Mando
Ten¨ªa que ocurrir, tarde o temprano. Un pu?ado de miembros de la sociedad mediatizada han sido secuestrados en el aire, a punta de mando a distancia, demostr¨¢ndose una vez m¨¢s que ciertos objetos son capaces de ganar nuestra confianza por encima de otros. Y eso es lo que le sucede al mando a distancia. Otra cosa habr¨ªa sido que el secuestrador hubiera entrado en el avi¨®n esgrimiendo un secador de pelo o un abridor de latas, pero ?un mando a distancia! En el imaginario del grupo agredido y en medio del susto, una visi¨®n pavorosa se abri¨® camino inmediatamente: algo suceder¨¢ cuando le d¨¦ al bot¨®n y estallamos. Igual que, en casa, el mando a distancia har¨¢ que ocurran cosas. Dir¨¢n que el autor del suceso est¨¢ perturbado; si es cierto, lo est¨¢ en la misma longitud de onda en que nos encontramos la mayor¨ªa de nosotros.Si celebramos la llegada del delincuente a¨¦reo armado con comandantes distancias, qu¨¦ no habremos de hacer para aplaudir la reacci¨®n del p¨²blico nuevo provisto de argucias electr¨®nicas. Esa cabina del avi¨®n, hirviendo de mensajes, mediante los tel¨¦fonos m¨®viles. Esa melopea del directo. El desconocido tiene un mando y yo estoy en la pantalla, pero adem¨¢s toda Espa?a sigue las peripecias porque se lo estoy contando a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n. Finalizado el asunto, ya en tierra, hay quien insiste en repetir el clich¨¦ que, arriba, ba?¨® sus neuronas: "S¨ª, s¨ª, parec¨ªa ¨¢rabe. Concretamente, palestino". Y otro apoy¨®: "Con un bigote grande, de terrorista, daba miedo". Gracias al mando, somos expertos en Oriente Medio y s¨ªmbolos pilosos.
Espero que nadie vuelva a preguntarme por qu¨¦ tengo que forrarme de p¨ªldoras para subir a un avi¨®n. Al riesgo de accidente y al de coincidir con Leticia Sabater se a?ade esta variante perversa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.