"Arate kal¨ª"
"Arate kal¨ª": sangre gitana en cal¨®. La Universidad Miguel Hern¨¢ndez de Elche clausur¨®, con una fiesta celebrada el jueves por la noche, el primer curso sobre m¨²sica gitana que se imparte en un centro universitario. Payos y gitanos, entre los 8 y los 60 a?os, se han reunido 10 d¨ªas para conocer los or¨ªgenes y la importancia de la m¨²sica gitana. Ha sido una experiencia formidable para los 148 alumnos, para los profesores y para los monitores de los talleres musicales. Todos quieren repetir el a?o que viene. Uno de los organizadores es Juan David Santiago, vicepresidente de la asociaci¨®n gitana Arakerando, que explica su satisfacci¨®n por la experiencia y "por la posibilidad de estimular la convivencia". Paco Su¨¢rez, el director del curso, es "un gitano donde los haya", en opini¨®n de sus compa?eros, y dirige el conservatorio de Zafra, en Badajoz. Paco sostiene que hay una gran diferencia entre flamenco y m¨²sica gitana. El primero es resultado de la uni¨®n de lo gitano, lo ¨¢rabe y lo jud¨ªo, que desde el final de la Reconquista fueron pueblos perseguidos que expresaban su amargura a trav¨¦s de melod¨ªas. La m¨²sica gitana pertenece m¨¢s al ¨¢mbito de la familia y de la comunidad y se caracteriza por un exotismo especial de la voz. Es m¨¢s inaccesible y muy herm¨¦tica hasta hace poco tiempo. "Es un esp¨ªritu que est¨¢ siempre presente, una magia que pertenece a este pueblo", asegura el director. Nicol¨¢s Jim¨¦nez es gitano y soci¨®logo. Este joven madrile?o argumenta que los pol¨ªticos no se ocupan de su etnia porque no tienen en cuenta sus votos. Tampoco se reconocen las aportaciones del roman¨ª al castellano. "Es curioso que para decir que algo es muy espa?ol se diga que es ca?¨ª y, sin embargo, el t¨¦rmino no est¨¢ reconocido por la Real Academia como un vocablo cal¨®", afirma Nicol¨¢s. El cal¨® es la variante espa?ola del roman¨ª. Los gitanos lo conocen, pero su uso se reserva a la comunidad. Nicol¨¢s ofrece dos razones: como pueblo comerciante, los gitanos necesitan hablar la lengua de los payos; y, adem¨¢s, entre 1499 y 1978 se promulgaron en Espa?a 2.500 leyes antigitanas, que inclu¨ªan la prohibici¨®n de usar el cal¨®. Manuel Oliver, vicerrector de extensi¨®n universitaria, asegura que los cursos se quieren convertir en punto de referencia de la comunidad gitana.
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