Blindaje
La reiteraci¨®n del asesinato en Renter¨ªa de un concejal del Partido Popular se produce justo cuando el PNV participa en un foro de debate, auspiciado por Herri Batasuna, donde se trata de construir un acuerdo de construcci¨®n nacional potencialmente capaz de alumbrar en Euskadi una nueva mayor¨ªa pol¨ªtica. Pero la novedad m¨¢s llamativa de semejante foro de debate es la de estar blindado contra los asesinatos de ETA, que, de producirse, no deber¨ªan interrumpir la continuaci¨®n del di¨¢logo. Pues, tal como declar¨® en su d¨ªa el propio portavoz Egibar, el PNV mantendr¨¢ el di¨¢logo con HB "aunque ETA asesine a un militante nacionalista": mucho m¨¢s si se trata de un adversario electoral.Por lo tanto, el crimen del ueves pasado proporciona la ocasi¨®n de probar la solidez de ese blindaje. Si el PNV se limita a condenar el atentado, pero contin¨²a dialogando sin l¨ªmites con Herri Batasuna, ETA podr¨¢ interpretar que la nueva pol¨ªtica de mano tendida ofrecida por el PNV va esta vez en serio. Tanto es as¨ª que incluso Egibar podr¨¢ presumir del ¨¦xito del blindaje, como si confirmase la bondad pacificadora de la v¨ªa Ollora. Estrategia ¨¦sta de apaciguamiento que es como la de poner la otra mejilla, sobre todo si esa mejilla es la de otro: el rival electoral que involuntariamente sacrifica su vida para demostrar la cristiana caridad de los nacionalistas.
Esta teor¨ªa del blindaje es perversa, y como tal debe ser denunciada. Para que pudiera contribuir a la pacificaci¨®n, la v¨ªa de di¨¢logo deber¨ªa estar efectivamente blindada, pero en sentido estrictamente opuesto al previsto por Egibar. Con cr¨ªmenes no hay di¨¢logo: ¨¦ste fue el blindaje impuesto por el juez Mitchel que hizo posible en Irlanda el acuerdo de Stormont. Pero, en cambio, el blindaje aceptado por la v¨ªa Ollora brinda la coartada opuesta: los cr¨ªmenes no impiden el di¨¢logo, sino que, parad¨®jicamente, lo refuerzan. As¨ª, la inmunidad al asesinato se toma como el mejor test para validar la solidez del di¨¢logo. Y el que esto sea aceptado por el partido que ejerce el poder civil en el Pa¨ªs Vasco equivale a una derogaci¨®n selectiva del C¨®digo Penal, que las autoridades vascas deciden otorgar graciosamente a ETA, incentivando la rentabilidad pol¨ªtica de sus asesinatos.
Pero lo malo de este blindaje no es que sea un error ineficaz y contraproducente, sino que es una trampa descarada. Al margen de los aspectos penales y morales, tolerar el crimen pol¨ªtico equivale a jugar electoralmente con ventaja. En efecto, el asesinato de militantes populares produce como consecuencia objetiva que se reduzca la participaci¨®n ciudadana potencialmente favorable al Partido Popular. Los vascos de centro derecha se reprimir¨¢n antes de presentarse como candidatos y se reprimir¨¢n a la hora de ir a votar. En consecuencia, se elevar¨¢ mucho el abstencionismo electoral, en perjuicio del PP y en claro beneficio del voto nacionalista. Y es que, seg¨²n han demostrado todos los te¨®ricos del nacionalismo (como Gellner, Anderson, Breuilly o Smith), tras la ret¨®rica nacionalista, aunque ahora se vista de di¨¢logo y pacificaci¨®n, s¨®lo se oculta la m¨¢s desnuda lucha por el poder, que siempre busca el desistimiento de los adversarios y la abstenci¨®n de los electores ajenos, ofreci¨¦ndose como los ¨²nicos bomberos que pueden apagar el mismo fuego que con su di¨¢logo aceptan realimentar.
Es verdad que s¨®lo se acabar¨¢ con ETA por la v¨ªa pol¨ªtica, pero por eso mismo lo m¨¢s preocupante es la falta de voluntad pol¨ªtica que demuestra el PNV para acabar con ETA. Dada su posici¨®n en el tejido social vasco, los nacionalistas deber¨ªan liderar la resistencia civil contra ETA: pero no quieren por pura miop¨ªa pol¨ªtica, ya que temen perder el poder que ostentan. En consecuencia, hacen lo posible por desarmar los intentos de resistencia que, por defecto, surgen de la sociedad civil, como es el caso del Foro Ermua. ?Qu¨¦ soluci¨®n queda? S¨®lo la de obligar pol¨ªticamente al PNV a que cambie su estrategia. Y ello exige un acuerdo postelectoral entre populares y socialistas, capaz de imponerse a la nueva mayor¨ªa del blindaje nacionalista.
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