Una prueba peligrosa para el proceso de paz

Carvaghy Road es una avenida de unos 700 metros sin m¨¢s adorno que los peque?os jardines de las casas a cada lado del asfalto y una enorme pancarta que muestra el cl¨¢sico bomb¨ªn negro de los orangistas y la gorra azul de los polic¨ªas del Royal Ulster Constabulary. En Portadown, es un apto recordatorio de c¨®mo la vecindad cat¨®lica y nacionalista de Carvaghy Road (y toda la poblaci¨®n republicana de Irlanda del Norte) percibe la parcialidad de las fuerzas del orden a la hora de dirimir diferencias sectarias.Para la mayor¨ªa de los residentes de Carvaghy Road la teor¨ªa de que la polic¨ªa est¨¢ al servicio de los protestantes, incluidos los aproximadamente 80.000 orangistas del Ulster, va a ser nuevamente comprobada este domingo. Apoyada por tropas del Ej¨¦rcito brit¨¢nico, la polic¨ªa, aseguran, se desplazar¨¢ por la avenida para detener a quien se atreva a protestar ante "la marcha de la provocaci¨®n".

Si todo sale mal, como muchos en el Ulster est¨¢n acostumbrados a pronosticar, el RUC bien podr¨ªa hallarse en una situaci¨®n mucho m¨¢s complicada que en a?os anteriores. Las autoridades han prohibido la marcha orangista desde la parroquia de Drumcre a Portadown v¨ªa Carvaghy Road. Han propuesto un desv¨ªo para el retorno de los orangistas tras la ceremonia conmemorativa en la capilla protestante donde se evocan las glorias militares de Guillermo de Orange en el sglo XVII. Pero este desv¨ªo ha sido rechazado de plano y sus l¨ªderes insisten en que, cueste lo que cueste, marchar¨¢n hacia Carvaghy Road. Las fuerzas de seguridad se ver¨¢n pues entre dos bandos enardecidos y probablemente sin m¨¢s remedio esta vez que disparar gases y dar bastonazos a diestra y siniestra. Anoche, los dirigentes pol¨ªticos trataban de persuadir a los maestres de la Orden de Orange para que aceptaran un compromiso.