Santiago y cierra Espa?a
Ya vuelve el espa?ol donde sol¨ªa. Ten¨ªa que ser as¨ª. El secretario general de los socialistas vascos, Nicol¨¢s Redondo Terreros, ha proclamado estos d¨ªas en un mitin, y henchido de fervor patri¨®tico, que el nacionalismo vasco representa la historia negra de Espa?a, "lo que queremos olvidar de la historia de Espa?a. Lo m¨¢s negro, lo m¨¢s intolerante e inflexible". Que "quieren separarse de Espa?a y representan lo peor de Espa?a". Para el se?or Redondo Terreros, "estamos peor de lo que est¨¢bamos". Estas declaraciones del candidato socialista a lehendakari tienen lugar cuando, con motivo de las declaraciones de la ministra Aguirre y del portavoz del Gobierno Aznar, Miguel ?ngel Rodr¨ªguez, acerca de la ense?anza del castellano en Catalunya, estaba en pleno hervor/furor la algarab¨ªa medi¨¢tica. Editoriales y art¨ªculos de opini¨®n en la prensa escrita, arrebatos vociferantes en las tertulias radiof¨®nicas de siempre, se mezclaban y solapaban con las declaraciones de los pol¨ªticos. Por en¨¦sima vez, la lengua catalana, su ense?anza y difusi¨®n, ven¨ªa a poner de los nervios a algunos opinadores del equipo medi¨¢tico habitual. ?Y qu¨¦ nervios! La se?ora ministra hab¨ªa declarado que en Catalunya se ense?aba el castellano utilizando como lengua vehicular el catal¨¢n. Y que esto no era, pedag¨®gicamente, correcto. Se comentaban estas declaraciones en la cadena de la Iglesia y un tertuliano salt¨®, de pronto, diciendo que ese no era el verdadero problema. El problema era la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica. Y que no era un problema s¨®lo de Catalunya sino que pasaba lo mismo en Galicia, Pa¨ªs Vasco, Baleares y Valencia. Y que la pol¨ªtica de inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica era anticonstitucional. Otro tertuliano, juez por m¨¢s se?as, record¨® a su compa?ero de micr¨®fonos que el Tribunal Constitucional, en su momento, declar¨® constitucional la ley de inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica, que adem¨¢s hab¨ªa sido aprobada por unanimidad de todos los grupos pol¨ªticos del Parlament de Catalunya. ?Nunca lo hubiera hecho! "El Tribunal Constitucional ha amparado el atropello de la inmersi¨®n por razones pol¨ªticas", salt¨® como una fiera el exaltado. Otro colega, tambi¨¦n algo resentido y un tanto amargado por sus fracasos period¨ªsticos -que de todo hay entre esta pl¨¦yade de opinadores- se puso de lado de quien criticaba al Tribunal Constitucional. El juez pidi¨® sosiego a ¨¦ste ¨²ltimo, evidentemente exaltado y, claro, lo desasoseg¨® m¨¢s: "No, no me sosiego -grit¨® nervioso- porque es que usted tiene unas tragaderas para unas cosas que, ?hay que ver!". El ambiente estaba crispado entre los tertulianos. (Por cierto, ?qui¨¦n transmite la crispaci¨®n a la opini¨®n p¨²blica?). Alguien quiso apaciguar los ¨¢nimos: "En los ¨²ltimos a?os se ha desequilibrado la balanza por el excesivo peso que los nacionalismos -PNV y CiU- han conseguido tener... Habr¨ªa que pensar en un acuerdo entre los dos partidos nacionalistas espa?oles con el fin de "mantener a raya" a los nacionalistas perif¨¦ricos". No le gust¨® al tertuliano m¨¢s exaltado eso de partidos "nacionalistas" espa?oles: "Ser¨¢n partidos nacionales, ?digo yo!", puntualiz¨®. Se iban aclarando las cosas: aqu¨ª, en mi modesta opini¨®n, lo que cada d¨ªa est¨¢ m¨¢s claro es que lo que algunos est¨¢n pidiendo, porque