Alegres cajas abiertas
MAR?A DEL MAR ARN?S Su primer dise?o fue una caja: una suerte de armario contenedor de m¨²ltiples usos, y a medida que pas¨® el tiempo, la caja se fue abriendo y haci¨¦ndose compleja hasta adquirir la categor¨ªa de arquitectura. Este proceso de seleccionar, guardar, ordenar, abrir y situar en el contexto es lo que Beth Gal¨ª ha hecho con gran categor¨ªa. Una excelente formaci¨®n en la Escola Eina y en la de Arquitectura de Barcelona, unos antecedentes familiares (hija de dise?ador, nieta de pintor y biznieta de fil¨®logo) y un entorno cultural de gran exigencia est¨¦tica es el bagaje con el que se enfrenta a la obra. Su car¨¢cter alegre, independiente y vivaz; sus toques de iron¨ªa y sagacidad; su ideal de confortabilidad y de sociabilidad, y su compromiso con la obra bien hecha en un contexto digno han hecho de su quehacer una trayectoria que tener en cuenta. Estructurar el espacio abierto de la ciudad antigua (Hertogenbosch, Roermond), de la ciudad suburbial (Rotterdam), de la ciudad ol¨ªmpica (Vall d"Hebron, Diagonal, Montju?c), de la ciudad de los muertos (Fossar de la Pedrera), es lo que viene haciendo ¨²ltimamente: lugares donde expresarse colectivamente con naturalidad y rotundidad, con intenci¨®n y sin perder el hilo de la funcionalidad. No hay concesiones al gesto in¨²til. Son espacios que fluyen con identidad -las diversas texturas del pavimento, el camino de luz, la escalinata a la iglesia, el aparcamiento de bicicletas, la se?alizaci¨®n de la calzada-, dise?ados con un sentido altamente civilizado y al tiempo desde un concepto art¨ªstico. Su relaci¨®n con los artistas conceptuales de su generaci¨®n, y las ense?anzas de Le Corbusier, de Mies van der Rohe, de Josep Llu¨ªs Sert, est¨¢n presentes. La est¨¦tica de less is more, unida al ejemplo de profesi¨®n comprometida con su entorno cultural, da lugar a unas arquitecturas que surgen ingr¨¢vidas de las aguas, gr¨¢ciles y sumamente elegantes. O avanzan dilatando el espacio y apuntando otro rumbo. La Biblioteca Mir¨® y el edificio Stoa son largos y estrechos, con un cuerpo de separaci¨®n entre ambos -en un caso, un tambor; en el otro, un pasadizo- que marca un punto de inflexi¨®n, una fragmentaci¨®n, una pausa, un par¨¦ntesis. En Stoa, una fachada se ondula, otra se alarga con p¨¦rgola y otra avanza sobre la plaza con ¨ªmpetu, osad¨ªa y delicadeza, cual fuga de p¨¢jaro que perfora el espacio, mientras el otro cuerpo se quiebra, se estrecha, se alarga y acaba en par¨¦ntesis abierto. En la Biblioteca Mir¨®, un muro de travertino se cierra al ruido y a la calle mientras el resto abre sus fauces al parque. Son obras que buscan la luz: los tejados que impertinentemente se levantan en crestas, inclinados, abiertos hacia el cielo. Obras que est¨¢n bien plantadas, donde la escala est¨¢ bien resuelta y los materiales son los apropiados. Son obras atractivas, inteligentes, sobrias, refinadas. Cajas prestas a echar al vuelo.
Mar¨ªa del Mar Arn¨²s es historiadora y cr¨ªtica de arte
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