El Festival de Montreux expone la faceta culta de la m¨²sica electr¨®nica
Comienzan los 20 a?os de ritmos de Brasil
El Festival de Jazz de Montreux no se ha volcado en esta edici¨®n a dar cuenta del abigarrado muestrario de sonidos electr¨®nicos en el que vivimos. S¨®lo la noche del viernes se pudo acceder a una sesi¨®n del sello brit¨¢nico Ninja Tune, Herbaliser, el d¨²o Coldcut y Kid Koala. En la jungla de los sonidos electr¨®nicos tambi¨¦n conviven los ritmos brasile?os, en unas sesiones dedicadas a los 20 a?os de esa m¨²sica, iniciadas con Gilberto Gil y Marisa Monte.
Montreux ha escogido unos pocos ejemplos fuera de las tendencias dominantes del tecno y la m¨²sica de baile, para dar cuenta de los actuales trabajos de algunos pioneros en este campo. El veterano compositor franc¨¦s Pierre Henry y el inquieto ciberartista norteamericano Jaron Lanier presentaron el s¨¢bado en Montreux la faceta culta de la composici¨®n electr¨®nica.La frondosa jungla de sonidos electr¨®nicos en la que est¨¢ sumido nuestro tiempo se esfuerza en ir nombrando sus nuevas especies a medida que aparecen. No hay otro remedio ante la necesidad de mantener una m¨ªnima orientaci¨®n entre la profusa variedad de propuestas que se suceden y desaparecen de a?o en a?o. Tal vez por eso, los organizadores del festival suizo decidieron hacer un poco de arqueolog¨ªa y otras proyecciones del tecno, e invitaron a dos experimentadores en estos campos.
Pierre Henry, con 71 a?os, es uno de los pioneros de la m¨²sica electroac¨²stica. Con una s¨®lida formaci¨®n cl¨¢sica -fue alumno de Olivier Messiaen y Nadia Boulanger-, Henry es una figura fundamental en la evoluci¨®n de la m¨²sica concreta. En 1958 Henry cre¨® su propio estudio de m¨²sica electr¨®nica en el que empez¨® a experimentar con la manipulaci¨®n en las t¨¦cnicas de grabaci¨®n como el looping y los cambios de velocidades sonoras.
Henry frente a Beethoven
En 1979 compuso La d¨¦cima sinfon¨ªa de Beethoven. A partir de la temporizaci¨®n beethoveniana, Henry llega a descubrir su propio sentido del tiempo musical, tras la desestructuraci¨®n de las nueve sinfon¨ªas. El s¨¢bado, el compositor franc¨¦s estren¨® en Montreux una remezcla de esta D¨¦cima, planteada como un espect¨¢culo sonoro en tres dimensiones. Forz¨® al anfitri¨®n del festival, Claude Knobs, a presentarlo al p¨²blico de viva voz, con el pretexto de "no contaminar los o¨ªdos v¨ªrgenes de los presentes y prepararlos para la experiencia sonora que iban a vivir". Con la sala a oscuras, Henry se situ¨® a espaldas del p¨²blico ante una mesa de sonido y empez¨® a maniobrar en ella con la tranquila delicadeza de un minucioso artesano. ?Qu¨¦ contraste con la fren¨¦tica e intuitiva manipulaci¨®n de los Dj"s, de platos y sintetizadores de sus nietos musicales, que, en esa misma sala, hab¨ªan actuado la noche anterior!La propuesta musical de Henry se basa en su profundo conocimiento de la composici¨®n y el an¨¢lisis de sus estructuras. Beethoven es desmenuzado y convertido en material de construcci¨®n. La remezcla de su D¨¦cima es un collage emocional de fragmentos beethovenianos, parcheados con im¨¢genes sonoras (ruidos abstractos y sonidos dom¨¦sticos), ali?ados con secuencias r¨ªtmicas, scratchings y dem¨¢s figuras musicales tecnol¨®gicas.
Los altavoces, situados en varios puntos de la sala, daban la sensaci¨®n de profundidad y de cuerpo a la masa de sonidos. La fantas¨ªa el¨¦ctrica de Beethoven realizada por Henry fue calurosamente aplaudida, a pesar de que sus casi dos horas de duraci¨®n llevaron a la deserci¨®n a buena parte de los auditores.
Las facetas de Linier
Algo parecido sucedi¨® con Jaron Lanier, aunque por motivos distintos. Lanier es no s¨®lo un curioso multiinstrumentista y compositor, sino un cient¨ªfico, creador del t¨¦rmino realidad virtual. Su deseo de aunar ambas facetas creativas lo ha llevado a presentar un espect¨¢culo en el que se combinan las im¨¢genes generadas por ordenador con la interpretaci¨®n de m¨²sica en vivo.Lanier toc¨® el piano, el arpa china y una serie de flautas orientales. La cantante y bailarina Sussan Deyhim aport¨® una voz intensa y vers¨¢til, con derivaciones contempor¨¢neas de cantos hind¨²es. Lanier explicaba casi cada una de sus piezas y la forma en la que determinado instrumento hac¨ªa que los bichos virtuales de la pantalla se movieran a su ritmo. El resultado de la actuaci¨®n era poco afortunado en su conjunto.
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