨®micas y pol¨ªticas, tengo la impresi¨®n de que ha llegado al convencimiento de que es inevitable la integraci¨®n de Espa?a".
"Al mismo tiempo", agrega, Mitterrand "parece reconocer que el Gobierno franc¨¦s no se ha tomado nunca en serio el estudio del dossier que en este momento est¨¢ dispuesto a hacerlo, potenciando al m¨¢ximo el entendimiento bilateral".
La primera reuni¨®n entre Gonz¨¢lez y Mitterrand, a la que se alude en el telex, se celebr¨® un mes despu¨¦s de esta conversaci¨®n telef¨®nica: el 20 de diciembre de 1983 en Par¨ªs. En la v¨ªspera del encuentro, los GAL cometieron su primer atentando mortal, asesinando en Bayona (Francia) al presunto etarra Ram¨®n O?ederra. El 10 de enero de 1984, la polic¨ªa francesa realiz¨® su primera redada contra ETA. De los 17 detenidos, seis fueron deportados a Panam¨¢ y el resto confinados en el norte de Francia.
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