Detenido el director del Festina
La polic¨ªa registra el hotel del equipo y arresta tambi¨¦n a uno de los m¨¦dicos
Bruno Roussel, director del Festina, no pudo terminar la etapa de ayer dirigiendo a su equipo. A 50 metros de la meta, en el desv¨ªo habitual de todas las carreras, varios polic¨ªas en motocicleta detuvieron el veh¨ªculo del Festina, lo apartaron de la corriente de todos los dem¨¢s directores, que observaban at¨®nitos la escena, y lo condujeron directamente a la comisar¨ªa de polic¨ªa de Cholet. Eran las 17.00. Al cierre de esta edici¨®n, a¨²n estaba siendo interrogado. El plazo m¨¢ximo de detenci¨®n en comisar¨ªa es de 96 horas, pero el juez puede disponer antes su libertad total, su libertad provisional o su encarcelamiento. El equipo, que no ten¨ªa previsto retirarse de la carrera, llam¨® inmediatamente a su tercer director, el espa?ol Miguel Moreno, para hacerse cargo del puesto de Roussel. El patr¨®n, Miguel Rodr¨ªguez, a¨²n no hizo efectiva su amenaza de retirar el patrocinio del equipo en el caso de que se demostrara la pr¨¢ctica del dopaje. Por el contrario, en declaraciones a Radio Nacional, Rodr¨ªguez mostr¨® su apoyo al quehacer del equipo y resalt¨® que hab¨ªa que respetar la presunci¨®n de inocencia. "Creo", manifest¨®, "en la inocencia de Bruno Roussel. Hemos sido cabezas de turco de una maniobra pol¨ªtica". Y prosigui¨®: "He hablado con el director del Tour, Jean Marie Leblanc, y le he dicho que no nos retiramos, que seguiremos hasta el final".Mientras Roussel prestaba declaraci¨®n tambi¨¦n fue detenido uno de los m¨¦dicos del equipo, el belga ?ric Ryckaert. La polic¨ªa registr¨® en su presencia el cami¨®n del material mec¨¢nico del Festina. Minuciosamente, bicicleta a bicicleta. Tardaron m¨¢s de media hora y salieron con varias cajas. No hay confirmaci¨®n de que encontraran sustancias prohibidas.
Confesi¨®n
La confesi¨®n del masajista Willy Voet, en prisi¨®n desde el pasado s¨¢bado tras ser detenido en posesi¨®n de varios centenares de dosis de productos dopantes (incluida EPO), desencaden¨® una vasta operaci¨®n policial contra el equipo de Virenque y Z¨¹lle. En Francia se considera delito la posesi¨®n de productos anabolizantes y estupefacientes. La ministra de Deportes, la comunista Marie-Georges Buffett, emprendi¨® una fuerte campa?a contra el dopaje desde su toma de posesi¨®n. Su objetivo ¨²ltimo era lograr desmantelar las redes por las que los deportistas se aprovisionan de productos dopantes. Su medio, investigar a un equipo en concreto. ?Por qu¨¦ ha sido Festina el elegido? Nadie tiene un motivo claro. Los dem¨¢s equipos se compadecen del Festina y se preguntan por qu¨¦ tiene que ser el ciclismo el deporte m¨¢s vigilado e investigado. Tambi¨¦n se preguntan si toda la operaci¨®n no tiene un excesivo car¨¢cter publicitario, y por la exacta elecci¨®n de las fechas del dispositivo: al final del Mundial, al comienzo del Tour, cuando la atenci¨®n de todos los medios de comunicaci¨®n se hab¨ªa trasvasado al ciclismo.Roussel llevaba d¨ªas pidiendo que la polic¨ªa le escuchara, que fuera citado como testigo para as¨ª tener acceso al sumario incoado por el juez de Lille, pero, evidentemente no esperaba ser detenido. El equipo a¨²n emiti¨® ayer un comunicado en que tildaba de rumores alimentados por la prensa todas las informaciones publicadas sobre un caso que ha hecho tambalear al Tour y al mundo ciclista y lo ha introducido en el ambiente de la informaci¨®n policial y judicial. La direcci¨®n del Tour no tiene potestad para excluir al equipo de la carrera, a menos que se demostrara un dopaje masivo, pero ha insinuado de diferentes maneras la necesidad de que abandonara por su propia voluntad. Sin embargo, Relojes Festina sigue siendo uno de los patrocinadores de la carrera. Incluso Roger Legeay, presidente de la asociaci¨®n de equipos, no ocult¨® su malestar por la situaci¨®n e intent¨® convocar una reuni¨®n para que los dem¨¢s participantes pidieran a Festina que abandonara. Si el Festina sale a correr hoy, ser¨¢ el primer equipo en la historia del Tour que lo haga con su director detenido en comisar¨ªa. En el hotel Atlantel de Cholet, donde el Festina compart¨ªa alojamiento con el ONCE-Deutsche Bank y el Saeco, hab¨ªa tantos periodistas, fot¨®grafos y unidades m¨®viles de televisi¨®n que parec¨ªa que Virenque, o Z¨¹lle, ya hubieran ganado la carrera francesa.
Expectaci¨®n
La expectaci¨®n contrastaba con el hermetismo de los corredores y trabajadores del Festina. Los pasillos vac¨ªos y las puertas cerradas. Polic¨ªas de paisano, discretamente vigilando. Decenas de aficionados voceaban bajo las ventanas el nombre de Virenque, en un intento de darle ¨¢nimos, pero el corredor mascota de toda Francia no se asom¨®. Seg¨²n sus compa?eros, est¨¢ destrozado. Todo el equipo est¨¢ destrozado, aunque intenta concentrarse en la carrera. Sin embargo, la tensi¨®n vivida por el estado de sitio que sufren les pasar¨¢ factura.Ese mismo hotel hab¨ªa sido al mediod¨ªa escenario de la primera muestra del despliegue policial. En presencia de Ryckaert, registraron su habitaci¨®n (la 223) y la 222, la de Roussel. No encontraron nada, por lo que decidieron detener a Roussel para confrontarle con las acusaciones de Voet, que hab¨ªa confesado que ¨¦l hab¨ªa actuado a las ¨®rdenes de los responsables del equipo y que su cometido era transportar la EPO, la hormona del crecimiento, los anabolizantes, las jeringuillas, los productos enmascaradores y dem¨¢s material encontrado en su veh¨ªculo hasta Dubl¨ªn, donde deb¨ªa entreg¨¢rselo al m¨¦dico. El juez Patrick Keil recibir¨¢ en Lille por fax las declaraciones de los tres detenidos ayer; tambi¨¦n se le comunicar¨¢ lo hallado en los registros, que deb¨ªa ser analizado en laboratorios policiales, y tomar¨¢ una decisi¨®n sobre su futuro. Probablemente, en las pr¨®ximas horas pedir¨¢ su traslado a Lille, para un careo con Voet.
Alrededor del edificio policial, muy cercano a la l¨ªnea de meta, decenas de periodistas se dispon¨ªan a pasar la noche. Casi tantos como los que rodeaban el hotel. En el aparcamiento interior, a¨²n permanec¨ªa el coche del equipo, con las bicicletas de repuesto en la baca. Quiz¨¢s sea el ¨²ltimo coche que conduzca Roussel, un director que alcanz¨® el a?o pasado el reconocimiento general de sus m¨¦todos innovadores. Ahora es un hombre sitiado.
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