Fan¨¢ticos
Vi su foto el otro d¨ªa en los peri¨®dicos: tieso como una momia, displicente y altivo. Hablo de Ahmed Yasin, el fundador de Ham¨¢s, el partido integrista palestino. Yasin tiene 62 a?os y est¨¢ inv¨¢lido, pr¨¢cticamente ciego y casi sordo. Qu¨¦ magn¨ªfica met¨¢fora del fanatismo: resulta que ese grupo de intolerantes que es Ham¨¢s est¨¢ dirigido por un l¨ªder inm¨®vil, ciego y sordo; esto es, por un ser seriamente dificultado para conectarse con la realidad y para comunicarse con sus semejantes. Claro que, en el fan¨¢tico, la verdadera minusvalidez es la mental; es ah¨ª, en la ceguera y la sordera del entendimiento, en donde el dogm¨¢tico muta en alien¨ªgena.Dentro del encierro de s¨ª mismo, en esa quietud oscura y silenciosa, el fan¨¢tico se puede entregar sin cortapisas a su delirio. As¨ª debe de suceder con todos los integristas: tambi¨¦n con los asesinos que mataron a Zamarre?o, y con aquellos miserables de HB que les apoyan. Ciegos, sordos e inm¨®viles, m¨¢s r¨ªgidos que un cad¨¢ver, los fundamentalistas del planeta acaban cobardemente con todo lo vivo, con todos los que miran, escuchan y se mueven. Con cantantes populares como Lunes Matub, m¨¢rtir en Argelia; o con un concejal como Zamarre?o. Quiero decir que no es casual que ETA se est¨¦ cebando en los representantes municipales: ellos son la voz y la voluntad de los vecinos, el primer escal¨®n en la autodeterminaci¨®n y la libertad de un colectivo.
Que sepan estos etarras energ¨²menos, en fin, que no tienen nada de gudaris heroicos, sino que son primos hermanos de aquellos que deg¨¹ellan ni?os en Argelia, y de los b¨¢rbaros talib¨¢n que atormentan a las mujeres en Afganist¨¢n. Seres quietos, m¨®rbidos, encerrados en s¨ª mismos, enajenados, extranjeros de lo humano. Tipos ciegos y sordos a los que s¨®lo les queda la palabra. Y s¨®lo la usan para matar.
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