Un hombre fuera del sistema

Puede decirse que Bruno Roussel, 42 a?os, bret¨®n, nacido en Vannes, ciudad a no m¨¢s de 170 kil¨®metros de donde ayer fue detenido para prestar declaraci¨®n ante la polic¨ªa judicial, naci¨® para ser entrenador. Y puede decirse que naci¨® tambi¨¦n para estar fuera del sistema. Su carrera sufre una clara dependencia de la experiencia de su padre, Ange Roussel, un preparador que cobr¨® cierta fama en el descubrimiento de j¨®venes talentos (entre ellos Laurent Fignon) as¨ª como por su personalidad autodidacta y por ser precursor del entrenamiento cient¨ªfico.Roussel no es ajeno al perfil de su padre. Hasta hace unos d¨ªas era un hombre contestado por algunos colegas, pero a quien respaldaban los resultados que estaba obteniendo con su particular forma de dirigir el Festina: hab¨ªa convertido a Richard Virenque en un h¨¦roe nacional en el deca¨ªdo ciclismo franc¨¦s, a Laurent Brochard en un sorprendente campe¨®n del mundo y al equipo Festina en una de las locomotoras del pelot¨®n internacional. Bruno Roussel, desde ayer por la tarde, tiene que dar cuenta de sus actos. Su biograf¨ªa, de momento, queda en suspenso.

Su padre, Ange, lleg¨® a tener problemas con la federaci¨®n y termin¨® retir¨¢ndose del escenario. Su hijo Bruno, tras una corta experiencia como corredor amateur, tom¨® bien pronto la decisi¨®n de continuar el trabajo paterno. Se hizo entrenador y para ello se apart¨® de las directrices habituales: estudi¨® para licenciado en Educaci¨®n F¨ªsica.

Con unos conocimientos m¨¢s cient¨ªficos bajo el brazo entr¨® en 1990 en el circuito profesional, en el equipo RMO, donde es recomendado por Charly Mottet. Est¨¢ dos a?os trabajando en ese equipo, donde saltan a la fama dos corredores como Pascal Lino y Richard Virenque, con quienes llega a sumar nueve d¨ªas con el maillot amarillo en el Tour. Esta experiencia dura dos a?os, hasta que el equipo abandona el ciclismo.

Posteriormente, en 1993, recibe plenos poderes de Miguel Rodr¨ªguez, patr¨®n de la casa Festina, para que se haga cargo de un equipo con fama de ca¨®tico y con poco prestigio en el pelot¨®n. En este tiempo, Roussel ha conseguido que el equipo Festina sea considerado como uno de los m¨¢s potentes del mundo. Ahora, por otras cuestiones.