El Guggenheim adelanta la muestra del per¨ªodo moderno del arte chino

El Museo Guggenheim de Bilbao abre hoy al p¨²blico las salas dedicadas al arte moderno de la exposici¨®n China: 5.000 a?os. La totalidad de la muestra, que inicia su recorrido temporal en el Neol¨ªtico y llega hasta las manifestaciones art¨ªsticas contempor¨¢neas, no ser¨¢ inaugurada hasta el 18 de julio. La visi¨®n del arte m¨¢s reciente, sin embargo, desvirt¨²a el principal objetivo de la exposici¨®n: observar la trayectoria de una cultura que ha estado viva de forma ininterrumpida a lo largo de cinco milenios.

Los visitantes que han acudido al Guggenheim en las ¨²ltimas semanas se han visto privados de buena parte de la superficie expositiva. Los trabajos de instalaci¨®n de China:5.000 a?os, que antes de llegar a Bilbao se pudo ver en los dos museos Guggenheim de Nueva York, ha obligado a cerrar paulatinamente la mayor¨ªa de las salas de las dos plantas superiores de la pinacoteca. La sensaci¨®n de provisionalidad ha sido compensada con una reducci¨®n del precio de las entradas a la mitad de su coste habitual (de 700 a 350 pesetas). A partir del 18 de julio, por contra, entrar al Guggenheim costar¨¢ 1.000 pesetas. De la exposici¨®n inaugural, Los museos Guggenheim y el arte de este siglo, han desaparecido todas las obras del expresionismo abstracto, la sala que contrapon¨ªa las esculturas de Eduardo Chillida con las pinturas de Antoni T¨¤pies y Robert Motherwell, las galer¨ªas dedicadas a los grandes maestros de las primeras d¨¦cadas de este siglo (Picasso, Giacometti, Braque o Mir¨®), o la que reun¨ªa las pinturas de Basquiat, Barcel¨® y Schnabel. El director general del Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte, record¨® ayer que la apertura parcial de las salas dedicadas a China: 5.000 a?os ha sido motivada por "un sentimiento de culpa" ante los visitantes que encuentran la superficie de exposiciones reducida a un tercio del total. Rodeado todav¨ªa de andamios y con los t¨¦cnicos que daban los ¨²ltimos toques al montaje de las piezas, Vidarte destac¨® que de esta forma no se priva al p¨²blico de disfrutar durante 18 d¨ªas de salas que ya est¨¢n listas a la espera de la inauguraci¨®n oficial. El per¨ªodo moderno de la exposici¨®n dedicada a la cultura china comienza a mediados del siglo XIX y llega hasta las creaciones m¨¢s recientes en un recorrido que pretende poner de manifiesto las relaciones entre la pervivencia de las formas tradicionales y el influjo de la cultura occidental. Uno de los comisarios de la exposici¨®n, Kuiyi Shen, destac¨® que parte de las piezas seleccionadas ofrecen una visi¨®n "alternativa" a la historia oficial, abierta a otras formas de expresi¨®n del arte chino. "Un 20 % de las obras han sido buscadas fuera de las instituciones oficiales", explic¨®. En toda la muestra abierta ayer al p¨²blico, aproximadamente la mitad de la exposici¨®n China: 5.000 a?os, subyace la discusi¨®n sobre el papel del arte y su relaci¨®n con la sociedad china. "En el siglo XIX se disfrutaba de forma privada", se?al¨® la comisaria Julia Andrews. "A mediados del siglo XIX, el arte se puso al servicio del p¨²blico y posteriormente, en el siglo XX, vuelve a aflorar esta discusi¨®n". La muestra ha sido ordenada cronol¨®gicamente en cuatro partes, que re¨²nen pinturas sobre rollo, ¨¢lbumes, caligraf¨ªas, xilograf¨ªas y ¨®leos. Son obras que abarcan desde la tem¨¢tica tradicional hasta el realismo socialista de influencia sovi¨¦tica, para acabar con la vuelta a partir de los a?os 80 a la pluralidad anterior al r¨¦gimen de Mao.