Catalu?a y el tab¨² de la lengua
JOSEP RAMONEDAEl movimiento social Foro de Babel irrumpe en la precampa?a electoral catalana con un debate sobre identidad
Tiempo de foros. Tiempo en que gentes de posiciones ideol¨®gicas y sociales diversas se re¨²nen por sus coincidencias en aquellos temas en que pol¨ªtica y sensibilidad, raz¨®n y pasi¨®n se mezclan. Tiempo de debate sobre identidades, lenguas y culturas. Tiempos en que problemas que afectan a las personas y a las libertades tienden a ocultarse bajo los antagonismos patriotas y antipatriotas, nacionalistas y espa?olistas. Catalu?a tambi¨¦n tiene foro: el Foro Babel.El acto fundacional del Foro Babel tuvo lugar el 13 de diciembre de 1996 en un aula del Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona. Las revistas El Viejo Topo, Mientras Tanto y El Ciervo sin orden del d¨ªa preciso hab¨ªan convocado un debate bajo el t¨ªtulo ?Es posible hoy en Catalu?a el di¨¢logo sobre lengua, cultura y democracia?. Acudieron unas noventa personas. El di¨¢logo fue moderado por Miguel Riera (director de El Viejo Topo), por F¨¦lix P¨¦rez Romero y por el profesor de derecho consitucional y miembro del Consell Consultiu de la Generalitat, Francesc de Carreras. Hab¨ªa miembros de grupos que hab¨ªan combatido activamente la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica de la Generalitat, la Asociaci¨®n de profesores por el Biling¨¹ismo, la Asociaci¨®n por la Tolerancia y la Coordinadora de Asociaciones para la defensa del castellano (Cadeca), pero hab¨ªa tambi¨¦n profesores universitarios como Eugenio Tr¨ªas, Francisco Fern¨¢ndez Buey, Juan Ram¨®n Capella, El¨ªseo Aja, Manuel Gerpe o Laureano Bonet, escritores como Ana Mar¨ªa Moix y Lorenzo Gomis, y personas vinculadas a partidos de la izquierda como el socialista Villacorta o Alfred Clemente de Iniciativa per Catalunya. El independentista ?ngel Colom, que hab¨ªa participado en reuniones previas comunic¨®, horas antes, que no podr¨ªa acudir.
De las intervenciones m¨¢s emocionales de algunas gentes de Cadeca a las reflexiones de algunos profesores universitarios, el abanico de las opciones presentes en la sala era bastante amplio. Se rechaz¨® tanto la idea de convertirse en una plataforma c¨ªvica al modo de la Asamblea de Catalu?a, propuesto por Antonio Robles, un veterano activista en favor de la lengua castellana, como cualquier hip¨®tesis de conversi¨®n en una formaci¨®n pol¨ªtica. Ser¨ªa "un profundo error" advirti¨® Capella, crear un "lobby de los castellanohablantes" porque "ser¨ªa un gueto muy grande, pero gueto al fin y al cabo".
El 28 de febrero de 1997, Francesc de Carreras, F¨¦lix P¨¦rez Romera y Miguel Riera publicaron un art¨ªculo en la edici¨®n catalana de EL PA?S, bajo el t¨ªtulo Foro Babel, que quer¨ªa tener un car¨¢cter program¨¢tico. Defin¨ªan el objetivo del foro: "tratar conjuntamente algunos aspectos de la realidad catalana en relaci¨®n con la lengua y la cultura y, de un modo m¨¢s amplio, con la democracia y los derechos de las personas". Y defin¨ªan la filosof¨ªa del grupo en estos t¨¦rminos: "Ni la historia, ni la lengua, ni la cultura, ni la etnia pueden ser transformadas en sujetos sociales que limiten la libertad de las personas y obliguen a los individuos -convertidos en objetos- a estar a su servicio". A partir de esta posici¨®n su cr¨ªtica se centraba en tres cuestiones: la conversi¨®n de los sentimientos de identidad en ideolog¨ªas pol¨ªticas excluyentes; la elevaci¨®n de la ideolog¨ªa nacionalista a ideolog¨ªa oficial de las instituciones pol¨ªticas catalanas; la sumisi¨®n de todos los partidos pol¨ªticos al discurso identitario.
