"Eso del teatro imposible es mentira"
VIENE DE LA P?GINA 1 Cuando se habla de las piezas m¨¢s vanguardistas de Lorca se habla de teatro imposible. "Eso del teatro imposible", se?ala Oll¨¦, "es mentira. Lorca lo llam¨® as¨ª por la ¨¦poca. Pero una l¨®gica perfecta lo controla todo. En su cerebro, con su poes¨ªa surrealista, la obra de Lorca encierra un argumento elemental. Es un cuento. Lo que pasa es que sus coet¨¢neos no fueron demasiado valientes con ¨¦l. Eran muchos los que le suger¨ªan que renegara de El p¨²blico. As¨ª que pasen cinco a?os ha pasado como una de las obras dif¨ªciles, pero si la miras como un manifiesto vital, resulta que est¨¢ m¨¢s cerca de Jacques Brel que de la complejidad de un jerogl¨ªfico: es n¨ªtida". Con motivo del estreno de As¨ª que pasen cinco a?os, Joan Oll¨¦ ha manifestado repetidamente que Lorca no es surrealista. "Lo que he querido decir es que Lorca era poeta y que el surrealismo coincidi¨® con ¨¦l. Lorca us¨® algunas herramientas surrealistas, extrapol¨® algunas met¨¢foras, pero lo que est¨¢ claro es que a Lorca no le era necesario Andr¨¦ Breton para que pudiera so?ar con palomas de cemento. Es como si el surrealismo s¨®lo le hubiese permitido utilizar con toda libertad el lenguaje po¨¦tico popular de Andaluc¨ªa. Ahora resulta que la herencia surrealista forma parte de nuestro bagaje y cuando o¨ªmos verde que te quiero verde nos coge un escalofr¨ªo, aunque no sea m¨¢s que una tautolog¨ªa". De As¨ª que pasen cinco a?os, Miguel Narros ha montado dos versiones, en 1978 y 1989, y otra Atalaya Teatro. "Yo s¨®lo he visto la versi¨®n de Atalaya, donde todo se mov¨ªa bajo el signo de la marionetizaci¨®n, la rob¨®tica. Lo que a m¨ª me interesa es explicar sencillamente la historia de un hombre que tiene miedo del tiempo, de la muerte, del amor. Lo que leo es un autorretrato po¨¦tico de Lorca en el que trenza una autobiograf¨ªa a trav¨¦s de un yo imaginario. Es un grito desesperado que me recuerda la canci¨®n de Mach¨ªn: se vive solamente una vez, hay que aprender a amar y a vivir. Para realizar este montaje no he rele¨ªdo el teatro de Lorca, pero s¨ª he le¨ªdo sus primeros poemas y sus cartas. A trav¨¦s de ¨¦stas, a veces tan infantiles, me imagino lo que deb¨ªa ser Lorca en la Residencia de Estudiantes, junto a Bu?uel, Dal¨ª y tantos otros, y luego de regreso a Granada junto a su madre, que le pregunta: "Federiquito, y ?para cu¨¢ndo la boda?...", y ¨¦l que contesta: "?As¨ª que pasen cinco a?os!". ?Qu¨¦ significa inaugurar un Grec? "Lo que procuro", dice Oll¨¦, "es que no signifique nada especial porque de lo contrario ser¨ªa una responsabilidad que comportar¨ªa un temor y eso nunca es bueno. El Teatre Grec no es un espacio c¨®modo para estrenar una obra. En cambio, es un lugar precioso para que, con palabras de Lorca, "el p¨²blico se convierta en pueblo". Es un honor medi¨¢tico. Y tambi¨¦n es una prueba de confianza de mi amigo Alberti" (el director del festival). ?E inaugurarlo con un Lorca? "Eso s¨ª es otra cosa", se?ala Oll¨¦. "Por ejemplo, me parece rid¨ªculo que el consejero de Cultura, Joan Maria Pujals, reconociera que Lorca pertenece al imaginario catal¨¢n... cuando lo cierto es que pertenece al universal. Claro que si no hubiese pasado por Cadaqu¨¦s y no hubiese escrito cuatro postales desde Catalu?a, a lo mejor no le dejaban ser catal¨¢n universal. Lo que est¨¢ claro es que las fronteras culturales no se corresponden con las pol¨ªticas". Joan Oll¨¦ cree que para que el p¨²blico entienda As¨ª que pasen cinco a?os hay que recurrir a los antecedentes y, en concreto, a La l¨¦gende du beau P¨¦copin et la belle Baldour, de Victor Hugo, en la que Lorca se inspir¨®. "P¨¦copin", cuenta Oll¨¦, "es un adolescente enamorado de una ni?a. Se quieren locamente, pero antes de poder amarla debe volver al cabo de cinco a?os. Cuando vuelve se encuentra con el demonio, quien lo invita a cenar en el bosque de los pasos perdidos, y aquella noche dura un siglo. Cuando acaba la cena y P¨¦copin va a buscar a la belle Baldour se encuentra a una anciana agonizante que le reprocha no haberla ido a buscar antes". Para Oll¨¦, As¨ª que pasen cinco a?os es un intento de Lorca de autorreconocerse en su homosexualidad.
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