"En sanidad, lo bueno en la oposici¨®n es malo en el Gobierno"
Jos¨¦-Manuel Freire (Orense 1949), es m¨¦dico y ha ocupado, entre otros cargos, el de Consejero de Sanidad del Pa¨ªs Vasco entre 1987 y 1991. Apenas hace una semana que ha sido elegido Coordinador Federal de Sanidad del Partido Socialista. Este mismo a?o escribi¨® en un volumen sobre El Futuro del Estado del Bienestar, (Editorial C¨ªvitas) a prop¨®sito de la baja prioridad pol¨ªtica que tiene la sanidad: "Parecer¨ªa que... desde el Gobierno cabe esperar bien poco de la sanidad en t¨¦rminos de apoyo popular, de modo que lo mejor que puede ocurrir es que no genere ruido. Desde la oposici¨®n ocurre al rev¨¦s: se espera mucho de la sanidad y no se reh¨²ye el atizamiento de conflictos y demagogia".Pregunta: O sea, que la sanidad cuando es realmente rentable es desde la oposici¨®n.
Respuesta: Yo he escrito que la historia de la alternancia democr¨¢tica espa?ola muestra que en el caso de la sanidad, si cabe m¨¢s que en cualquier otra pol¨ªtica, lo que es bueno desde la oposici¨®n, es malo en el Gobierno. Y precisamente he criticado de forma repetida este cinismo pol¨ªtico, que ilustra perfectamente el comportamiento del PP, antes en la oposici¨®n y ahora en el Gobierno. De ah¨ª su obsesi¨®n actual por no asustar con el recuerdo de lo que dec¨ªa y hac¨ªa. Personalmente creo que este modo de hacer pol¨ªtica no es ¨¦tico, y que hay que ser coherente. Para m¨ª, lo que sea bueno para la sanidad p¨²blica ser¨¢ bueno para el partido socialista, lo haga quien lo haga. Y lo que digamos desde la oposici¨®n ser¨¢ tambi¨¦n el compromiso que mantendremos cuando los ciudadanos nos den su confianza.
P: Bueno, el PSOE ha criticado el medicamentazo, que fue, como Gobierno, el primero en aplicar. Incluso el Gobierno socialista andaluz ha decidido revocarlo en su comunidad.
R: "Medicamentazo" es un t¨¦rmino de combate inventado por el PP y sus medios afines, contra el Gobierno socialista. Con ¨¦l, el PP pretend¨ªa desacreditar la retirada de la financiaci¨®n p¨²blica de medicamentos de baja utilidad m¨¦dica, una medida necesaria y l¨®gica. El PP la critic¨® irresponsablemente, hizo promesas demag¨®gicas y, una vez en el gobierno lanz¨® parad¨®jicamente su propio "medicamentazo". ?ste es criticable porque incluye medicinas que s¨ª tienen probada utilidad terap¨¦utica, y porque la elaboraci¨®n de la lista no ha sido transparente. Es una medida improvisada cuyo ¨²nico objetivo es lograr una cantidad prefijada que cuadrase el presupuesto. Este es el contexto en el que hay que ver la decisi¨®n del Gobierno andaluz de financiar las medicinas excluidas: en la lista hay productos terap¨¦uticamente ¨²tiles, y as¨ª lo han reconocido las sociedades cient¨ªfico-m¨¦dicas, la decisi¨®n de Andaluc¨ªa tiene una l¨®gica que la hace entendible.
P: ?Ha sido realmente la sanidad una prioridad para los Gobiernos socialistas?
R: En mi opini¨®n debiera haberlo sido mucho m¨¢s, ya que son muchos los que piensan que no tuvo la prioridad pol¨ªtica que merec¨ªa, que ¨¦sta debiera haber sido m¨¢s visible para la poblaci¨®n y tambi¨¦n para los profesionales sanitarios. La sanidad, junto con la educaci¨®n, deben ser pol¨ªticas muy prioritarias para los socialistas, por la importancia que tienen para la gente, y porque son instrumentos b¨¢sicos de solidaridad y justicia social.
P: Los hospitales est¨¢n inmersos en una reforma. ?Es la que hubiera propuesto el PSOE?
R: Decididamente no, adem¨¢s, hay aqu¨ª muchos m¨¢s planteamientos confusos que reforma real. El PP persigue la desacreditada quimera del mercado interno hospitalario de Margaret Thatcher, tan poco exitoso en el Reino Unido y que ha sido abolido por el Gobierno laborista sin ruido alguno. Se trata de propuestas nada adaptadas a los problemas reales de nuestros hospitales. El peligro m¨¢s claro es que aumenten los costes de todo tipo, que la gesti¨®n se haga m¨¢s complicada, pero no m¨¢s eficiente, en definitiva, que cueste m¨¢s dinero, sin dar mejor medicina. De hecho, ya se est¨¢n gastando centenares de millones en elaborar lo que llaman Planes Estrat¨¦gicos de hospitales, cuyos mayores beneficiarios ser¨¢n los consultores externos.
P: El PSOE se despidi¨® de su mandato con la mayor huelga de m¨¦dicos habida en Espa?a.
R: Efectivamente fue una experiencia desgraciada y traum¨¢tica. Por cierto, muy atizada por responsables sanitarios del PP de entonces. El descontento de base que la motiv¨® tiene causas complejas, una de ellas sin duda es que a los Gobiernos socialistas les ha faltado sensibilidad pol¨ªtica hacia los m¨¦dicos y su papel en la sanidad. En esto queremos cambiar radicalmente, reconociendo que la medicina es un servicio profesional y personal, en el que m¨¦dicos y enfermer¨ªa tienen un papel central para los pacientes, y por lo tanto, en la organizaci¨®n sanitaria. Para m¨ª el partido socialista debiera aspirar a ser tambi¨¦n la opci¨®n pol¨ªtica natural y mayoritaria de los m¨¦dicos y enfermer¨ªa.
P: ?Otros prop¨®sitos de enmienda?
R: Estamos decididos a corregir errores. Por ejemplo, la salud p¨²blica debe ser parte importante de la pol¨ªtica p¨²blica. El Sistema Nacional de Salud puede y debe ofrecer servicios por los cuales merezca la pena pagar impuestos y que sean un factor de seguridad ante la enfermedad, de solidaridad e igualdad. Contrariamente al PP y a CiU, los socialistas no apoyamos el desarrollo de una sanidad dual, y por ello estamos en contra de la extensi¨®n Muface a otros colectivos, y de subvencionar fiscalmente la medicina privada. Entendemos que hacerlo generar¨ªa desigualdad y privilegios injustos, al tiempo que desinteresar¨ªa a sectores influyentes en la mejora del sistema sanitario de todos. Nada debe impedir que la sanidad p¨²blica funcione lo suficientemente bien como para que todas las clases sociales utilicen sus servicios. Debemos preguntarnos, por ejemplo, por qu¨¦ hay tantos funcionarios que no optan por los servicios de la Seguridad Social. Y analizar qu¨¦ es lo que hay que mejorar para que la gente est¨¦ m¨¢s satisfecha con los servicios sanitarios p¨²blicos, replanteando de ra¨ªz las desigualdades existentes.
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