El 29 de abril del mismo a?o, el Foro Babel hizo p¨²blico su primer manifiesto. El documento, que llevaba un centenar de firmas, terciaba en el debate sobre la "nueva ley" del catal¨¢n que iniciaba entonces su larga peregrinaci¨®n en busca del consenso pol¨ªtico. A los nombres ya citados se a?ad¨ªan personalidades como Victoria Camps, F¨¦lix de Az¨²a, Juan Mars¨¦, Eduardo Mendoza, Terenci Moix, Rosa Reg¨¢s, Joan de Sagarra, Gabriel Jackson o Francisco Rico. El manifiesto sustentaba que despu¨¦s de catorce a?os de vigencia de la Ley de normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica de 1983 se pod¨ªa decir que la situaci¨®n de excepcionalidad hab¨ªa sido superada "y el catal¨¢n ha entrado en una fase de normalidad". El documento establec¨ªa el biling¨¹ismo como objetivo. Reconoc¨ªa el caracter de lengua propia que el Estatuto de Catalu?a da al catal¨¢n, como elemento que la diferencia de otras comunidades, sin que por ello el castellano sea "una lengua impropia o jur¨ªdicamente subalterna" y establec¨ªa como objetivo educativo que "al final de los estudios obligatorios los alumnos utilicen normalmente y correctamente tanto el catal¨¢n como el castellano" sin que en ning¨²n caso los alumnos "sean separados", en la escuela o en los institutos, "por raz¨®n de lengua". Los firmantes del documento recibieron una carta del conseller de Cultura, Joan Maria Pujals, que se mostraba especialmente en desacuerdo con la idea de que tras catorce a?os de normalizaci¨®n el catal¨¢n hubiera superado la situaci¨®n de excepcionalidad.
La aparici¨®n del Foro Babel coincid¨ªa con los primeros indicios de un cambio en la hegemon¨ªa ideol¨®gica en Catalu?a. Si al inicio de la transici¨®n la izquierda gozaba de cierta hegemon¨ªa cultural, durante los a?os ochenta el nacionalismo conquistar¨ªa muchas posiciones institucionales y medi¨¢ticas, ocupando el vac¨ªo dejado por el desconcierto ideol¨®gico de la izquierda. El debate en torno a la "nueva ley del catal¨¢n" acabar¨ªa con uno de los tab¨²es de la transici¨®n -la cuesti¨®n ling¨¹¨ªstica- en un proceso de debilitaci¨®n de la hegemon¨ªa ideol¨®gica del nacionalismo.Sin embargo, Babel, que como el nacionalismo catal¨¢n tend¨ªa a confundir cuesti¨®n cultural con cuesti¨®n ling¨¹¨ªstica, corr¨ªa el riesgo de convertirse en la cara opuesta pero sim¨¦trica del nacionalismo.
A finales de septiembre, coincidiendo con la aparici¨®n de un documento de la Confederaci¨®n de Entidades Culturales Regionales en Catalu?a, Babel public¨® un comunicado en el que se expresaba "la discrepancia rotunda con la totalidad" del borrador de la nueva ley del catal¨¢n, y ped¨ªan la retirada parlamentaria del texto. "La imposici¨®n coactiva del catal¨¢n", la conversi¨®n de la lengua propia en lengua oficial contra el principio estatutario de oficialidad de las dos lenguas, y "el esp¨ªritu intervencionista, reglamentista, controlador de las relaciones econ¨®micas, sociales y culturales", eran los principales factores de cr¨ªtica del comunicado de Babel.
