Por la puerta grande
La inmensidad del escenario del Teatro Real abraz¨® el ansiado sue?o de V¨ªctor Ullate. Por fin la Compa?¨ªa que dirige, el Ballet de la Comunidad de Madrid bailaba por primera vez en este coliseo. El tiempo dir¨¢ si su otro sue?o, el que esta formaci¨®n se convierta en su compa?¨ªa de danza estable, se cumplir¨¢. M¨¦ritos no le faltan.El debut era con su bella y lujosa versi¨®n de El Quijote. Un versi¨®n nacida la colaboraci¨®n entre el artista aragon¨¦s y el figurinista y escen¨®grafo Roger Slaas. Un t¨¢ndem que obtuvo su primer ¨¦xito en 1995, con el montaje de Giselle. Asist¨ª al estreno de este Quijote el 26 de septiembre del pasado a?o en el Teatro Arriaga de Bilbao, y posteriormente repet¨ª en su presentaci¨®n en Barcelona, concretamente en el Teatro T¨ªvoli. Sinceramente, ha sido en el escenario del Teatro Real donde esta gran producci¨®n ha encontrado su marco adecuado, especialmente a nivel de espacio.
Don Quijote
Ballet de la Comunidad de Madrid.Direcci¨®n y coreograf¨ªa: V¨ªctor Ullate. Escenograf¨ªa y vestuario: Roger Salas. Iluminaci¨®n: Olga Garc¨ªa. M¨²sica: Ludwig F. Minkus. Teatro Real de Madrid, 8 de julio.
El espect¨¢culo de tres horas de duraci¨®n con 60 bailarines en escena, 240 trajes, 4 escenograf¨ªas diferentes y un presupuesto de 150 millones, cuenta en esta ocasi¨®n con la participaci¨®n de la Orquesta Sinf¨®nica de Madrid, bajo la direcci¨®n de Graham Bond, que interpret¨® la colorista m¨²sica del compsitor ruso austriaco Ludwing Feodorovitch Minkus (1826-1917).
El Quijote de V¨ªctor Ullate gust¨® en el Real. Prueba de ello fueron los calurosos aplausos que recibi¨® de un p¨²blico entusiasta, puesto en pie. La versi¨®n que ha realizado V¨ªctor Ullate de El Quijote -dividido en un pr¨®logo y tres actos- es respetuosa con la original de Marius Petipa (1869) y la versi¨®n de Alexander Gorski (1900). Unicamente se ha permitido ciertas libertades coreogr¨¢ficas de estilo folcl¨®rico y contempor¨¢neo para agilizar la obra y acentuar su car¨¢cter espa?ol.
La coreograf¨ªa mantiene en todo momento la riqueza y perfecci¨®n t¨¦cnica de las figuras y de los pasos, tanto a nivel acad¨¦mico como en las danzas de origen popular. No hay que olvidar que esta obra encierra uno de los m¨¢s famosos grand pas de deux de la danza cl¨¢sica. Como fragmento aislado es pieza clave y obligasda de los bailarines mejor dotados. La vibrante bailarina Ruth Mir¨®, que brill¨® a lo largo de toda la noche en el papel de la alegre y libre Quiteria estuvo magistral. Bien secundada por Carlos L¨®pez (Basilio) que mostr¨® gran seguridad en los giros y en los saltos.
Ullate ha realizado un buen trabajo tanto a nivel de solista como a nivel de grupo. No hay que olvidar que duplic¨® el n¨²mero de bailarines que integraban la compa?¨ªa para realizar este montaje y no ha sido f¨¢cil unificar estilos para lograr la cohesi¨®n como grupo. Hemos de destacar por su rigurosa interpretaci¨®n a los bailarines Eduardo Lao (Espada), a Ana Noya (Mercedes), Rosa Royo (Reina de las gitanas) y V¨ªctor Jim¨¦nez (Rey de los gitanos).
Desde su estreno este Quijote ha tenido ciertas modificaciones tanto a nivel core¨®grafico como de vestuario, que han enriquecido el montaje.. Uno de los aciertos de la obra es el personaje de Don Quijote, magn¨ªficamente interpretado por V¨ªctor Orive. El h¨¦roe de Cervantes es un hombre tierno y humano, lejos de las esperp¨¦nticas caritacturas que presentar otras versiones.
El vestuario y la escenograf¨ªa de este Quijote es lujoso. Roger Salas ha dise?ado ricos vestidos partiendo de los figurines originales rusos. Las acertad¨ªsimas luces de Olga Garc¨ªa ayudan a crear la atm¨®sfera adecuada.
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