"La banda de los destripacajeros"
Los bancos, alarmados ante la escalada de robos de aparatos expendedores de dinero en la calle
La banda de los destripacajeros ha pisado el acelerador. Este grupo de ladrones, especializado en llevarse de cuajo y enteros los cajeros autom¨¢ticos de los bancos, ha disparado el n¨²mero de sus golpes desde que en octubre pasado diese sus primeras dentelladas en la capital. Fuentes bancarias han confirmado que en los ¨²ltimos siete meses han perpetrado al menos otros 15 asaltos. Una escalada que ha corrido en paralelo al aumento de su descaro, como demuestra el robo cometido en abril en el Pryca de Alcobendas. Vestidos con mono de trabajo, en pleno d¨ªa y ante decenas de personas, desembarcaron en el h¨ªper una carretilla hidr¨¢ulica, desgajaron un cajero del Banco Zaragozano y, tal como vinieron, se lo llevaron. La banda tambi¨¦n ha dejado el vac¨ªo a sus espaldas en la estaci¨®n de tren de Alcal¨¢ y del campus de Cantoblanco.La irrupci¨®n de la banda de los destripacajeros en Madrid y su demostrada voracidad ha desatado las alarmas del sector bancario. Sorprendidos por la entrada en escena de una modalidad de robo desconocida hasta la fecha en la capital, los bancos, tradicionalmente reservados en estos temas, reconocen que se han apresurado a tomar medidas de seguridad para evitar que les esquilme a¨²n m¨¢s este vendaval delictivo que se caracteriza por su osad¨ªa y simplicidad.
Los ladrones, equipados con una carretilla hidr¨¢ulica y una furgoneta, act¨²an sin apenas disimulo. Llegan habitualmente de noche al sitio donde se ubica el cajero, descienden sus herramientas, cortan las alarmas y los cables de alimentaci¨®n, y acto seguido, con el aspa hidr¨¢ulica, desgajan de sus anclajes la m¨¢quina -nunca escogen una empotrada-. Luego se llevan en la furgoneta el cajero y lo destripan a su gusto hasta sacarle de las entra?as todos los billetes. Acabado el trabajo, tiran en cualquier p¨¢ramo sus esqueletos. Hasta la fecha, la polic¨ªa ha hallado dos de estos cad¨¢veres: en Torrej¨®n de Ardoz y Paracuellos del Jarama.
Para no errar en su elecci¨®n, seg¨²n fuentes cercanas a la investigaci¨®n, eligen, si pueden, m¨¢quinas que acaban de recibir dinero. As¨ª ocurri¨® en su primer golpe, fechado el 10 de octubre pasado en el hospital de La Paz, donde actuaron en uno de los pocos sitios sin vigilancia nocturna y justo despu¨¦s de que se hubiese cargado de billetes la caja. Resultado: un bot¨ªn de seis millones y un enorme vac¨ªo en la sala de consultas.
Una de las principales dificultades de los bancos para enfrentarse a este sistema de robo, seg¨²n reconocen al menos tres fuentes del sector, reside en la rapidez de su actuaci¨®n. Apenas requieren unos minutos para cada extracci¨®n. Esta velocidad les permite salvar el tiempo de respuesta que media entre la detonaci¨®n de la alarma y la llegada de la polic¨ªa al lugar del robo. Otra caracter¨ªstica de la banda es su alto grado de especializaci¨®n, lo que ha llevado a la polic¨ªa a sospechar que est¨¦ formada por extranjeros o bien que haya mantenido contacto con alg¨²n grupo delictivo franc¨¦s o italiano. De hecho, esta modalidad, antes de extenderse a Francia y recalar en Madrid, arras¨® a principios de la d¨¦cada los cajeros de Italia.
Ahora, desde su estreno en la capital, la preocupaci¨®n ha ido en aumento al constatarse su permanencia en cartel como una de las modalidades m¨¢s taquilleras de robo. Y ejemplos no faltan. El pasado 8 de diciembre, la banda desgaj¨® el cajero de la sucursal del Banco Santander en la calle de ?ngel Luis de la Herr¨¢n (Hortaleza). Fue un golpe nocturno que les permiti¨® apoderarse de 5,5 millones de pesetas. ?ste no fue el ¨²nico cajero del Santander robado. En los ¨²ltimos meses, seg¨²n fuentes bancarias, han hecho desaparecer las m¨¢quinas de la estaci¨®n de tren de Alcal¨¢ de Henares y de dos grandes superficies, entre ellas, un Leroy Merlin. M¨¢s robos. Esta vez en el terreno universitario. La noche del 22 de marzo, la banda encamin¨® su furgoneta al campus de Cantoblanco de la Universidad Aut¨®noma. Con eficacia de odont¨®logo sacaron su herramienta pesada y extrajeron sin demasiados miramientos la expendedora de Caja Madrid. Diez millones.
Especialistas en el hiper
Siguiente paso: los hipermercados Pryca. Bien comunicados por carretera (lo que facilita su huida) y bien cargados de dinero (sus clientes se cuentan por miles). Tras un intento frustrado en el Pryca de la Ciudad de los ?ngeles, le lleg¨® el turno al de Alcobendas. Aqu¨ª hicieron gala de una osad¨ªa poco com¨²n. Llegaron de d¨ªa, como reconoci¨® un portavoz de esta cadena, y vestidos de mono de trabajo se pusieron a trabajar a la vista de la gente en un cajero del Banco Zaragozano. Ten¨ªan la furgoneta cerca y su apariencia era la de unos operarios que iban a cambiar la maquinaria. Y as¨ª lo hicieron. S¨®lo un cliente, extra?ado por el proceder de aquellos hombres de mono, avis¨® a los servicios de seguridad. Pero la rapidez jug¨® nuevamente a su favor. Cuando los vigilantes llegaron, la media tonelada del cajero ya hab¨ªa volado. Otros golpes, seg¨²n fuentes bancarias, han reca¨ªdo sobre el Barclay"s Bank, que ya el 22 de octubre pasado vio desaparecer s¨²bitamente su cajero de la calle de F¨¦lix Boix."Esto tiene que acabar. No paran y nos tienen asustados a todos", se?al¨® una fuente bancaria. Parte del temor que se ha esparcido en el sector procede de la aparici¨®n de bandas sat¨¦lites que han empezado a imitar a sus maestros. Una nueva y de momento m¨¢s tosca generaci¨®n que anticipa, como reconoce un experto policial, un posible aumento de estos robos.
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