Pel¨ªcula de una etapa sosa

"Cierra la puerta, que tengo fr¨ªo". Santi Blanco est¨¢ como un flan, escalofr¨ªos y temblores. Se encierra en el coche del Vitalicio en la salida de Pau. Se resguarda de la lluvia fina, del calabobos que cae. Llegan noticias de que la niebla cubre el Aubisque, el primer gran puerto del Tour, que tendr¨¢n que empezar a escalar a 41 kil¨®metros de la salida, por la vertiente dura, por Eaux Bonnes. Blanco prefiere no o¨ªrlos. Se arrebuja en su ch¨¢ndal. S¨®lo espera que den la salida. Es la gran etapa de monta?a. Su terreno. Pero est¨¢ temblando de fr¨ªo. "Le dur¨® poco el tembleque, de todas formas", dice su director, Javier M¨ªnguez. "Enseguida entr¨® en calor, nada m¨¢s empezar a pedalear".Nada m¨¢s llegar a Eaux Bonnes todos los favoritos empiezan a mirarse. Calibran al rival. ?Qui¨¦n ser¨¢ el afortunado en el Tour 98? ?Qui¨¦n ser¨¢ el primero de los grandes que muestre que ¨¦ste no es su a?o? Pero Rolf Aldag, el gigante rubio, el primero de los Telekom en bajar al tajo, marca un ritmo suave. Nadie se descuelga. Vasseur puede escaparse tranquilamente y ganar minutos sin parar. Mientras Radio Tour anuncia un chaparr¨®n de abandonos, los supervivientes suben ocupando todo el ancho de la carretera a la cadencia de Aldag: parecen el autob¨²s de los sprinters. A un kil¨®metro de la cima, Luc Leblanc muestra sus pretensiones de heredar los lunares del ausente Virenque. Acelera para puntuar, pero su ataque lo ¨²nico que logra es provocar la contra del Casino, el equipo que muestra sus pretensiones de heredar el esp¨ªritu del ausente Festina. Massi (futuro ganador de la etapa) y Elli ganan unos metros, no ceden en el esfuerzo pasada la cima, se arriesgan en el descenso, no sufren da?os y organizan la gran escapada. "S¨ª, parecido a los festinas de otros a?os, pero no es lo mismo. Como no cuentan para la general no influyen en el desarrollo de la etapa", dice Eusebio Unzue. "Bah, espectaculares, pero m¨¢s flojitos", corresponde M¨ªnguez. Sin embargo, logran que el pelot¨®n se enfile y comience el patinaje en bicicleta sobre unas curvas con una pel¨ªcula de agua y bajo una niebla meona. Unos, como Jalabert, tienen suerte y se salen por el lado derecho, donde la hierba amortigua el golpe. Otros, como Casagrande y Magnien, sufren m¨¢s, se caen por la izquierda, sobre piedras, al borde del precipicio. Ambos son evacuados en ambulancia. Olano y Arrieta caen sobre el asfalto. Arrieta sangra por su rodilla izquierda. Olano sufre un fuerte golpe, con hematoma, en la cadera derecha; tambi¨¦n en el hombro. "Hasta el Tourmalet fui bien", dice el guipuzcoano, "pero baj¨¢ndolo cog¨ª fr¨ªo y empec¨¦ a ir mal. Empez¨® a dolerme la cadera y no pod¨ªa cambiar de postura. Espero dormir bien y que con antiinflamatorios deje de dolerme".

El pelot¨®n se reagrupa y se para, avituallamiento incluido, en el valle camino del Tourmalet (2.115 metros). Se forman por delante grupos de secundarios. Solaun, siguiendo la t¨¢ctica del Banesto, sale en uno para estar por delante si Olano le necesita. Vasseur espera a Elli y Massi. Los tres hacen camino. El Tourmalet son 18,5 kil¨®metros, por el lado de Bar¨¨ges. Son 53.30 minutos subidos al ritmo marcado por el Telekom. ?D¨®nde est¨¢ Pantani, que no se le ve por delante, una zona por la que pululan todos los favoritos y varios m¨¢s? "Tenemos mal al equipo", dice el escalador calvo. "Han bebido mucho en las etapas de calor y casi todos tienen dolor de est¨®mago. Nuestra t¨¢ctica era permanecer detr¨¢s". A los 20 minutos de la ascensi¨®n, Ullrich empieza a mirar para atr¨¢s para hacer recuento. El pelot¨®n se queda en 35 a cinco kil¨®metros de la cima. Radio Tour anuncia que Olano est¨¢ en dificultades. Falsa alarma. Coronan en grupo.

En el falso llano camino del Peyresourde, Jim¨¦nez se pone a aprender alem¨¢n (iron¨ªa que le gast¨® Ech¨¢varri en la meta), comport¨¢ndose como un l¨ªder, a rueda de Bolts, por delante de Ullrich, rodeado de telekoms. Acelera uno de ellos y siempre a rueda El Chaba. A los 8 minutos de la ascensi¨®n entra en funcionamiento el TGV alem¨¢n. Ullrich se pone en cabeza y acelera. Le aguantan una docena. Se quedan Jalabert y Olano. "Esto es el Tour", dice M¨ªnguez. "Todos van justitos, justitos y Ullrich con un mando a distancia. A ¨¦ste le dej¨® moverse, a ¨¦ste no. ?ste que se escape y si no se escapa es que no est¨¢ bien".

Faltaba la aparici¨®n del Pirata. Espectacular. Un ataque a dos kil¨®metros. A 4.50m de la cumbre. "En 10 pedaladas le he sacado 40 segundos", dice el italiano. "Pero en 50 kil¨®metros de contrarreloj ¨¦l me saca cinco minutos. ?Cu¨¢ntas pedaladas tendr¨¦ que dar para recuperarlos?". Tambi¨¦n atac¨® Escart¨ªn. Se fue a un kil¨®metro. Coron¨® con 17s sobre Ullrich. Fue cogido en el descenso hacia meta. "Ah¨ª he estado. Lo he intentado", dice el aragon¨¦s. "Pero Ullrich es el que m¨¢s va".

Resumen: "Una etapa sosa" (Ech¨¢varri, M¨ªnguez, todos). "Por lo menos nos hemos superado, el a?o pasado perdimos m¨¢s" (Manolo S¨¢iz). "Ni Abraham ha sido la gran decepci¨®n ni Jim¨¦nez la gran alegr¨ªa. Estoy satisfecho" (Eusebio Unzue). "Mejor ganar fuerzas para ma?ana" (Jim¨¦nez). "Santi Blanco aguant¨® muy bien, s¨®lo se qued¨® en el ¨²ltimo puerto" (M¨ªnguez). El Aubisque, el Tourmalet, el Aspin y el Peyresourde no dieron para m¨¢s.