Por aquellas fechas el debate pol¨ªtico en torno a la ley del catal¨¢n se intensific¨®. El Consell Consultiu hizo algunas reservas al articulado. El escritor Albert Manent protagoniz¨® la pol¨¦mica m¨¢s agria con el Foro Babel, acusando a estos "intelectuales convertidos en pla?ideras", a esta amalgama de "espa?olistas qu¨ªmicamente puros", catalanistas "no esencialistas", antipujolistas viscerales, profesionales del esnobismo, hijos del falangistas o de carlistas de cuyos padres (perseguidos en la zona republicana) han heredado la fobia contra el nacionalismo catal¨¢n de jugar con fuego y "colaborar a romper la convivencia agitando fantasmas inexistentes y olvidando que somos pa¨ªs de marca".
El d¨ªa 30 de diciembre el Parlamento de Catalu?a aprobaba la ley del catal¨¢n con el voto en contra del PP y Esquerra Republicana. El Forum Babel sac¨® un comunicado criticando la "preocupante insensibilidad" de la izquierda parlamentaria catalana "respecto a las expectativas de una parte muy significativa de su electorado" y "la sumisi¨®n de la izquierda al proyecto nacionalista de Jordi Pujol". Poco despu¨¦s el director general de Pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica de la Generalitat, Llu¨ªs Jou, en respuesta a un art¨ªculo de Francesc de Carreras, escrib¨ªa: la ley "aboga por un modelo social de integraci¨®n en el que se promueve la igualdad de los ciudadanos y se garantiza que Catalu?a sea un solo pueblo".
Aprobada la ley del catal¨¢n, algunos miembros del foro participaron en la creaci¨®n de Convivencia C¨ªvica Catalana, una plataforma presidida por Alejo Vidal Quadras, con el babeliano y dirigente socialista Julio Villacorta como vicepresidente. Convivencia C¨ªvica Catalana se presentaba como una "reacci¨®n al nacionalismo identitario" y "su creciente intervencionismo en la vida privada desde el poder p¨²blico". Este hecho provoc¨® algunas fisuras en el Foro Babel. Pocos d¨ªas despu¨¦s, el Foro convoc¨® un debate en el Pati Llimona de Barcelona sobre federalismo y autodeterminaci¨®n. Los ponentes eran Fern¨¢ndez Buey y Francesc de Carreras. Fern¨¢ndez Buey sostuvo que el refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n del Pa¨ªs Vasco y de Catalu?a era un asunto pendiente que de celebrarse permitir¨ªa a todos los espa?oles enfrentarse con "el coraz¨®n m¨¢s limpio" a la complicada cuesti¨®n de los conflictos nacionales. No le siguieron. Fern¨¢ndez Buey y alg¨²n otro militante de izquierdas se alejaron del Foro Babel por la incomodidad que les generaba la presencia de algunos miembros de Babel en la plataforma de Vidal Quadras.
El pasado 19 de Junio, el Foro Babel hizo p¨²blico su segundo manifiesto, bajo el t¨ªtulo Por un nuevo modelo de Catalu?a. M¨¢s all¨¢ de la cuesti¨®n ling¨¹¨ªstica, el documento pretende plantear un modelo de convivencia alternativa al nacionalismo en un texto que es una cr¨ªtica al pujolismo, pero por encima de todo es una apelaci¨®n a los partidos de izquierdas para que se distancien del modelo de catalanismo hegem¨®nico.
El manifiesto parte del pacto social y pol¨ªtico que di¨® origen a la Constituci¨®n y al Estatuto, que "otorgaba a Catalu?a un amplio autogobierno, garantizaba el libre uso de las dos lenguas utilizadas por los ciudadanos catalanes y proteg¨ªa el patrimonio cultural respetando la pluralidad existente en la sociedad". A juicio de Babel este pacto se ha ido rompiendo desde que Jordi Pujol gan¨® las primeras elecciones, en beneficio de una nueva doctrina oficial que Babel sintetiza en cuatro puntos: Los ciudadanos de Catalu?a se dividen en dos categor¨ªas: catalanistas y espa?olistas. S¨®lo es cultura catalana la que se hace en lengua catalana. El catal¨¢n es la ¨²nica lengua propia de Catalu?a. El Estatuto de Autonom¨ªa es insuficiente para las necesidades de autogobierno de Catalu?a.
