El patr¨®n del Festina avisa que puede dejar el patrocinio del equipo
El masajista preso dice que actu¨® bajo las ¨®rdenes de los responsables del grupo
El asunto Festina tom¨® ayer una nueva dimensi¨®n al conocerse la ¨²ltima declaraci¨®n de Willy Voet, el masajista preso y procesado por "tr¨¢fico y contrabando de sustancias prohibidas". Voet, de 53 a?os, confes¨® a la polic¨ªa que hab¨ªa actuado siguiendo ¨®rdenes de los responsables del equipo, seg¨²n informaba el diario Aujourdui, desmintiendo su primera declaraci¨®n en la que asum¨ªa que las 250 dosis de EPO encontradas en su veh¨ªculo, aparte de otras decenas de anabolizantes, eran para consumo propio. Al mismo tiempo se produc¨ªa la primera reacci¨®n oficial del patr¨®n del equipo, el due?o de la empresa relojera, Miguel Rodr¨ªguez. En un comunicado, Rodr¨ªguez recuerda que Festina "puede cancelar el contrato con el equipo en el supuesto de su uso o comportamiento antideportivo. Bruno Roussel, el director, pide a los jueces que le citen como testigo, Virenque, el l¨ªder, amenaza con querellarse contra la prensa por difundir informaciones que considera difamatorias y el resto de los corredores dicen que la mejor forma de acabar con el esc¨¢ndalo es "ganar el Tour". A la llegada de los coches de los equipos por ferry desde Irlanda hubo registros policiales aleatorios. "Hicieron abrir el maletero a unos cuantos, como cuando se sale de Andorra", explicaba un director. No hubo noticias de ning¨²n hallazgo de sustancias prohibidas.Hace un a?o justo, el 14 de julio de 1997, el Festina era noticia por otros motivos muy diferentes. Laurent Brochard, el futuro campe¨®n del mundo, ganaba la primera etapa de los Pirineos despu¨¦s de una exhibici¨®n de todo el conjunto. La filosof¨ªa Festina, un t¨¦rmino muy querido a Roussel, se hizo realidad. Ayer, s¨®lo se hablaba con Roussel para preguntarle por el caso. "No entiendo nada", dijo. "Le he pedido al juez que me deje explicarle c¨®mo funciona el equipo, cu¨¢les son nuestros m¨¦todos de trabajo, nuestras estructuras, todo. Y no me deja". El juez parece que prefiere manejar la confesi¨®n de Voet, masajista personal de Virenque. Voet reconoci¨® adem¨¢s que no era la primera vez que hac¨ªa ese trabajo y que su obligaci¨®n era hacer llegar el material al m¨¦dico del equipo, que ya estaba en Dubl¨ªn, donde arranc¨® el Tour.
El m¨¦dico, Eric Ryckaert, tambi¨¦n de nacionalidad belga, neg¨® todas las imputaciones. Asimismo hay algunos puntos oscuros en la declaraci¨®n del masajista. El principal, y en ello basa su defensa el equipo, es que tal cantidad de EPO sobrepasa con mucho las necesidades de un equipo durante un Tour. Alegan, as¨ª, que Voet se dispon¨ªa a proveer, como negocio personal, a otros equipos. Esa l¨ªnea de defensa, en el fondo, incriminar¨ªa a los dem¨¢s participantes en el Tour, alguno de ellos ya registrado ayer. No es de extra?ar la petici¨®n de Jean Marie Leblanc, director del Tour, de que la justicia act¨²e con rapidez y aclare cuanto antes un embrollo que amenaza con desestabilizar la carrera y al ciclismo en general.
No hubo reacci¨®n del equipo a la amenaza, pues as¨ª se puede entender el aviso, del patr¨®n, Miguel Rodr¨ªguez, de que puede dejar de patrocinarlo aunque haya un contrato hasta el a?o 2001. Rodr¨ªguez, un hombre que se considera de izquierdas, es una persona de decisiones dr¨¢sticas, sin vuelta de hoja. "Yo invierto en esto porque s¨®lo quiero conseguir publicidad buena y ganar dinero", suele decir. Sin embargo, ser¨ªa bastante complicado legalmente abandonar sin fuertes indemnizaciones al grupo de Roussel, en el que invierte casi 1.000 millones de pesetas al a?o. A los corredores con contrato en vigor (Z¨¹lle, unos 300 millones al a?o; Virenque, casi 200, son los mejor pagados) s¨®lo les puede dar de baja si se demuestra que se han dopado. Y hasta ahora, ninguno ha dado positivo en un control, salvo Moreau, cuyo caso est¨¢ en manos de la comisi¨®n m¨¦dica de la federaci¨®n francesa.
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