Artistas de la tolerancia
60 ni?os participan en un campamento internacional de Almer¨ªa Acoge
Cuando los rigores del verano arrecien con la llegada del mes de agosto, Laila Lahdaid, una marroqu¨ª de 13 a?os, volver¨¢ a su pa¨ªs para visitar a los parientes que all¨ª dej¨® cuando, hace tres a?os, lleg¨® a Almer¨ªa con parte de su familia. Pero antes ha tenido la oportunidad de disfrutar de unos d¨ªas de vacaciones en la sierra almeriense con otros ni?os que tambi¨¦n salieron de sus pa¨ªses para instalarse en una provincia que promet¨ªa un futuro m¨¢s esperanzador. Senegal, Marruecos, Guinea-Bissau o Ecuador son algunos de los lugares de procedencia de aproximadamente la mitad de los 56 chavales de entre 12 y 13 a?os que hoy se despiden del campamento de verano intercultural, organizado por la asociaci¨®n no gubernamental Almer¨ªa Acoge. El resto son ni?os almerienses que aprenden a convivir con los inmigrantes, que comenzaron a arribar a la provincia hace unos a?os, cuando despeg¨® el proceso de reagrupaci¨®n familiar de los inmigrantes en Almer¨ªa. Laila repite por tercera vez esta propuesta, que lleva ya cinco a?os celebr¨¢ndose. Ella ya sab¨ªa que no acud¨ªa a un campamento al uso. Por eso, cuando el pasado lunes lleg¨® junto con sus compa?eros a la Residencia Escolar San Jos¨¦, de V¨¦lez-Rubio -un municipio del en el Parque Natural de la Sierra de Mar¨ªa-Los V¨¦lez, al Norte de la provincia- no le sorprendi¨® tanto encontrarse con un un supuesto gitano titiritero que se hab¨ªa desplazado hasta V¨¦lez-Rubio para actuar en las fiestas del pueblo. Juan Miralles, uno de los miembros de Almer¨ªa Acoge, representa al gitano, que ha perdido a toda su familia y ahora debe afrontar solo el espect¨¢culo. Los ni?os, despu¨¦s de conocer el relato de la azarosa vida del viejo titiritero, decidieron aceptar la invitaci¨®n que les hac¨ªa y convertirse ellos tambi¨¦n en artistas ambulantes. Anoche fue la gran fiesta y todos tuvieron la posibilidad de demostrar sus dotes art¨ªsticas. No en vano durante toda la semana hab¨ªan estado practicando en talleres para fabricar sus propios fantoches, participando en las m¨¢s diversas actividades y haciendo gala de su capacidad de concentraci¨®n con los juegos malabares. "La convocatoria del campamento se realiza a trav¨¦s de los colegios y tratamos siempre de que exista una proporci¨®n equilibrada entre los ni?os que son de Almer¨ªa y los inmigrantes. Se trata de utilizar el juego para provocar la reflexi¨®n sobre la tolerancia, el consumismo o la competitividad", explica Juan Miralles. Catorce voluntarios, dos de ellos marroqu¨ªes, han bregado durante toda una semana con chicos y chicas a los que se les ofrec¨ªa la posibilidad de apreciar el valor de la diferencia desterrando prejuicios. La mayor¨ªa de los chavales no se conoc¨ªan entre s¨ª, aunque estudian durante todo el a?o en el mismo colegio. A partir de ahora, muchos mantendr¨¢n el contacto y cultivar¨¢n amistades que no conocen fronteras idiom¨¢ticas o culturales. Aprender a conocerse compartiendo juegos y risas desde peque?os es uno de los caminos para que los ni?os puedan educar a muchos de sus mayores.
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