lo hechan en falta, no es otra cosa que impulsar la "formaci¨®n del esp¨ªritu nacional". En un momento del guirigay radiof¨®nico, el tertuliano resentido y un tanto amargado, se hab¨ªa lamentado de que las declaraciones de Nicol¨¢s Redondo Terreros, citadas al principio, y que ¨¦l hab¨ªa publicado en su periodiquito digital, no hubiesen tenido la repercusi¨®n "merecida". Sus palabras de queja eran ¨¦stas: "Y ya que estamos hablando del tema del nacionalismo yo quiero subrayar mi sorpresa porque la prensa nacional impresa de hoy no se hace eco de unas important¨ªsimas declaraciones del se?or secretario general del partido socialista de Euskadi, don Nicol¨¢s Redondo Terreros que ayer, en un mitin p¨²blico presidido por el se?or Ram¨®n Rubial, presidente del PSOE y en presencia del candidato Borrell del partido socialista, dijo la siguiente frase: "Los nacionalistas son lo peor de Espa?a, nos recuerdan la m¨¢s negra etapa de Espa?a, son los que quieren separarse de Espa?a y son lo peor de Espa?a". Y esta frase, que fue reproducida en los telediarios de Antena 3 TV, ha desaparecido misteriosamente, salvo en nuestro peri¨®dico, La Estrella Digital. Ha desaparecido de la gran prensa nacional y estoy muy preocupado porque no entiendo c¨®mo un asunto de esta envergadura, que el l¨ªder del partido socialista en el Pa¨ªs Vasco haga semejante declaraci¨®n, y no se reproduzca una sola informaci¨®n ni nada". La acusaci¨®n a la prensa era grave. Tanto, que el director y fundador de un peri¨®dico presente en la tertulia, sinti¨¦ndose aludido, quiso justificar la no inclusi¨®n de esa noticia en su edici¨®n del d¨ªa, bien porque lleg¨® tarde o porque tal vez en las redacciones de los peri¨®dicos "estemos ya todos vacunados contra el bla, bla, bla de los pol¨ªticos... porque yo creo que todo lo que tiene que ver con la pol¨¦mica de los nacionalismos y su papel dentro del estado, hay que distinguir lo que es la bronca entre los pol¨ªticos de lo que es la dimensi¨®n que afecta, de verdad, a los ciudadanos". ?Hombre!, bronca entre los pol¨ªticos pero, y entre los opinadores, ?no? Estamos donde est¨¢bamos. Cuando el advenimiento de la Rep¨²blica acab¨® con la dictadura de Primo, se hab¨ªa celebrado, previamente, el Pacto de San Sebasti¨¢n, entre partidos espa?oles y nacionalistas. Se instaur¨® la democracia y, al poco tiempo, algunos empezaron a decir aquello de "No es esto, no es esto". No se asum¨ªan los nacionalismos. El esp¨ªritu nacional espa?ol que los del 98 trataron de regenerar, como consecuencia de la p¨¦rdida de las ¨²ltimas colonias espa?olas de ultramar, se hizo presente y en cierta medida se convirti¨® en doctrina pol¨ªtica contra la Rep¨²blica. Estamos en 1998. Se cumplen cien a?os de aquel desastre. La democracia que surgi¨® en la transici¨®n en 1977 -esta vez como Monarqu¨ªa Parlamentaria- comienza a no gustar a algunos, tambi¨¦n por culpa de los nacionalismos, que tanto molestan a algunos. Temen perder, ahora, no las colonias de ultramar sino las que, para ellos, ser¨ªan una especie de "colonias interiores". Reclaman, consciente o inconscientemente, el esp¨ªritu del 98. Se dir¨ªa que hay qui¨¦nes quieren volver al "Santiago y cierra Espa?a". O as¨ª me lo parece. En definitiva, lo de siempre: la Espa?a vertical de Men¨¦ndez Pidal frente a la Espa?a horizontal de Bosch i Gimpera. Lo de siempre.
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