El entorno etarra retoma el tono de provocaci¨®n que hab¨ªa dejado tras el asesinato de Blanco
Las juventudes del entorno de ETA, que tienen en la localidad de Renter¨ªa una de sus canteras m¨¢s abundantes, volvieron a las andadas al tratar de reventar, el pasado jueves, el pleno extraordinario con el que la corporaci¨®n municipal quiso mostrar su rechazo a los cr¨ªmenes de la organizaci¨®n terrorista. Lejos de mantenerse en un discreto plano mientras las fuerzas democr¨¢ticas expresaban el un¨¢nime sentimiento de condena, los pro etarras impusieron su protagonismo en la contramanifestaci¨®n organizada para reventar el acto oficial de repulsa de los compa?eros de Manuel Zamarre?o.
Desde la reacci¨®n social que provoc¨® hace un a?o el asesinato de Miguel ?ngel Blanco, que les hizo recluirse en una discreta posici¨®n a la defensiva, los militantes de Herri Batasuna y las organizaciones afines no hab¨ªan tenido un comportamiento tan despiadado como el del jueves en Renter¨ªa. De hecho, un importante sector de HB, aunque la asume, vive con sensaci¨®n de zozobra la dureza de la campa?a que ha emprendido ETA contra los cargos electos del Partido Popular.La falta de compasi¨®n y respeto mostrada en Renter¨ªa no es, sin embargo, una novedad en un grupo social acostumbrado durante a?os a endosar los asesinatos de ETA al llamado "conflicto vasco", que despersonaliza a las v¨ªctimas ajenas. Este comportamiento est¨¢ teorizado en la ponencia Oldartzen, elaborada por KAS y aprobada por HB en 1995, a partir de la cual en la militancia del entorno de simpatizantes de ETA se implant¨® la pol¨ªtica de desestabilizaci¨®n y la pr¨¢ctica de la "socializaci¨®n del sufrimiento" que tan bien encajan con estas actitudes.
Lazo azul
La demostraci¨®n m¨¢s palpable de esta pr¨¢ctica se vivi¨® en las calles de San Sebasti¨¢n durante 1996, el a?o que dur¨® el secuestro de Jos¨¦ Mar¨ªa Aldaya. Los dirigentes radicales declararon desde el principio la guerra al lazo azul-el espont¨¢neo gesto de protesta implantado dos a?os antes, durante el secuestro de Julio Iglesias Zamora- y decidieron agredir a sus portadores y no dejar que ocuparan la calle con medidas de protesta contra ETA. Establecieron as¨ª el sistema de las contramanifestaciones, que se organizaban frente a las que realizaban cada semana los grupos pacifistas para pedir la liberaci¨®n del empresario.En ese tiempo fue una estampa habitual ver a los miembros de la Mesa Nacional ahora encarcelada encabezar las contramanifestaciones situadas en la acera de enfrente de la plaza del Buen Pastor de San Sebasti¨¢n, donde los ciudadanos se concentraban para arropar a los hijos del secuestrado y los trabajadores de su empresa. Frente al silencio de ¨¦stos, los radicales se pasaban el cuarto de hora de concentraci¨®n vociferando en favor de ETA, pidiendo el asesinato del secuestrado si no pagaba o gritando consignas en favor de la independencia de Euskal Herria.
Durante estos ¨²ltimos a?os, cada iniciativa p¨²blica de condena desde las filas de los partidos democr¨¢ticos era contrarrestada por una manifestaci¨®n paralela con la que los radicales pretend¨ªan demostrar que no iban a permitir perder la calle, territorio que consideran como propio. Las agresiones contra los portadores del lazo azul demostraron en su d¨ªa la irritaci¨®n que este s¨ªmbolo les produc¨ªa.
Estas actitudes consiguieron crear un clima de crispaci¨®n social que se evidenci¨® el verano pasado, en las respuestas que se dieron tras el asesinato de Miguel ?ngel Blanco y en la t¨ªmida reacci¨®n que produjo el encarcelamiento de la anterior Mesa Nacional. La nueva direcci¨®n de HB impulsa una nueva actitud pol¨ªtica, m¨¢s moderada y flexible en las formas, en la que se percibe cierto freno a la provocaci¨®n y a los actos de sabotaje. Pese a todo, el arraigo de los j¨®venes pro etarras en Renter¨ªa, cuyas calles han controlado con la ley del miedo, explica el talante mostrado tras el pleno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Pol¨ªtica nacional
- Kale borroka
- Manuel Zamarre?o
- KAS
- Manifestaciones a favor ETA
- Alternativa KAS
- HB
- Jarrai
- Orden p¨²blico
- Actos a favor terrorismo
- Violencia callejera
- Des¨®rdenes p¨²blicos
- Seguridad ciudadana
- Delitos orden p¨²blico
- PP
- Pol¨ªtica antiterrorista
- Entorno ETA
- Partidos pol¨ªticos
- Lucha antiterrorista
- ETA
- Grupos terroristas
- Terrorismo
- Delitos
- Justicia
- Espa?a