ETA mata en pleno proceso de di¨¢logo entre el PNV y HB

El atentado de ETA contra un edil del PP que hab¨ªa sustituido en el cargo a otro concejal asesinado hace seis meses se produce en un momento decisivo de las conversaciones que mantienen el Partisdo Nacionalista Vasco y Herri Batasuna, destinadas a alcanzar acuerdos que posibiliten la declaraci¨®n de una tregua de ETA.La proximidad de las elecciones auton¨®micas del pr¨®ximo octubre, en las que las dos fuerzas nacionalistas buscan revalidar sus apoyos despu¨¦s de la presi¨®n de los acontecimientos del ¨²ltimo a?o a consecuencia de la campa?a de ETA contra el PP, hab¨ªa llegado a imprimir a estos contactos celeridad y hasta un moderado optimismo entre quienes aspiran a lograr una distensi¨®n que podr¨ªa tener su repercusi¨®n electoral.

El asesinato de Zamarre?o se ha producido, adem¨¢s, dos d¨ªas despu¨¦s de que ETA anunciara p¨²blicamente que hab¨ªa dado por finalizada la tregua t¨¢cita hacia la Ertzaintza, un gesto inusual para facilitar la unidad de acci¨®n de los sindicatos ELA y LAB, al ser el primero mayoritario en la polic¨ªa aut¨®noma. La advertencia de ETA resultaba un macabro presagio de posibles nuevos atentados contra miembros significados de la Ertzaintza. Con su irrupci¨®n, ETA vuelve a interferir, cuando no boicotear, la nueva din¨¢mica pol¨ªtica que trata de impulsar HB, con la ayuda del PNV, como partido aut¨®nomo. Es como si quisiera dejar claro que cuanto se mueva en la izquierda abertzale se har¨¢ bajo su tutela armada y militarista.

El asesinato de Manuel Zamarre?o, el sustituto de Jos¨¦ Luis Caso, guarda un acusado paralelismo con el de su antecesor. En los dos casos se produce cuando en el seno de la izquierda radical se inician importantes movimientos internos tendentes a la moderaci¨®n, con la intenci¨®n, quiz¨¢, de dejar sentado que la banda terrorista tiene su propia din¨¢mica.

Si la muerte del otro concejal popular de Renter¨ªa dio al traste y revent¨® la primera manifestaci¨®n que iba a reunir con HB, pese al aislamiento pol¨ªtico en que estaba, a los sindicatos y agrupaciones nacionalistas, el denominado tercer espacio, para protestar por el encarcelamiento de la Mesa Nacional de HB, el asesinato de ayer pone muy en cuesti¨®n el proceso de conversaciones que mantienen HB con el PNV y EA, en el momento en que se hace acuciante llegar a acuerdos antes de las elecciones.

Aunque los tres partidos implicados han reconocido que estas conversaciones est¨¢n "blindadas" a los previsibles atentados de ETA, la doble intervenci¨®n de la banda terrorista esta semana parece querer tensar la cuerda con el fin de someter al PNV a un verdadero test de resistencia.

Porque, del mismo modo que una buena parte de las bases de la izquierda abertzale viven en la zozobra cada vez que ETA arrecia en su campa?a de asesinatos contra el Partido Popular, en las filas del PNV esta inquietud se percibe con m¨¢s nitidez y angustia, debido al riesgo pol¨ªtico que entra?an estos movimientos de la c¨²pula peneuvista, en su af¨¢n por buscar la incorporaci¨®n de HB a la normalidad democr¨¢tica.

En los escasos seis meses que han transcurrido desde que la nueva Mesa Nacional se ha hecho cargo de la direcci¨®n de Herri Batasuna, los movimientos de aproximaci¨®n entre esta coalici¨®n y los dos partidos nacionalistas (el PNV y Eusko Alkartasuna) han experimentado importantes avances, que han llegado a ser evidentes en p¨²blico, y hasta ahora hab¨ªan permitido cultivar una cautelosa esperanza entre los observadores. Por ejemplo, los contactos discretos se iban a intensificar este mes y el pr¨®ximo julio para tratar de alcanzar acuerdos; adem¨¢s, estos partidos han protagonizado varias coincidencias parlamentarias con HB en asuntos como la Ley del Deporte, la situaci¨®n del condado de Trevi?o, que actualmente despende administrativamente de Burgos, o el rechazo al acatamiento de la Constituci¨®n en el reglamento de la C¨¢mara Vasca. Asimismo, todos ellos han participado en el foro sobre el proceso de paz en Irlanda auspiciado por HB y destinado a consolidar la imagen de di¨¢logo y unidad entre las fuerzas nacionalistas.

Como ya ha ocurrido en otros episodios recientes, cada vez que HB ha tratado de reforzar su perfil pol¨ªtico y ha pretendido tener protagonismo como partido, lo cual le obligaba a hacer gui?os hacia la necesaria moderaci¨®n, ETA interviene con su mort¨ªfera capacidad. Como si quisiera dejar claro que no permitir¨¢ la autonom¨ªa de HB y que esta coalici¨®n, lejos de ser aut¨®noma, sigue sometida a la tutela de ETA.