Discurso de muerte

En ocasiones, los pol¨ªticos tienen rel¨¢mpagos de lucidez. Uno de esos trances fue detectado el 1 de febrero, cuando un destacado portavoz parlamentario reconoci¨® que "no hay ninguna soluci¨®n m¨¢gica para acabar con el terrorismo" y se?al¨® que "la ¨²nica v¨ªa posible para ganar a la lacra terrorista sigue siendo la actuaci¨®n policial, la cooperaci¨®n internacional y el trabajo sistem¨¢tico en el seno del Pacto de Ajuria Enea". Este diagn¨®stico movi¨® a nuestro pol¨ªtico a insistir "en la necesidad de que todas las fuerzas pol¨ªticas zanjen la reyerta que se ha suscitado... y opten por intensificar el di¨¢logo para evitar que puedan ser p¨²blicas algunas de las diferencias que en pol¨ªtica antiterrorista mantienen los partidos".De ah¨ª, tambi¨¦n, su propuesta de que, "para reforzar la unidad de toda la sociedad contra ETA, los medios de comunicaci¨®n deber¨ªan involucrarse m¨¢s en los acuerdos que alcance el Pacto de Ajuria Enea". En este sentido, subray¨® que "al Pacto (...) le falta una pata: los medios de comunicaci¨®n", y reiter¨® que "cualquier acto terrorista es de propaganda, que s¨®lo se transmite a trav¨¦s de los medios". Se declar¨® opuesto a que se coarte la libertad de expresi¨®n, pero resalt¨® que "hay mucho pol¨ªtico imb¨¦cil que aprovecha cualquier oportunidad para hacerse publicidad con cuestiones luctuosas que merecen el m¨¢ximo respeto". Y prosigui¨® sus declaraciones a Radio Nacional, pidiendo al Consejo Presbiteral de Vizcaya una explicaci¨®n p¨²blica por aconsejar al obispo de Bilbao que no oficie "los funerales de las v¨ªctimas terroristas".

Impresiona su clarividencia de entonces al a?adir: "Cuando uno quiere matar, mata. Busca el resquicio, el momento y hace un seguimiento y, al final, ocurre lo que ocurre. El problema es muy grande porque estamos ante una banda de asesinos que no tiene moral alguna, ni coraz¨®n, ni proyecto, y es simplemente una m¨¢quina de muerte". Para nuestro portavoz, "el problema es que el terrorismo ya habr¨ªa desaparecido hace mucho tiempo si al hablar de ello no funcionara una especie de ETA sociol¨®gica que los alimenta, protege y defiende y da una cierta coherencia a su discurso de muerte, porque todav¨ªa no he escuchado una condena lo suficientemente dura de ese mundo violento ante un hecho que no tiene explicaci¨®n alguna".

El parlamentario asegur¨® que "la actual situaci¨®n que se vive en el Pa¨ªs Vasco no puede compararse con un enfrentamiento civil, porque no es cierto que haya una parte de la poblaci¨®n que est¨¦ enfrentada a la otra. Aqu¨ª hablamos de una minor¨ªa fanatizada que atenta contra el resto, que es la inmensa mayor¨ªa. Si uno tiene voluntad de matar, mata, y hay que evitar que esas personas tengan ning¨²n tipo de argumentaci¨®n, ni de contexto que le apoye y ah¨ª es donde tenemos que trabajar". Finalmente, el pol¨ªtico del que venimos hablando se mostr¨® plenamente convencido de que la coalici¨®n abertzale radical HB sufrir¨¢ un nuevo descenso en las pr¨®ximas elecciones vascas. "Eso nos indica", concluy¨®, "que es una cuesti¨®n que no se resolver¨¢ a corto plazo, sino, en todo caso, a medio".

Sorprender¨¢ a los lectores que hayan llegado hasta aqu¨ª saber el nombre del declarante, I?aki Anasagasti, portavoz del PNV. Para complementar estas palabras nada mejor que las del lehendakari Ardanza del 12 de enero cuando dijo que tanto en 1988 como en la actualidad a pesar del Acuerdo de Ajuria Enea "el terrorista sigue ah¨ª" y que la sociedad "nos exige que le hagamos frente y que lo resolvamos". Para eso se precisa "firmeza e inteligencia; de la primera tanto los partidos como la sociedad hemos dado sobradas muestras y estamos decididos a continuar d¨¢ndolas y respecto a la segunda debemos esforzarnos en aguzarla y desarrollarla". Ardanza manifest¨® que "el problema del terrorismo es un problema de Estado y que nadie debe, en consecuencia, hacer un uso partidista o electoralista de ¨¦l, ni tratar de imponer soluciones unilaterales". Insisti¨® en la vigencia del Acuerdo y en que "ni nuestra torpeza en su gesti¨®n ha sido capaz de menoscabarla". A su entender, "la sociedad, que siente el Acuerdo como suyo, no nos perdonar¨ªa que dilapid¨¢ramos un activo que tanto esfuerzo nos ha costado acumular".

S¨®lo falta recomendar el libro Forgin war, de Mark Thompson, sobre el papel de los medios de comunicaci¨®n en la guerra de la ex Yugoslavia o del trabajo de Nicholas Hopkinson sobre War and the media para comprobar que "the true culprits are those who milead public opinion and take advantage of the people"s ignorance to raise disquieting rumours and sound alarm bell, inciting into enmity". Es decir, los medios de comunicaci¨®n sirven para la convivencia y para el envenenamiento.