Duane Michals explica que los materiales de sus fotograf¨ªas son los procesos de su mente
El fot¨®grafo norteamericano habla en Madrid sobre su exposici¨®n en el Museo Reina Sof¨ªa
"Nunca busco algo que fotografiar. Jam¨¢s llevo una c¨¢mara encima, mi c¨¢mara est¨¢ en mi cabeza". Duane Michals (Pensilvania, 1932) explic¨® ayer en Madrid su idea de la fotograf¨ªa, una forma de entender la imagen que intenta alejarse de la mera descripci¨®n de la realidad. Michals ilustr¨® con sus palabras ("Me gusta mucho hablar, soy un parlanch¨ªn") la retrospectiva que desde mayo le dedica el Museo Nacional Reina Sof¨ªa y a cuya inauguraci¨®n no pudo asistir. "Los materiales de mi fotograf¨ªa son los procesos de mi conciencia", afirma. "Las ¨²nicas im¨¢genes que me interesan son invisibles".
La exposici¨®n de Duane Michals es un viaje por su evoluci¨®n, desde sus primeras im¨¢genes -el resultado de un viaje a Rusia con 26 a?os- a sus obsesiones de la madurez: la muerte, la relaci¨®n padres-hijos, la identidad sexual (el fot¨®grafo evoca su homosexualidad en muchos de sus trabajos) y el erotismo. La muestra se divide en 24 retratos, ocho autorretratos, 18 fototextos y 15 secuencias (con 95 fotograf¨ªas de peque?o formato). "Yo imagino c¨®mo es mi imaginaci¨®n para poder expresarla", dice Michals sobre sus creaciones, en las que cuenta historias de hombres con alas, ni?os secuestrados por fantasmas, sombras, muertos y ancianos que desaparecen."Yo no salgo a la calle a fotografiar la vida, no soy un reportero o un espectador. Las fotograf¨ªas que imagino son para m¨ª algo m¨¢s que incidentes casuales de los que podr¨ªa ser testigo. Los procesos de mi conciencia son el material de mis fotografias. Los fot¨®grafos miran demasiado al exterior y no se cuestionan el mecanismo de su propia experiencia. Todo est¨¢ basado en el hecho de mirar algo y no en el hecho de reflexionar sobre algo. Yo invierto los t¨¦rminos para no estar en manos del azar." Y el fot¨®grafo cont¨ªn¨²a. "No me interesa el aspecto visual de las cosas. Si veo el retrato de una mujer no quiero ver su aspecto sino si es o no mala persona, si tiene hijos o si es buena en la cama. Eso es lo que quiero ver. Cuando fotografi¨¦ a mi padre lo que quise es que vieran a un hombre que beb¨ªa y fumaba mucho, a un hombre que jam¨¢s acarici¨® ni a sus hijos ni a su mujer".
Michals, que se considera un "eterno principiante", elige para sus secuencias o historias un formato muy peque?o: "Me gusta la gente peque?a, las cosas peque?as. La gente asocia el gran formato con el arte. Por ejemplo, Cindy Sherman hace fotograf¨ªas de gran formato y todo el mundo dice que es arte. Bueno, pues yo digo que si esas im¨¢genes se revelaran en 8x10 ya nadie hablar¨ªa de arte sino de simples fotograf¨ªas. El formato peque?o es m¨¢s dif¨ªcil, m¨¢s ¨ªntimo y apasionado".
Fallidas
Para Michals no hay nada m¨¢s f¨¢cil que fotografiar lo ex¨®tico y nada m¨¢s dif¨ªcil que fotografiar "la realidad" de sus padres. "Por supuesto que en ning¨²n momento digo que lo haya conseguido, s¨®lo digo que es lo que he buscado. Parto de la base de que mis fotografias son, por naturaleza, fallidas ya que nunca se podr¨¢ ver el verdadero dolor que ah¨ª en ellas. Aunque en la propia naturaleza de la fotograf¨ªa esta s¨®lo describir, yo defiendo que en la propia naturaleza del fot¨®grafo debe estar ir m¨¢s lejos de esa descripci¨®n"."Quiz¨¢ en el fondo s¨®lo se trata de ser aut¨¦ntico o no: Marilyn es aut¨¦ntica, Madonna no. Avedon es aut¨¦ntico, pero en un mal sentido. Irving Penn es aut¨¦ntico y en el buen sentido. Cindy Sherman no es aut¨¦ntica y Sally Man s¨ª".
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