EEUU y China dan por cerrada la d¨¦cada de desconfianza que provoc¨® Tiananmen

ENVIADO ESPECIALEl ¨¢guila norteamericana y el drag¨®n chino se han visto las caras, han dialogado en p¨²blico y en privado con mucha franqueza y han dado por cerrada la d¨¦cada de mutua desconfianza provocada por la represi¨®n de la revuelta de Tiananmen. ?ste, se?al¨® ayer Bill Clinton, es el principal resultado de sus nueve d¨ªas de estancia en China, la m¨¢s larga en un pa¨ªs extranjero de su presidencia. Ayer, Clinton elogi¨® la "visi¨®n de futuro" de su anfitri¨®n, el presidente Jiang Zemin, y le exhort¨® a liderar su pa¨ªs hacia la plena democracia.

Jiang, dijo Clinton, "no es una mera figura de transici¨®n", sino "un l¨ªder de gran inteligencia, energ¨ªa y vigor, con una gran imaginaci¨®n, con una visi¨®n, con capacidad de imaginar un futuro diferente del presente". China, se?al¨® el presidente de Estados Unidos, "tiene el l¨ªder adecuado en el momento justo". Este momento es el de una "transformaci¨®n destacable" desde el comunismo mao¨ªsta a una econom¨ªa capitalista. Clinton mencion¨® algunos de los muchos ejemplos de ese cambio que ha visto durante su viaje: la construcci¨®n de rascacielos, el frenes¨ª de la Bolsa de valores de Shanghai, el acceso de particulares a la propiedad de la vivienda o la comunicaci¨®n a trav¨¦s de Internet en la biblioteca de la Universidad de Pek¨ªn.Pero Clinton tambi¨¦n subray¨® que su visita ha sido el desencadenante de cambios pol¨ªticos en China. Jam¨¢s en la milenaria historia del gigante asi¨¢tico un jefe de Estado extranjero hab¨ªa podido expresarse en directo ante el pueblo chino como lo ha hecho Clinton en tres ocasiones: su conferencia de prensa con Jiang, su debate con los estudiantes de la Universidad de Pek¨ªn y su di¨¢logo con los oyentes de la radio m¨¢s popular de Shanghai.

Derechos humanos

"La discusi¨®n p¨²blica que tuve con el presidente de China en nuestra conferencia de prensa puede tener un gran impacto a largo plazo sobre los derechos humanos", augur¨® Clinton. Jiang hizo "una demostraci¨®n de su confianza en s¨ª mismo, de su capacidad para responder preguntas delante del pueblo de China". Clinton no podr¨¢ ser acusado por la oposici¨®n republicana en el Congreso de EEUU de haberse callado la boca en materia de derechos humanos a cambio de la firma de buenos contratos para empresas norteamericanas. En los tres casos en los que se dirigi¨® en directo al pueblo chino, critic¨® la represi¨®n de Tiananmen e inst¨® a China a caminar por el "lado correcto de la historia". "China est¨¢ cambiando, pero persisten fuerzas poderosas opuestas al cambio, como prueban las restricciones gubernamentales a las libertades de expresi¨®n, reuni¨®n y religi¨®n", insisti¨® ayer en Hong Kong. En un nuevo desaf¨ªo al Gobierno chino, all¨ª se reuni¨® con el presidente del Partido Democr¨¢tico, Martin Lee, ante el cual volvi¨® a ensalzar el valor de la democracia. Y record¨® que todav¨ªa siguen privadas de libertad unas 150 personas por participar de modo no violento en la revuelta de Tiananmen.La Casa Blanca, no obstante, ha decidido abandonar la v¨ªa de la condena y las represalias desde la distancia adoptada en los ¨²ltimos nueve a?os, para implicarse en otra de cr¨ªtica cara a cara y en tono pedag¨®gico y amistoso. "No he intentado presionar a los dirigentes chinos en derechos humanos", dijo ayer Clinton, "sino explicarles que respetarlos es lo justo y, adem¨¢s, es lo que interesa a China".

"Me gustar¨ªa ver al actual Gobierno, liderado por el presidente Jiang y el primer ministro Zhu Rong Ji, que est¨¢ claramente comprometido con la reforma, tomar las riendas del cambio y conducir a China al siglo XXI", dijo. Inmediatamente augur¨®: "Creo no s¨®lo que en China puede haber democracia, sino que la habr¨¢". La nueva pol¨ªtica est¨¢ guiada por una convicci¨®n: Estados Unidos necesita establecer "relaciones constructivas con China por razones de seguridad y econ¨®micas". "El duro trabajo de estos d¨ªas", dijo el presidente, "ha situado nuestra relaci¨®n en un camino mucho m¨¢s positivo y productivo. Y esto es bueno para Estados Unidos, bueno para China, bueno para Asia y bueno para el mundo". Estadounidenses y chinos han descubierto que tienen un objetivo estrat¨¦gico com¨²n: la estabilidad en Asia. Clinton cit¨® ayer tres casos en los que Washington y Pek¨ªn ya est¨¢n colaborando: la seguridad en Corea; el fin de la carrera nuclear entre India y Pakist¨¢n, y la respuesta a la crisis financiera asi¨¢tica.