A estos cuatro ejes vertebradores de la pol¨ªtica nacionalista, Babel opone otros cuatro ejes alternativos. Ciudadan¨ªa: preeminencia de los derechos individuales sobre los derechos y las identidades colectivas. Pluralismo: no es leg¨ªtimo convertir el nacionalismo en ideolog¨ªa oficial; en una Catalu?a plural la cultura catalana ser¨¢ todo el conjunto de los hechos culturales producidos en Catalu?a. Biling¨¹ismo: el biling¨¹ismo es el verdadero hecho diferencial catal¨¢n que se debe proteger. Federalismo: como garant¨ªa de participaci¨®n y control del poder pol¨ªtico. La publicaci¨®n del manifiesto ha recibido algunas reacciones airadas: desde la acusaci¨®n de sofistas por parte de quien v¨¦ el retorno de los cruzados (Xavier Antich) hasta la invitaci¨®n a callarse (Narc¨ªs Comadira), pero los numerosos art¨ªculos que han seguido a su publicaci¨®n confirman que ya no hay lugar para el ninguneo de estas posiciones en la sociedad catalana.
Pocos d¨ªas despu¨¦s, el Foro Babel fue noticia por una reuni¨®n con Borrell. No era la primera vez: ya hab¨ªan cenado en febrero. Ni era tampoco el primer pol¨ªtico que se hab¨ªa reunido con representantes del Foro. Narc¨ªs Serra, Rafael Rib¨®, Jordi Casas en representaci¨®n de Uni¨®n Democr¨¢tica, representantes de Comisiones Obreras, el secretario general de UGT, Jos¨¦ Mar¨ªa Alvarez, y otros dirigentes del PSC, como Montilla, Iceta y Sala, han tenido contactos con el Foro. La diversidad de horizontes pol¨ªticos de sus miembros no oculta una cierta l¨ªnea preferencial con los llamados capitanes del partido socialista.
Babel quiere seguir su funci¨®n agitadora, sin intenci¨®n de ganar en organicidad y estructura. Y, sin embargo, prolifera: nacen Foros Babel en distintos lugares de Catalu?a. El de Tarragona lleva ya bastante tiempo funcionando, tiene un car¨¢cter m¨¢s asociativo y cuenta con doscientos miembros asiduos. En los pr¨®ximos d¨ªas est¨¢ prevista la constituci¨®n de un Foro Babel en el Ampurd¨¢n, en un acto en Palam¨®s. Y tambi¨¦n en Sabadell y en el Baix Llobregat.
Nacionalismo pujolista
El Foro Babel incomoda a la izquierda seguidista del nacionalismo pujolista y da al nacionalismo un nuevo enemigo a demonizar, que es pasi¨®n constituyente de estas ideolog¨ªas. Aunque, a veces, el propio Babel parezca ser prisionero de esta l¨®gica del amigo y el enemigo. Sin embargo, desde el propio universo nacionalista hay gentes que sustentan que se han perdido muchas complicidades por falta de elemental sensibilidad. Cuando el conseller Pujals escribe a Rafael Argullol para agradecerle que haya escrito un libro en catal¨¢n o a Loquillo por haber grabado un disco en este idioma est¨¢ ofendiendo a una persona. La pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica se ha hecho siempre al margen de un proyecto de culturalizaci¨®n del pa¨ªs. Joan Rigol, siendo conseller de cultura, plante¨® una pol¨ªtica cultural sin distinci¨®n de lenguas, simbolizada en un Consell Assessor plural en el que se sentaban personas como Jaime Gil de Biedma, Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n o Eugenio Tr¨ªas. Rigol tuvo que dimitir. Ahora, como ha dicho Joaquim Molins, los socialistas por primera vez presentan un candidato que parece no haber sido escogido por Convergencia. Algo se mueve en Catalu?a.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.