Aznar, en Tierra Santa
RESULTA INS?LITO que un dirigente europeo viaje a Oriente Pr¨®ximo y pida paciencia a los palestinos -antes que celeridad a los israel¨ªes- para que el proceso de paz d¨¦ nuevos frutos. ?ste ha sido el mensaje b¨¢sico que el presidente del Gobierno espa?ol ha transmitido en Jerusal¨¦n y llevado a Gaza. Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar no ha calibrado bien la oportunidad de este viaje. Sin embargo, la presencia de Aznar en esas tierras le ha servido al primer ministro israel¨ª para romper su imagen de aislamiento internacional en un momento, adem¨¢s, de serias dificultades internas. Pero, sobre todo, Benjam¨ªn Netanyahu ha sabido utilizar la presencia de Aznar, representante de un pa¨ªs como Espa?a con capacidad de interlocuci¨®n, para trasladar al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasir Arafat, el mismo mensaje que, en su perpetuo inmovilismo, le lleva transmitiendo desde hace 15 meses: el acuerdo sobre la pr¨®xima retirada militar israel¨ª de los territorios ocupados est¨¢ pr¨®ximo.Quiz¨¢ Netanyahu haya convencido a Aznar de que la mediaci¨®n de EEUU -que propone una retirada del 13,1% del territorio- puede dar sus frutos en los pr¨®ximos d¨ªas o semanas, antes de que el Parlamento israel¨ª, la Kneset, concluya su actual periodo de sesiones. Pero los ¨²ltimos gestos de Netanyahu no resultan tranquilizadores: ya sea la irresponsable idea de un refer¨¦ndum entre los israel¨ªes sobre la retirada de los territorios ocupados, que afortunadamente ha deca¨ªdo; ya sea el intento desestabilizador de ampliar los l¨ªmites de Jerusal¨¦n para incluir m¨¢s territorios ¨¢rabes. El primer ministro puede utilizar este ¨²ltimo paso como baza negociadora, e incluso provocar as¨ª la negociaci¨®n que dice buscar sobre el estatuto final para Palestina. Pero al tocar los l¨ªmites de Jerusal¨¦n, Netanyahu puede estar abriendo tambi¨¦n la caja de los truenos. Sus intenciones han causado tan honda preocupaci¨®n internacional que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se ocupar¨¢ de ello en los pr¨®ximos d¨ªas. Adem¨¢s, reflejo de la profunda divisi¨®n interna de la sociedad israel¨ª, el presidente de Israel, Ezer Weizman, harto de los enga?os de Netanyahu, ha pedido elecciones anticipadas, aunque no tiene capacidad para convocarlas. A lo que Netanyahu ha replicado, en su mejor estilo, acusando a Weizman, ni m¨¢s ni menos, que ?de ponerse de parte de los ¨¢rabes!
Aunque estos viajes suelen requerir largos preparativos, no se entiende bien por qu¨¦ ha elegido Aznar este momento para viajar a la zona, sin propuestas concretas en el bolsillo, con expresiones con frecuencia vagas y evitando siempre declaraciones molestas para sus interlocutores en las conferencias de prensa. De lo visible, Aznar parece haber conseguido poco con este viaje. S¨®lo ha logrado que se desbloqueara, tras dos a?os, la llegada de las ayudas espa?olas destinadas, entre otras cosas, a la construcci¨®n de un aeropuerto en Gaza.
Aznar ha reconocido la gravedad de la situaci¨®n y el escaso tiempo de que se dispone para salvar el proceso de paz. Ha sido Netanyahu quien ha hinchado y luego pinchado el globo de una posible conferencia en Madrid, contraproducente cuando el proceso de Oslo no se ha agotado. Hay que dar una ¨²ltima posibilidad a los esfuerzos de mediaci¨®n de Estados Unidos. Si tienen ¨¦xito, se podr¨¢ pensar en convocar las negociaciones multilaterales previstas en los acuerdos de Oslo y Madrid. Si fracasan, la Uni¨®n Europea, a instancias de su enviado especial a la zona, Miguel ?ngel Moratinos, est¨¢ elaborando un plan alternativo para que los pa¨ªses garantes de los acuerdos de Oslo y de Madrid preparen una nueva conferencia internacional que intente desbloquear la situaci¨®n. El proceso de paz se est¨¢ estrellando contra el muro, no de las Lamentaciones, sino de la intransigencia de Netanyahu, que Aznar no ha querido criticar p¨²blicamente.
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