La soledad de Zidane
... Francia es buen equipo hasta Zidane. Una buen sistema defensivo, un medio del campo bien estructurado y una incapacidad para llegar al gol que empieza a ser cr¨®nica. Zidane es el mejor administrador de juego del Mundial, pero los que examinan a los jugadores cada cinco minutos empiezan a creer que su talento no da para tanto. Lo que ocurre es que un conductor necesita a quien conducir y los movimientos de Francia en ataque no dan f¨¢cil salida. Si Maradona s¨®lo necesitaba una pelota para ser genial, y Ronaldo necesita pelota, terreno y un arco, Zidane necesita un equipo que se mueva alrededor de su inteligencia. Si alza la cabeza y ve compa?eros que se esconden, ni luce ni mejora su entorno como en Zidane es costumbre.... Henry es una de las revelaciones. Apareci¨® en el primer partido y un gol le dio continuidad en el segundo, donde marc¨® otros dos. Trezeguet era el tercer delantero, pero las lesiones de Guivarc"h y Dugarry le convirtieron en titular. Lo cierto es que Henry resolv¨ªa dos graves carencias de Francia: juego por afuera y gol. Trezeguet, un jugador de movimientos inteligentes, se convert¨ªa en el mejor socio para Zidane y Henry. De ese modo accidental Francia refresc¨® su ataque y se convirti¨® en un buen equipo de punta a punta. Al parecer esa frescura no era seria para las duras obligaciones del torneo y en los ¨²ltimos partidos ambos j¨®venes miran desde el banquillo el desamparo de Zidane, que en la cancha los busca sin encontrarlos. "As¨ª la selecci¨®n tiene m¨¢s equilibrio", me dicen. Mentira, porque el equilibrio balancea la defensa y el ataque, y sin ellos Francia es un cuchillo sin punta.
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