El "caso Serfaty" frena el proceso democr¨¢tico en Marruecos
La decisi¨®n del Tribunal Supremo de Marruecos de desautorizar la vuelta a su pa¨ªs al exiliado pol¨ªtico Abraham Serfaty ha puesto brutalmente de manifiesto los l¨ªmites del proceso de democratizaci¨®n abierto en Marruecos con el nombramiento del socialista Abderram¨¢n Yussufi como primer ministro y la formaci¨®n de un Gobierno de coalici¨®n de centro-izquierda.Lo que la prensa ha bautizado como "cohabitaci¨®n a la marroqu¨ª", entre la clase pol¨ªtica de corte democr¨¢tico actualmente en el poder y el viejo aparato pol¨ªtico-represivo del reino jerifiano llamado Majz¨¦n acaba de mostrar su car¨¢cter favorable al sector conservador.
"Los militantes de los derechos humanos estamos consternados", afirma el diario socialista Liberation. Al declarar el Tribunal Supremo que Serfaty no ha podido probar su nacionalidad, "todos los marroqu¨ªes nos sentimos amenazados del no reconocimiento de nuestra ciudadan¨ªa", a?ade el ¨®rgano del partido gubernamental. "Mi nacionalidad marroqu¨ª es inalienable", ha respondido Abraham Serfaty, nacido en Casablanca en 1926 en el seno de una familia sefard¨ª asentada en Marruecos desde hace cinco siglos. Su abogado Abderrahim Berrada espera recurrir contra este "abuso de poder".
Serfaty, desde su exilio en Par¨ªs, adonde fue enviado por la fuerza en 1991 despu¨¦s de haber purgado 17 a?os de c¨¢rcel en Marruecos, donde un tribunal le conden¨® a cadena perpetua por "atentado contra la seguridad del Estado", ha reconocido su sorpresa ante la decisi¨®n del alto tribunal, y considera que "el poder tir¨¢nico del Majz¨¦n, representado por el ministro de Interior,Driss Basri, es m¨¢s fuerte que el poder democr¨¢tico en gestaci¨®n, representado por Yussufi".
Sin embargo, el que en su momento fuera considerado el preso pol¨ªtico m¨¢s antiguo del continente africano despu¨¦s de Nelson Mandela rechaza pedir la gracia real, por considerar que no ha cometido ninguna falta. "La p¨¢gina de la tiran¨ªa no puede ser borrada. Los torturadores no ser¨¢n jam¨¢s perdonados".
Decisi¨®n del rey
Serfaty estima, sin embargo, que la actitud del rey en el asunto "es probablemente m¨¢s sutil". Seg¨²n el veterano opositor, Hassan II no puede desautorizar a su ministro de Interior, cuya fuerza "es a¨²n demasiado grande", y es posible que prefiera acordarle la gracia real para que pueda volver al pa¨ªs. "Los jueces han emitido su veredicto en nombre del rey", dice Serfaty. "Por tanto, al rey compete deshacer el entuerto".La opini¨®n p¨²blica marroqu¨ª considera que el caso Serfaty ha ca¨ªdo como un jarro de agua helada sobre el proceso de apertura y renovaci¨®n inaugurado por Yussufi. A su vuelta de T¨²nez,donde se enter¨® del veredicto del Supremo, el primer ministro no quiso pronunciarse sobre la decisi¨®n de la justicia, pero afirm¨® que continuar¨¢ "luchando por los derechos humanos".
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