La UE y las ONG suspenden la ayuda alimentaria y sanitaria a Afganist¨¢n
El r¨¦gimen radical isl¨¢mico imposibilita la labor de las organizaciones humanitarias
La Uni¨®n Europea, las Organizaciones No Gubernamentales y probablemente Naciones Unidas han tirado la toalla. Desde este fin de semana han suspendido las actividades o se retiran de Afganist¨¢n dejando desasistidas a cientos de miles de personas, v¨ªctimas de la guerra, cuya subsistencia depende de la ayuda humanitaria que reciben. Los talib¨¢n, los "estudiantes en teolog¨ªa" que hacen una interpretaci¨®n ultrarradical del Cor¨¢n, han hecho la vida imposible a las agencias internacionales y a los voluntarios que intentaban aliviar los sufrimientos de los afganos.
La Comisi¨®n Europea envi¨® el s¨¢bado un fax a las 35 ONG que operan en Afganist¨¢n en el que anuncia la suspensi¨®n de actividades de su agencia humanitaria, ECHO, la retirada de su personal de Kabul, que se ha trasladado a Pakist¨¢n, y el cese de la financiaci¨®n a las organizaciones y agencias humanitarias, a las que adem¨¢s invita a seguir su ejemplo. La mayor¨ªa de ellas la secundar¨¢n.Bruselas, cuya decisi¨®n obtuvo el jueves el aval del conjunto de la Uni¨®n Europea, es el principal donante de ayuda a Afganist¨¢n, sobre todo a trav¨¦s de ONG y de agencias especializadas de la ONU, que, en su conjunto, ten¨ªan previsto dedicar este a?o 157 millones de d¨®lares (unos 24.000 millones de pesetas) a proporcionar alimentos, medicinas y algo de formaci¨®n profesional a los afganos.
"En el ¨²ltimo a?o y medio", reza la carta enviada por Bruselas a las ONG, "ha resultado cada vez m¨¢s dif¨ªcil para las agencias hacer llegar la ayuda humanitaria de manera eficiente y de modo adecuado a Kabul. Las agencias han sido objeto de una serie de edictos e instrucciones por parte de los talib¨¢n. ?stos han sido cada vez m¨¢s restrictivos y han recortado la labor de las agencias, hasta el punto de obligar a cancelar proyectos en los ¨¢mbitos de la sanidad y de la educaci¨®n, especialmente de mujeres.
Por si esto no bastase, prosigue el fax, "el personal que trabaja para las agencias ha padecido acoso y, cada vez con m¨¢s frecuencia, ha sido v¨ªctima de groser¨ªas". "En paralelo los autom¨®viles y el material han sido incautados".
Ultim¨¢tum
Pero la gota que ha desbordado el vaso del descontento de todos aquellos que en Kabul se dedican a la ayuda humanitaria ha sido el ultim¨¢tum, que expir¨® ayer, dado por los talib¨¢n a las ONG para que abandonen el barrio residencial de Wazir Ajbar Jan, d¨®nde han instalado sus dependencias, y se concentren en la antigua escuela polit¨¦cnica.Alejado de la ciudad y enclavado en un suburbio castigado por los bombardeos, el edificio de la polit¨¦cnica amenaza ruina. Carece de ventanas, de agua y de luz el¨¦ctrica. Los voluntarios de la ayuda humanitaria se han negado a trasladarse a un barrac¨®n semiderruido porque temen que el empe?o en reagruparles sea un intento de controlarles mejor.
El ministro afgano de Planeamiento, Qari Din Mohammad, ha justificado la medida para mejorar la seguridad de las ONG. "Si no muestran buena voluntad para mudarse", declar¨® a la agencia France Press, "cerraremos sus oficinas". "Si se van, ser¨¢n ellos quienes habr¨¢n tomado la decisi¨®n". "Nosotros, los musulmanes, creemos que Dios Todopoderoso alimentar¨¢ a la gente de una manera o de otra".
Algunos indicios hacen prever que la ONU y sus agencias van a seguir los pasos de la Uni¨®n Europea, aunque la organizaci¨®n parece todav¨ªa algo dividida sobre la decisi¨®n.
El Consejo de Seguridad conden¨® el martes el reagrupamiento de las ONG en la Polit¨¦cnica, y el emisario especial de la Naciones Unidas para Afganist¨¢n, el argelino Lakhdar Brahimi, dio a entender esta semana que tambi¨¦n pod¨ªan echar el cerrojo.
"Los talib¨¢n deben saber", declar¨® Brahimi, "que no s¨®lo hay un l¨ªmite a lo que podemos soportar, sino que hay crecientes presiones sobre nosotros, en especial de la comunidad de donantes, para que digamos que hay un l¨ªmite". "A pesar del acuerdo, las cosas en Afganist¨¢n no son lo que deber¨ªan ser".
Brahimi se refer¨ªa a un memor¨¢ndum firmado el 13 de mayo entre la ONU y los talib¨¢n en el que, para poder seguir operando, la organizaci¨®n internacional hac¨ªa concesiones al r¨¦gimen que han sido duramente criticadas por varias ONG.
Naciones Unidas aceptaba, por ejemplo, otorgar prioridad a los hombres para acceder a la educaci¨®n y a la sanidad porque, para las mujeres, ese proceso deb¨ªa de ser "gradual" y efectuarse en "concordancia con las reglas isl¨¢micas y de la cultura afgana".
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