Compromiso laborista con los beb¨¦s

Imag¨ªnese la escena: padres, abuelos, hermanas, hermanos, t¨ªas y t¨ªos reunidos alrededor de un beb¨¦, comprometi¨¦ndose ante un notario a velar por la seguridad y el bienestar del nuevo miembro de la familia. As¨ª de formal podr¨ªa ser el ritual que el Gobierno brit¨¢nico est¨¢ proponiendo como alternativa al bautizo religioso en un pa¨ªs cada vez m¨¢s laico y firme en el liderazgo europeo de divorcios y otras calamidades familiares.Contenida en el Libro Blanco con el que el Gobierno laborista de Tony Blair intenta rescatar a la desfalleciente instituci¨®n familiar brit¨¢nica, la idea plantea una verdadera revoluci¨®n con el beb¨¦ como su factor principal. Despu¨¦s del girl power y las Spice Girls, ?ha llegado acaso la hora del baby power? Entusiastas int¨¦rpretes de la nueva pol¨ªtica social y familiar en el Reino Unido opinan que s¨ª.

Para comenzar, el nombre mismo del reto?o tendr¨ªa que ser producto de un civilizado acuerdo de los padres, unidos en matrimonio o no. Esto salvar¨ªa a los reci¨¦n nacidos de la imperdonable tortura de acarrear de por vida apelativos dignos de la crueldad victoriana como Lettuce (Lechuga), Brained (Sesudo-a), Tram (Tranv¨ªa), Feather (Pluma) u otros similarmente cursis o directamente espantosos como Despair (Desconsuelo). ?Qu¨¦ otra cosa sino una generaci¨®n de forajidos podr¨ªa esperarse la sociedad brit¨¢nica moderna si persistieran aquellas despiadadas tendencias paternales del siglo pasado a castigar a ni?os poni¨¦ndoles nombres como Ham (Jam¨®n) o Energetic?

Jurando defender a la ni?ez de toda adversidad o vejamen y promover su estabilidad, educaci¨®n y desarrollo feliz, el Gobierno de Blair ya ha dado pasos gigantescos. La nueva idea del "compromiso con el beb¨¦" en las "ceremonias de inscripci¨®n" se cifra por tanto en un empe?o protector sin precedentes en el Reino Unido. El plan presentado el jueves por el ministro del Interior, Jack Traw, prev¨¦ adem¨¢s una serie de medidas para fortalecer la familia o sacarla del naufragio en aras de una infancia menos traum¨¢tica para los reto?os de un pa¨ªs con estad¨ªsticas inquietantes: el n¨²mero de matrimonios ha ca¨ªdo a su nivel m¨¢s bajo (279.000 por a?o), mientras que el ¨ªndice de divorcios se ha disparado a 154.000 casos anuales. (Hoy, en el Reino Unido, tres de cada diez matrimonios acaban en los tribunales).

Es precisamente en vista de que son los hijos quienes generalmente pagan las consecuencias de la desuni¨®n de sus padres que el Gobierno quiere ahora dotarles de una mayor protecci¨®n legal. "De la misma manera que existen matrimonios civiles para gente que no quiere asumir un compromiso religioso, las parejas podr¨ªan adquirir un compromiso formal con sus hijos, y el lugar obvio para ellos ser¨ªa la oficina del Registro Civil", sostiene por su parte Rosie Styles, la directora de la Baby Naming Society, fundada por lord Young de Darlington. "Quiz¨¢s esto ayude a los padres a reflexionar sobre las responsabilidades y los compromisos que est¨¢n dispuestos a adquirir con sus hijos", dice Styles.

La idea de una ceremonia civil en vez de un bautizo es atractiva para parejas reacias a los v¨ªnculos con la Iglesia. La organizaci¨®n de Styles ya ha impreso folletos con una sugerencia de voto para los padres y familiares del beb¨¦ que en el futuro sea llevado al Registro Civil para adquirir formalmente su nombre.

La declaraci¨®n propuesta suena un tanto formal para la ocasi¨®n. Reza as¨ª: "Nos comprometemos a tratar de ser pacientes con nuestro beb¨¦. Ni pedirle demasiado ni esperar demasiado de ¨¦l-ella. Trataremos de ofrecerle incondicionalmente nuestro amor, ya sea en sus ¨¦xitos o en sus fracasos".

Con esa filosof¨ªa, am¨¦n de fondos destinados a programas de apoyo a la familia y prevenci¨®n de ruptura conyugal, el Gobierno laborista est¨¢ recibiendo un cauto apoyo incluso de los sectores m¨¢s esc¨¦pticos hacia su pol¨ªtica de reformas sociales. Sin embargo, el debate promete centrarse en el futuro en cu¨¢nto presupuesto piensa o puede invertir realmente el Gabinete laborista en la reparaci¨®n de tanta aver¨ªa familiar en la new Britain de Tony Blair.