En busca de las propiedades curativas de los imanes
Carles Vallbona, de 71 a?os, es un m¨¦dico catal¨¢n al que, cuando le hablaron de las capacidades curativas de los imanes, le son¨® "a cuento de hadas". Hoy es un experto en medicina preventiva y familiar del Baylor College of Medicine de Houston (EEUU) y dedica la mayor parte de su tiempo a descubrir las razones por las que "un im¨¢n puede quitar los dolores musculares". Vallbona, que lleva fuera de Espa?a 46 a?os, confiesa que, cuando ¨¦l mismo padece alguna lesi¨®n, se autorreceta imanes para el dolor.La teor¨ªa que el doctor Vallbona sostiene es, sin duda, dif¨ªcil de mantener entre los m¨¢s esc¨¦pticos de la comunidad cient¨ªfica. Pero tanto los experimentos que ha realizado como el riguroso m¨¦todo que emple¨® para ello, le han revelado que s¨ª cabe hablar de propiedades curativas en el im¨¢n. Esta investigaci¨®n fue recogida en el peri¨®dico estadounidense The New York Times.
Los electroimanes son utilizados con frecuencia en traumatolog¨ªa, pero la t¨¦cnica que propone Vallbona est¨¢ basada en imanes est¨¢ticos, que son unas diez veces m¨¢s potentes que los se utilizan en los frigor¨ªficos y tienen entre 300 y 500 Gauss (la unidad de flujo magn¨¦tico).
"Nosotros hemos hecho una primera prueba cient¨ªfica aleatoria del efecto de los imanes en el control del dolor. Para lo que hemos experimentado con 50 enfermos que sufr¨ªan el llamado s¨ªndrome postpolio -padecimiento que sufren personas que enfermaron de poliomelitis hace 20 o 40 a?os, y que empiezan a sufrir dolores musculares-. Hemos comprobado cient¨ªficamente que, si encontr¨¢bamos el punto de dolor y posteriormente coloc¨¢bamos el im¨¢n encima de la piel entre 15 y 45 minutos, el malestar desaparec¨ªa. El tiempo de curaci¨®n del dolor por medio de las fuerzas magn¨¦ticas es variable. Seg¨²n Vallbona hubo pacientes a los que el im¨¢n mitig¨® el dolor "hasta varios meses", mientras que a otros "tan s¨®lo unas horas". "Los resultados fueron espectaculares", dice Vallbona.
Vallbona explic¨® que s¨®lo se han realizado experimentos similares en M¨¦xico, donde se comprob¨® que los enfermos de c¨¢ncer toleraban mejor la quimioterapia si recib¨ªan al mismo tiempo sesiones de electromagnetismo. Sin embargo, la investigaci¨®n de los imanes es un campo con muchos enigmas. "Todav¨ªa no sabemos cu¨¢l es el mecanismo de acci¨®n del im¨¢n para que desaparezca el dolor. Hay varias teor¨ªas, pero la que yo considero m¨¢s acertada es la de que el im¨¢n produce un aumento de la circulaci¨®n y un cambio de los canales el¨¦ctricos entre las c¨¦lulas. Entonces, el campo magn¨¦tico circula por las arterias que controlan la sensaci¨®n de dolor, produciendo encefalinas o endorfinas, que son como una morfina natural".
Vallbona y sus dos colaboradores, el profesor de fisiolog¨ªa molecular y biof¨ªsica Carlton Hazlewood y el m¨¦dico Gabor Jurida, creen que el mayor beneficio que aporta esta investigaci¨®n radica en que "ya no cabe hablar de la imanterapia como un cuento de hadas".
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