La polic¨ªa protege de la ira vecinal a un atropellado en una reyerta
El torbellino se desat¨® a las 2.30 en la calle de Enrique Garc¨ªa ?lvarez (Vallecas-Villa) y no acab¨® hasta una hora despu¨¦s en Rivas-Vaciamadrid. A su paso dej¨® tiros, persecuciones, ajustes de cuentas, polic¨ªas heridos y un hombre atropellado y rodeado por una multitud enfurecida.La reconstrucci¨®n policial sit¨²a el arranque de la explosiva trama en un Golf GTI amarillo aparcado en la calle de Enrique Garc¨ªa ?lvarez. Dos hombres se encontraban en su interior a punto de darse un chute de hero¨ªna cuando vieron acercarse a dos tipos, uno en moto, otro andando. Sospecharon (y acertaron) que iban a intentar robarles la droga. En medio de la pelea, los ocupantes del Golf arrollaron varias veces al hombre que se hab¨ªa acercado andando. Luego huyeron hacia Rivas. Aqu¨ª el relato policial se bifurca.
En la calle, tendido en el suelo, qued¨® V¨ªctor Manuel S.G., el arrollado. Pese a su estado, le rodearon casi un centenar de vecinos enfurecidos y, seg¨²n la polic¨ªa, decididos a golpearle por su vinculaci¨®n con el mundo de la droga. El ataque fue frustrado por la Polic¨ªa Municipal, una de cuyas agentes sufri¨® en la refriega un rotundo golpe en la cabeza. El herido, finalmente, fue trasladado al hospital Gregorio Mara?¨®n.
La segunda parte de la trama se jug¨® en Rivas. Hasta all¨ª, Antonio O.L., el amigo del herido,persigui¨® con su moto al Golf amarillo. Pero una vez en la localidad se encontr¨® con un freno: una lluvia de perdigones que le dejaron tirado en un banco de la calle de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez. Para completar el cuadro, su moto fue incendiada (rajaron el dep¨®sito y le prendieron fuego). ?sta fue la misteriosa escena que se encontr¨® a las tres de la madrugada de ayer la Guardia Civil en Rivas. Pronto llegar¨ªa la soluci¨®n. En la casa de socorro acababan de entrar dos hombres (M.E.L., de 33 a?os, y A.G., de 26) malheridos. A la puerta hab¨ªan dejado un Golf amarillo. Fueron detenidos como sospechosos del atropello en Vallecas.
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