Los juicios r¨¢pidos descienden a la mitad en la capital "por falta de medios"

Sobre la marcha, el juez (si se trata de un caso de drogas) env¨ªa la sustancia al Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa para que la analice y le remita el informe urgentemente, ese mismo d¨ªa. Si todo va bien, fija la fecha del juicio en las dos o tres semanas siguientes y env¨ªa todo el atestado al juez de lo penal.Aqu¨ª ha surgido uno de los frenos de los juicios r¨¢pidos. El mismo d¨ªa de la detenci¨®n, la polic¨ªa llevaba personalmente la droga al citado instituto. Y horas despu¨¦s, este organismo enviaba al juzgado de guardia, v¨ªa fax, el resultado. Una sentencia de la Audiencia de Madrid ha dado al traste con este sistema. El fax, seg¨²n la Audiencia, no sirve. El informe debe ser el original.

"Es una cuesti¨®n puramente burocr¨¢tica y de f¨¢cil soluci¨®n", asegura el magistrado Carlos Mart¨ªn. "Bastar¨ªa con que los mismos polic¨ªas que lleven la sustancia recojan luego el informe oficial y lo traigan al juzgado de guardia". "Nos esforzamos por intentar llevar los juzgados al d¨ªa y luego nos encontramos con que peque?as nimiedades dificultan ese esfuerzo", se lamenta Mart¨ªn.

Otro escollo: hoy por hoy, en Madrid, s¨®lo los 23 juzgados de lo penal de la plaza de Castilla celebran juicios r¨¢pidos. Al rechazar la Audiencia su intervenci¨®n, el abanico de casos susceptibles de juicio r¨¢pido se ha reducido notablemente, ya que los juzgados de lo penal carecen de competencia para celebrar vistas sobre delitos que excedan de los tres a?os de c¨¢rcel.

Si, por ejemplo, se trata de un asunto de hero¨ªna (droga considerada dura), lo habitual es que se juzgue en la Audiencia. El peque?o tr¨¢fico de hach¨ªs, que suele ser castigado con menos de tres a?os, s¨ª cabr¨ªa enjuiciarlo en los juzgados penales, pero ha sido excluido.

Dos medidas, una ya vigente y otra que pronto ver¨¢ luz verde, pueden ayudar a ampliar en breve ese abanico: acaba de entrar en vigor una ley, comenta el juez decano, que obliga a los fiscales a calificar los hechos el mismo d¨ªa de la guardia (el mismo d¨ªa en que llega el detenido), si su delito cabe enjuiciarlo dentro de las vistas c¨¦leres. "La medida est¨¢ ah¨ª, pero es necesario que haya m¨¢s fiscales en la guardia; los que hay tienen ya de por s¨ª bastante trabajo con la guardia", afirma el decano. La otra medida, que pronto estar¨¢ en vigor, otorgar¨¢ m¨¢s competencia a los juzgados de lo penal y les permitir¨¢ juzgar asuntos con hasta cinco a?os de c¨¢rcel. Los delitos m¨¢s comunes, lo que m¨¢s inquietud generan en la sociedad, llevan aparejadas penas inferiores a cinco a?os.