Andr¨¦s Segovia contra El Pernales Visita virtual al museo de los bandoleros de Ronda, con parada y fonda en Cazorla
Andr¨¦s Segovia mat¨® a tiros a El Pernales, un instrumentista con banda propia que tocaba como los demonios el trabuco naranjero. Al viajero le produjo mucha alarma descubrir al tocayo del guitarrista -sargento, en el escalaf¨®n militar-, en los daguerrotipos de h¨¦roes del museo del bandolerismo de Ronda, que fue el sitio por donde inici¨® su tercera jornada para averiguar las ficciones andaluzas en Internet. El viajero tuvo un d¨ªa vertiginoso, a pesar de que por causa de la inm¨®vil singladura por Cazorla, Barbate y Lubr¨ªn, se le durmi¨® el pie derecho. "Una mujer fue la causa de mi perdici¨®n primera. No hay perdici¨®n de los hombres que de mujer no venga". Esta lapidaria frase la escribi¨®, o la pronunci¨®, Tragabuches y consta en la biograf¨ªa que el viajero ley¨® en el museo de los bandoleros (www.ctv.es/USERS/museron) de Ronda. All¨ª el vagabundo visit¨® la reproducci¨®n de la cueva donde se refugi¨® Pasos Largos, el ¨²ltimo bandido, abatido por la Guardia Civil en 1934. Pero lo que en verdad conmocion¨® al viajero fueron las noticias sobre la triste suerte de Joaqu¨ªn Camargo, El Vivillo, que se suicid¨® por amores en la Argentina. Su raro final lo traslad¨® al verso un tal Luis de Tapia, de quien el viajero desconoce m¨¢s datos, pero del que recordar¨¢ para siempre este solemne pareado f¨²nebre: "?Con gesto triste y sencillo/ se ha suicidado El Vivillo!". Piensa el viajero que si el bandolero se hubiera quitado la vida con "gesto triste y complejo", adem¨¢s de con una copa de veneno, el poeta lo hubiera tenido duro para atinar con la rima. El abuelo de Tragabuches eligi¨®, en cambio, para el desayuno un feto asado de burra, seg¨²n consta en los libros. El viajero imagin¨® al viejo devorando a la bestia y decidi¨® abandonar Ronda y buscar alimentos m¨¢s sugerentes. As¨ª que puso rumbo a Cazorla (www.geocities.com/TheTropics/Shores/8403) donde, despu¨¦s de solazarse ante el paisaje, comi¨® con la imaginaci¨®n un plato de gachamigas, que m¨¢s que un guiso es un saco sin fondo en donde caben, adem¨¢s de la base de harina, torreznos, pimientos secos y fritos, chorizo, morcilla, mel¨®n, cerezas y uvas. El viajero no quiso imaginar qu¨¦ hubiera a?adido el abuelo Tragabuches aprovechando que el cocinero hab¨ªa salido en busca de perejil. Con el est¨®mago revuelto y el pie, como se dijo, medio dormido, lleg¨® el viajero a Barbate (www.civila.com/hispania/barbate) y tuvo la sensaci¨®n, despu¨¦s de leer la nomenclatura del itinerario recomendado, que se hab¨ªa confundido de ¨¦poca: "De la plaza de Reyes Cat¨®licos salen dos de las principales calles del pueblo, la avenida del General¨ªsimo y la de Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera". Con el coraz¨®n encogido por semejante ramo de ep¨®nimos el viajero se dej¨® conducir por el rat¨®n y ¨¦ste lo llev¨® en volandas a Lubr¨ªn (www.usuarios.iponet.es/lubrin), en la provincia de Almer¨ªa. A causa de la deformaci¨®n profesional, el viajero se interes¨® sobre todo por el terremoto -cuyos efectos son descritos de esta manera sucinta: "Algunos no se enteraron. Otros lo notaron y salieron a la calle"- y del pleno municipal en el que el autor de la p¨¢gina, Daniel L¨®pez, en su calidad de concejal, formul¨® en el turno de ruegos y preguntas la siguiente inquisici¨®n: "?Cu¨¢ndo se casa, se?or alcalde?". Y ¨¦ste respondi¨®: "El 14 de junio". La respuesta fue trasladada al acta por el secretario municipal. Ahora ha hecho un a?o de la boda y el viajero, que es atento, manda desde aqu¨ª un saludo a la pareja.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.